DE VIDO EXPUSO UN CONJUNTO DE PROYECTOS DE INFRAESTRUCTURA ANTE EMPRESARIOS EN MOSCU
La presentación incluyó detalles de quince emprendimientos, en su mayoría centrales hidroeléctricas que el Gobierno licitará el año próximo y que requieren en total una inversión de 19.069 millones de dólares. La gira sigue por China.
Por Fernando Krakowiak
Desde Moscú
“Todas las obras en las que queremos que participen son muy atractivas y el efecto multiplicador que generarán en la economía argentina permitirá repagar ampliamente el financiamiento que requieren”, aseguró ayer el ministro de Planificación, Julio De Vido, durante el road show que realizó ante un grupo de inversores rusos a los que buscó seducir para que inviertan en el país. La presentación incluyó detalles de quince proyectos, en su mayoría centrales hidroeléctricas que el Gobierno licitará el año próximo y que requieren en conjunto una inversión de 19.069 millones de dólares. El funcionario buscó dejar en claro que, además de ser obras de infraestructura necesarias, son un buen negocio. De hecho, aseguró que los emprendimientos que ya fueron ejecutados bajo esta modalidad se encuentran actualmente en etapa de repago y en ningún caso hubo necesidad de ejecutar avales y/o garantías. Por la noche, De Vido viajó a Beijing, donde también se reunirá con empresarios.
El evento se realizó en el piso doce del Hotel Ararat, en pleno centro de Moscú, un moderno edificio construido en 2002 desde donde se tiene una vista panorámica imponente de gran parte de la ciudad, incluyendo el teatro Bolshoi y las cúpulas del Kremlin. El embajador argentino en Rusia, Juan Carlos Kreckler, abrió la jornada a las 10 con un discurso de bienvenida y enseguida le cedió la palabra a De Vido. El ministro comenzó con un breve resumen sobre cómo evolucionaron los principales indicadores económicos y sociales durante los últimos diez años. De ese modo, buscó dejar en claro la recuperación que atravesó el país después de la crisis de 2001. Luego focalizó en el potencial que tiene la economía a partir de los recursos hidrocarburíferos de la formación Vaca Muerta, la producción minera y agropecuaria y el desarrollo industrial. En ese contexto, destacó que las obras de infraestructura que ahora se quieren impulsar son clave para apuntalar el desarrollo nacional.
Cuando se refirió específicamente a los proyectos, aseguró que el Estado otorgará avales a favor de las instituciones que financien las obras, pero además remarcó que esta modalidad que se propone no es nueva y en ningún caso hubo necesidad de ejecutar los avales. Puso como ejemplo las centrales térmicas Belgrano, San Martín, Vuelta de Obligado y Ensenada-Barragán, la compra de 22 aviones de Embraer y la ampliación de gasoductos troncales. Después fue el turno del secretario de Obras Públicas, José López, quien brindó más detalles sobre los proyectos.
La lista de obras para las que se busca financiamiento incluye once centrales hidroeléctricas, tres acueductos y una torre de comunicaciones. El titular de la Cámara Argentina de la Construcción, Gustavo Weiss, estimó que si todos los emprendimientos se ponen en marcha podrían demandar unos 50 mil empleos, pero eso recién sería en 2015. El Gobierno ayer puso énfasis fundamentalmente en el proyecto para la construcción de la central Chihuido I porque el 20 de diciembre se realizará el llamado a licitación y el 23 de abril del año próximo se prevé recibir las ofertas. Esa represa tendrá una potencia de 637 megavatios y demandará un presupuesto de 2103 millones de dólares. En todos los casos, la intención oficial es que el interesado garantice como mínimo el 85 por ciento del financiamiento.
En el auditorio estaban presentes representantes de Inter Rao, Power Machines y Vnesheconombank, tres firmas rusas que este año se presentaron juntas en la licitación para la construcción de las represas santacruceñas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, las cuales finalmente quedaron en manos de un consorcio encabezado por capitales chinos. Inter Rao es una firma dedicada a la generación y distribución eléctrica controlada por el Estado ruso, Power Machines es una corporación privada especializada en la provisión de equipos para el sector energético y Vnesheconombank es el banco de desarrollo que ofrece financiamiento. Esas tres compañías probablemente intenten quedarse con las centrales Chihuido y El Tamboral, asociadas a su vez con compañías argentinas. De hecho, junto a De Vido viajaron Hugo Dragonetti, presidente de Panedile, y Juan Manuel Collazo, titular de Helport, dos firmas que tienen vínculos con esas compañías rusas. También estuvieron en el road show representantes de las energéticas rusas Gazprom, Energomashexport, Rushydro, Novatek, el banco ruso Sberinvest, el fondo de inversión Aterra Capital y el Fondo de Inversión Directa de Rusia, entre otras.
