Entrevista con Guillermo Baistrocchi, vicepresidente de Relaciones Institucionales de la petrolera
El directivo advirtió que hay que despejar de manera efectiva el riesgo de pérdidas continuas de jornadas de trabajo. PAE cerrará 2013 con una inversión de más de u$s 1.000 millones en todos sus campos. A su vez, destacó que desembolsará más de u$s 90 millones para la producción de tight gas en el área Lindero Atravesado, en Neuquén. Y colocará u$s 90 millones para perforar un pozo de gas en Salta.
Sólo en 2013, Pan American Energy (PAE) –la segunda productora de crudo del país– tuvo que hacer frente a más de 160 días de interrupciones parciales de sus actividades productivas en el área Cerro Dragón, su principal yacimiento petrolífero.
La empresa –propiedad de BP y de Bridas– ha llegado a sufrir 15 días continuos de imposibilidad de acceso total al yacimiento, situación que se tradujo en enormes pérdidas de ingresos en concepto de regalías para la provincia y en una menor capacidad de distribución de esos ingresos para la gestión de los municipios de la cuenca del Golfo San Jorge.
Guillermo Baistrocchi, vicepresidente de Relaciones Institucionales de la petrolera, sostuvo que es fundamental revertir esa situación. “Es clave alcanzar un compromiso de paz social en todas las cuencas productivas de la Argentina, que involucre a todos los actores que intervienen en la industria, y que se plasme en acuerdos y compromisos entre las autoridades nacionales, las provincias, las organizaciones sindicales”, expresó el directivo en diálogo con Revista Petroquímica, Petróleo, Gas & Química.
¿Cómo evalúa el escenario actual de la industria petrolera?, preguntamos al directivo.
PAE ha sido una protagonista clave en esta industria, contribuyendo decididamente a sostener la oferta energética, realizando las mayores inversiones y generando la mejor performance durante los últimos doce años. Desde 2001 y hasta fines de 2012, PAE aumentó un 31% su producción de petróleo, un 88% su producción de gas y repuso el 141% de sus reservas producidas.
El escenario de hoy enfrenta al sector a nuevos desafíos. Uno consiste en estabilizar las reservas y la producción de hidrocarburos y alcanzar una recuperación que permita revertir la tendencia en ambas variables. Dentro de ese proceso, la nueva presencia de una YPF testigo, que incrementa sus inversiones y su producción, juega un rol clave. Otro reside en la exploración y puesta en valor del potencial de los Hidrocarburos No Convencionales. Pero ese proceso, que demandará años, requiere inversiones millonarias y sostenidas en el tiempo y con las necesarias señales de precio.
A partir de fines del año pasado se han diseñado e implementado medidas que activaron nuevas condiciones para la inversión en el sector. Los acuerdos cerrados por el Gobierno con las principales petroleras –Plan Gas I–, tendientes a incorporar nueva producción de gas, reconociendo para ese gas nuevo un precio de u$s 7,5 por millón de BTU, son una contribución efectiva para revertir la tendencia declinante. La reciente presentación del Plan Gas II, destinado a las medianas y pequeñas productoras, es otro avance.
Del mismo modo, el reconocimiento de un precio para el crudo de exportación en línea con los precios que se manejan para el mercado interno ha permitido poner en equilibrio las condiciones de producción entre las distintas cuencas del país.
¿Qué medidas deberían adoptarse para revertir la caída de la producción de hidrocarburos?
Es clave alcanzar un compromiso de paz social en todas las cuencas productivas de la Argentina, que involucre a todos los actores que intervienen en la industria, y que se plasme en acuerdos y compromisos entre las autoridades nacionales, las provincias, la organizaciones sindicales que representan a los trabajadores y las empresas productoras y prestadoras de servicios. Estos compromisos deben permitir despejar de manera efectiva el riesgo de pérdidas continuas de jornadas de trabajo, que impactan negativamente sobre la producción, la creación de valor, el empleo y los ingresos de las Provincias y la Nación.
