El Gobierno está terminando de definir los últimos detalles de una medida que abrirá una nueva etapa en la industria petrolera, en la que el país volverá a importar petróleo después de 20 años. Se trata de una resolución de la Comisión de Planificación y Coordinación de Hidrocarburos, que preside Emmanuel Álvarez Agis, subsecretario de Política Económica, que autorizará la compra de crudo con vistas a reducir la adquisición en el exterior de gasoil y naftas, combustibles más onerosos.
Nicolas Gandini.- Según comentó a El Inversor Online un colaborador directo de Axel Kicillof, ministro de Economía y verdadero hombre fuerte de la Comisión, en los primeros días de enero se publicará una normativa que invitará a las refinadoras, de manera opcional, a adherir a un régimen especial de importación de crudo destinado a disminuir la importación de derivados medios. ”La norma ya fue escrita por técnicos de Gobierno, pero la Argentina no importa crudo desde hace varios años (en rigor, desde 1992), por lo que se buscará encapsular el costo político de su publicación”, admitió.
De acuerdo con los cálculos realizados por el Ejecutivo, en 2014 se traerán cargamentos de petróleo por alrededor de US$ 2200 millones a fin de reducir importaciones de naftas y gasoil por más de US$ 2500 millones. “Es decir, en balance, el país se ahorraría de más de US$ 300 millones”, explicó otra fuente consultada.
En la práctica, la iniciativa apunta a aprovechar la capacidad ociosa existente en el parque refinador a raíz de la falta de crudo Medanito, de tipo liviano, el más elegido por las plantas locales. Como resultado del descenso de la producción neuquina (cayó un 15% desde 2011), muchas de las destilerías nacionales trabajan por debajo de su potencial. Las plantas de YPF, el mayor jugador del mercado, operan al 80%; la de Shell, al 83%, y las de Petrobras y Oil, por debajo del 70 por ciento, según números del mercado. Sólo la planta de Axion energy (ex Esso) en Campana funciona por encima del 90 por ciento.
El programa que será presentado en las próximas semanas prevé que las petroleras importen crudo liviano, muy posiblemente desde Nigeria, conocido en la jerga petrolera como Bonny Light –este medio anticipó esa posibilidad en septiembre-, bajo el paraguas de un régimen impositivo especial que compense, a partir de una baja tributaria, el mayor precio del petróleo importado (el Bonny Light cerró ayer a 108 dólares). Su publicación dependerá del timing político de la Casa Rosada.
“Es una medida beneficiosa para el país, porque no sólo reducirá la fuga de divisas, sino que también reportará en un aumento de la recaudación impositiva del Estado”, destacó un funcionario del área energética. Es que, en la actualidad, la Ley de Presupuesto 2014 autoriza a las compañías a importar un cupo de naftas y gasoil sin impuestos.