La presentación terminó poco después del mediodía y a las 22 de Moscú (15 de Argentina) la comitiva encabezada por De Vido partió hacia Beijing, donde lunes y martes volverán a presentar los proyectos.
Página/12
“Todas las obras en las que queremos que participen son muy atractivas y el efecto multiplicador que generarán en la economía argentina permitirá repagar ampliamente el financiamiento que requieren”, aseguró ayer el ministro de Planificación, Julio De Vido, durante el road show que realizó ante un grupo de inversores rusos a los que buscó seducir para que inviertan en el país. La presentación incluyó detalles de quince proyectos, en su mayoría centrales hidroeléctricas que el Gobierno licitará el año próximo y que requieren en conjunto una inversión de 19.069 millones de dólares. El funcionario buscó dejar en claro que, además de ser obras de infraestructura necesarias, son un buen negocio. De hecho, aseguró que los emprendimientos que ya fueron ejecutados bajo esta modalidad se encuentran actualmente en etapa de repago y en ningún caso hubo necesidad de ejecutar avales y/o garantías. Por la noche, De Vido viajó a Beijing, donde también se reunirá con empresarios.
El evento se realizó en el piso doce del Hotel Ararat, en pleno centro de Moscú, un moderno edificio construido en 2002 desde donde se tiene una vista panorámica imponente de gran parte de la ciudad, incluyendo el teatro Bolshoi y las cúpulas del Kremlin. El embajador argentino en Rusia, Juan Carlos Kreckler, abrió la jornada a las 10 con un discurso de bienvenida y enseguida le cedió la palabra a De Vido. El ministro comenzó con un breve resumen sobre cómo evolucionaron los principales indicadores económicos y sociales durante los últimos diez años. De ese modo, buscó dejar en claro la recuperación que atravesó el país después de la crisis de 2001. Luego focalizó en el potencial que tiene la economía a partir de los recursos hidrocarburíferos de la formación Vaca Muerta, la producción minera y agropecuaria y el desarrollo industrial. En ese contexto, destacó que las obras de infraestructura que ahora se quieren impulsar son clave para apuntalar el desarrollo nacional.
Cuando se refirió específicamente a los proyectos, aseguró que el Estado otorgará avales a favor de las instituciones que financien las obras, pero además remarcó que esta modalidad que se propone no es nueva y en ningún caso hubo necesidad de ejecutar los avales. Puso como ejemplo las centrales térmicas Belgrano, San Martín, Vuelta de Obligado y Ensenada-Barragán, la compra de 22 aviones de Embraer y la ampliación de gasoductos troncales. Después fue el turno del secretario de Obras Públicas, José López, quien brindó más detalles sobre los proyectos.
La lista de obras para las que se busca financiamiento incluye once centrales hidroeléctricas, tres acueductos y una torre de comunicaciones. El titular de la Cámara Argentina de la Construcción, Gustavo Weiss, estimó que si todos los emprendimientos se ponen en marcha podrían demandar unos 50 mil empleos, pero eso recién sería en 2015. El Gobierno ayer puso énfasis fundamentalmente en el proyecto para la construcción de la central Chihuido I porque el 20 de diciembre se realizará el llamado a licitación y el 23 de abril del año próximo se prevé recibir las ofertas. Esa represa tendrá una potencia de 637 megavatios y demandará un presupuesto de 2103 millones de dólares. En todos los casos, la intención oficial es que el interesado garantice como mínimo el 85 por ciento del financiamiento.
En el auditorio estaban presentes representantes de Inter Rao, Power Machines y Vnesheconombank, tres firmas rusas que este año se presentaron juntas en la licitación para la construcción de las represas santacruceñas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, las cuales finalmente quedaron en manos de un consorcio encabezado por capitales chinos. Inter Rao es una firma dedicada a la generación y distribución eléctrica controlada por el Estado ruso, Power Machines es una corporación privada especializada en la provisión de equipos para el sector energético y Vnesheconombank es el banco de desarrollo que ofrece financiamiento. Esas tres compañías probablemente intenten quedarse con las centrales Chihuido y El Tamboral, asociadas a su vez con compañías argentinas. De hecho, junto a De Vido viajaron Hugo Dragonetti, presidente de Panedile, y Juan Manuel Collazo, titular de Helport, dos firmas que tienen vínculos con esas compañías rusas. También estuvieron en el road show representantes de las energéticas rusas Gazprom, Energomashexport, Rushydro, Novatek, el banco ruso Sberinvest, el fondo de inversión Aterra Capital y el Fondo de Inversión Directa de Rusia, entre otras.
La presentación terminó poco después del mediodía y a las 22 de Moscú (15 de Argentina) la comitiva encabezada por De Vido partió hacia Beijing, donde lunes y martes volverán a presentar los proyectos.
Página/12