Las inundaciones en Chaco, Corrientes, Misiones, Santa Fe y Entre Ríos podrían producir el anegamiento de sus zonas ribereñas, dado que sus costas se encuentran casi al mismo nivel del río Paraná, cuyas aguas experimentaron una fuerte crecida a la altura de la ciudad de Posadas. Enredando las mañanas dialogó el pasado jueves con Marcelo Giraud, geógrafo, docente universitario y activista, quién explicó éste es solo un fenómeno climático por las lluvias o si los grandes desmontes a favor de políticas de monocultivo de soja favorecen las grandes crecidas de las cuencas del río.
Por RNMA.- Marcelo Giraud: Creo que la deforestación es una causal sin lugar a dudas y es esencial para comprender cabalmente el fenómeno que está ocurriendo. Por supuesto que crecidas ha habido desde hace siglos y milenios en la cuenca del Paraná-Plata, pero este fenómeno se ha agravado mucho en las últimas décadas y cada vez más a medida que avanza la deforestación de los diferentes bosques y selvas tropicales del norte de nuestro país y en los países vecinos. En este caso en particular lo que estamos viendo es sobre todo una crecida, no solo por el aumento en el caudal del Paraná, a partir de su cuenca de alimentación superior en Brasil, sino una de sus importantes afluentes como es el río Iguazú, en la cuenca de éste del lado brasileño, recordemos que tiene más de 800 kilómetros de largo, que nace cerca del Océano Atlántico y a partir de allí corre hacia el oeste. Ha habido lluvias muy fuertes, intensas en los últimos días, pero no podemos decir que son lluvias récord y sin embargo esas fuertes lluvias han generado que el río Iguazú llegue a tener un caudal de 46.000 m3 por segundo. Para darnos una idea, es más del doble del caudal medio del Rio de la Plata, casi el triple del Paraná, para solo un afluente, una cifra levemente superior al caudal medio del río Hongo el segundo más caudaloso del mundo.
Ese pico de crecida que va a durar pocos días, se está transmitiendo aguas abajo, está fluyendo, llegando a Yacyretá y a partir de allí va a generar problemas severos para algunas poblaciones de Corrientes, Santa Fe y Entre Ríos. En este caso la lluvia cayó sobre el estado de Paraná de la cuenca del Iguazú, donde queda apenas el 8% de la superficie de la selva originaria, el 92% ha sido deforestada para ser reemplazada para hacer monocultivo de soja con fuerte presencia de los agro negocios.
Evidentemente en esta época donde la soja ha sido cosechada, los suelos de ninguna manera pueden actuar reteniendo una buena parte de las lluvias caídas como ocurriría en un ecosistema de la selva paranaense originaria, eso hace que el agua llegue mucho más rápidamente en los ríos y los picos de crecida sean mucho más cortos pero mucho mayores y más repentinos. Este mismo fenómeno vivió Santa Fé en la cuenca del rio Salado por mayo del 2003, relacionado con la deforestación en toda la cuenca del rio, en Santiago del Estero y en Salta.
Lamentablemente en tanto no se revierta o se detenga el avance de las deforestaciones estos fenómenos se van a seguir repitiendo y ojalá no sigan acentuándose aun más a futuro.
Debemos cuidarnos muy bien en calificar a estos fenómenos como catástrofes naturales, porque sin duda es natural como la lluvia pero interactuando fuertemente con las transformaciones en el uso del suelo, generados por la sociedad y por algunos empresarios avalados por los poderes políticos.
Enredando las mañanas: Sobre eso quería consultarte, porque la producción de soja au incentivo por sobre de otro tipo de cultivos, no es puntual de alguna provincia sino que es nacional.
M. G. : Justamente en la medida en que el Gobierno nacional está impulsando a través del Plan Estratégico Agro alimentario, Agro industrial al 2020, una expansión de la frontera agropecuaria, la incorporación de unos 9.000.000 de hectáreas a la superficie ya cultivada de las cuales 4.000.000, según dice ese plan estarían destinadas a la soja. Uno se pregunta, de dónde saldrían esas hectáreas, no de la región pampeana precisamente, sino hablamos de una continuidad de la expansión hacia las provincias del noroeste y noreste argentino. En la medida que el gobierno nacional tenga este tipo de política, con qué autoridad podría plantearles a los otros países de la cuenca del Plata, como Paraguay y Brasil, que observen un poco las consecuencias que está sufriendo nuestra población, nuestro territorio, estas inundaciones, estas crecidas extraordinarias en función de la deforestación que está ocurriendo en esos países, como en la cuenca de Iguazú, en el estado de Paraná brasileño. Mal se podría plantear o reclamar a los brasileños que tengan otro tipo de política. No es solo nacional sino inclusive en algún momento se vio una publicidad de una de las transnacionales semilleras y de agroquímicos Syngenta, ese mapa como una enorme mancha verde cubriendo una parte importante de nuestro cono sur, con la leyenda República Unida de la Soja.
Estamos viendo en la cuenca del Plata y del Paraná-Plata, las consecuencias de un fenómeno puntual en el tiempo que no cubre un área demasiado extensa en Brasil, pero que aguas abajo por supuesto va a generar en los próximos días muchos miles de perjudicados y probablemente evacuados.
ELM: Además son las comunidades que históricamente han sido olvidadas por los Estados.
M. G. : Generalmente los evacuados por inundaciones, por crecidas de los ríos a lo largo de la cuenca del Paraná, suelen ser las poblaciones de menores recursos, que de instalan donde se sabe que el río cada tanto produce crecidas, ero van y lo hacen porque no les queda otra, no porque les gusta ser periódicamente inundados. Ante esta política, a medida que se favorece la expulsión de una parte de la población rural en función de la adopción de otro modelo agropecuario, tecnológico intensivo en capital, con menos requerimiento de mano de obra, muchos habitantes del campo terminan migrando a las grandes ciudades del litoral argentino y al no tener donde establecerse, se terminan instalando en los lugares más propensos, más riesgosos a peligros como las inundaciones.
Es todo un entramado de problemas que afectan a las poblaciones urbanas como a las rurales y forman parte de un mismo sistema social y político.