Pese a las dificultades, a los bloqueos y a las reprogramaciones de tareas, PAE continuó invirtiendo a un ritmo anual de más de u$s 1.000 millones en el país. Pero así como se reclaman inversiones que permitan recuperar la producción y las reservas, son necesarios esos acuerdos que aseguren a las empresas la continuidad de sus procesos productivos.
Desde PAE, cada día, nos proponemos hacer un aporte concreto a esa paz social. Lo hacemos produciendo hidrocarburos, invirtiendo y generando empleos, pero también implementando 59 programas de Educación y Cultura, Salud y Deporte, Ambiente y Desarrollo Local, áreas estratégicas para el desarrollo de las comunidades en las que operamos. Más de 82.000 argentinos ya se han beneficiado del trabajo que realizamos junto con las comunidades próximas a nuestras operaciones.
¿Cómo evalúa lo hecho hasta ahora en Vaca Muerta? ¿Qué proyectos tiene PAE en el área?
Vaca Muerta y otros reservorios no convencionales pueden representar una oportunidad renovada para la Argentina. Su exploración y producción nos va a asegurar décadas de autoabastecimiento energético, van a promover una mayor competitividad de nuestras industrias, permitirán la generación de más y nuevo trabajo, el desarrollo de recursos humanos, el surgimiento de nuevas empresas y nuevos proveedores.
En PAE ya estamos dando pasos firmes en la exploración de hidrocarburos no convencionales. Este año invertiremos poco más de u$s 90 millones en el área Lindero Atravesado, en la que somos operadores y estamos asociados a YPF. Allí perforaremos pozos orientados a tight gas en la Formación Grupo Cuyo, uno de los varios grupos de formaciones existentes, más profundo aún que Vaca Muerta.
Además, estamos invirtiendo otros u$s 56 millones como aporte por las participaciones de PAE en las áreas Aguada Pichana y Aguada San Roque, operadas por Total Austral, y también emplazadas en la cuenca Neuquina. Ambas áreas están desarrollando perforaciones en Vaca Muerta (shale) y en zonas de tight gas.
¿Cuáles son los principales proyectos de PAE en el upstream de hidrocarburos?
PAE cerrará este año habiendo invertido más de u$s 1.000 millones en el país. El grueso de esa inversión se concentra en el Golfo San Jorge, en las áreas Cerro Dragón, Koluel Kaike y Piedra Clavada. Terminaremos 2013 perforando unos 170 nuevos pozos, construyendo nuevas baterías y dos PIAS (Plantas de Inyección de Agua Salada).
A partir de este mes estamos progresivamente incorporando nuevos equipos perforadores automáticos de última generación: uno en la cuenca Neuquina y los restantes en el Golfo San Jorge, que se sumarán a los ya operativos en cada área.
Además de nuestras inversiones en hidrocarburos convencionales y no convencionales en la cuenca Neuquina, estamos llevando a cabo una inversión de u$s 34 millones en el área Acambuco, en la cuenca NOA, en la que somos operadores. En septiembre iniciamos la perforación del Pozo Macueta 1004, que va a demandar un año de tareas y una inversión total del orden de los u$s 90 millones. La puesta en producción del Mac 1004 permitirá el aporte de un promedio de 500.000 metros cúbicos diarios (m³/d), incrementando un 12,5% la producción actual de la UTE Acambuco, que alcanza los 4 millones de m³/d.
En lo que respecta al off shore, entre este año y 2014 invertiremos unos u$s 80 millones por nuestra participación en el consorcio cuenca Austral Marina (CAM1), que opera los principales yacimientos mar afuera del país, frente a las costas de Tierra del Fuego.
El consorcio, en el que Total Austral actúa como operador, tiene programado perforar nuevos pozos en el área Carina-Aries y, fundamentalmente, desarrollar el área Vega Pléyade, mediante la perforación de tres pozos.
Todas estas inversiones apuntan a incorporar nuevos aportes a la oferta gasífera de la Argentina, siempre con el norte puesto en el objetivo de contribuir a alcanzar el autoabastecimiento energético del país.
Revista Petroquímica