Sapag frenó la ley de hidrocarburos y ya se habla de patearla para el segundo semestre

El gobernador exigió cambios y en YPF quedaron en responder. El conflicto con los holdouts alejó a Cristina del tema

La resistencia de Jorge Sapag a la nueva ley de hidrocarburos propuesta por Miguel Galuccio tuvo su efecto: en el Gobierno ya admiten que la nueva norma para regular las inversiones en el sector recién podría debatirse en el segundo semestre.

Sobre todo porque el conflicto con los fondos buitres pegó en las proyecciones de la petrolera y dejó a la Presidenta sin atención para otros asuntos.

Fuentes del Gobierno que participaron de la propuesta, acercada a los gobernadores por Cristina el lunes de la semana pasada, admitieron que las gestiones para que la aceptaran fueron infructuosas. “Galuccio no se manejó bien. Habló por los medios y después quiso imponerlo”, admiten en la Casa Rosada.

Otro factura que llegó al CEO de YPF fue de las petrolera privadas, que le achacan haber convencido a Cristina de ni siquiera llamarlos para conocer su opinión sobre un marco regulatorio que también los afectará.

El titular de YPF chocó contra el gobernador de Neuquén, la provincia con mayor cantidad de reservas hidrocarburíferas y territorio del mega yacimiento de Vaca Muerta, quien el lunes fue a la quinta de Olivos con una contrapropuesata al proyecto oficial, que de ninguna manera estaba dispuesto a firmar, como anticipó en su momento LPO.

Se lo había comunicado a sus colegas esa mañana y llegó a Olivos con su propio proyecto que establece cambios sustanciales: permite que empresas provinciales se asocien a inversores aún sin tener capitales que aportar y reparte las responsabilidades ambientales.

Por si fuera poco, también exige mejorar el precio del petróleo, regulado por retenciones que reducen el cobro de las regalías.

De las modificaciones que impulsa el Gobierno, Sapag sólo acepta readecuar las condiciones de inversión establecidas en el decreto que permitió la llegada de Chevrón a Vaca Muerta. Además de incorporar un marco regulador para la explotación de petróleo no convencional.

Resistencias

La resistencia de los gobernadores se desató cuando comprobaron que el proyecto de Galuccio licuaba casi a la inexistencia la participación de las empresas petroleras provinciales en las inversiones en sus provincias. Sapag se indignó especialmente porque venía avanzando fuerte con su empresa Gas y Petróleo (GyP) para atraer inversiones, luego de una gira de su ministro de Energía, Guillermo Coco, por Houston.

“GyP es complementaria, no competidora de YPF, y para poder lograr el objetivo común de desarrollar los hidrocarburos no convencionales estas empresas no deben pretender ser exclusivas ni monopólicas, ya que necesitamos capitales y tecnología de todo el mundo para concretar este anhelo”, escribió hoy en una columna publicada en  La Nación.

Poco a poco, los gobernadores aprovecharon su embestida para ponerle paños fríos a la ley de de Galuccio, que sólo defendió públicamente Fabiana Ríos, de Tierra del Fuego. Daniel Peralta, de Santa Cruz, no asistió al lunes, siempre reacio a chocar de frente con Cristina.

Pero el resto se entusiasmó con la rebeldía de Sapag y, sin levantar la voz, lo apoyó. Martín Buzzi (Chubut) y Francisco Paco Pérez lo respaldaron y Oscar Jorge (La Pampa) y Alberto Weretilneck (Río Negro) pidieron resguardar sus inversiones.

Ahora, en YPF creen que la ley podrá negociase en el segundo semestre en el Congreso, pero fuentes de ambas cámaras que están en el tema lo creen improbable.

Sobre todo porque al ser una ley convenio lo primero que tienen que hacer es pasarla por las legislaturas provinciales y la resistencia de Sapag complica ese trámite en Neuquén. Ir al Congreso con esa batalla perdida no tiene sentido.

Obstinado, Galuccio no se detiene y hoy lideró una recorrida por el yacimiento Vaca Muerta de los diputados de la Comisión de Energía, presidida por el santacruceño Mario Metaza.

Sapag ya los invitó para hacer su propio tour junto a otras empresas que invirtieron en Neuquén, asociadas a su compañía provincial. Son las operaciones que el CEO de YPF quiere desterrar y hasta ahora no pudo.

LPO