Lucha por la tierra en tiempos de fracking y propietarios fantasmas
Desde sus orígenes la Central de Trabajadores Argentinos se ha involucrado en demandas que exceden el marco de lo estrictamente laboral, en el caso de la provincia de Neuquén, desde siempre ha estado vinculada a los reclamos del Pueblo Mapuche como así también a los de las familias campesinas o crianceras. Justamente a partir de una serie de denuncias formuladas por la central obrera tomaron estado público los atropellos sufridos por la familia Muñoz, en Aguada del Chañar, en cuyo campo la empresa Gas y Petróleo de Neuquén (GyP), controlada por la provincia, explota hidrocarburos no convencionales asociada a la brasileña Petrobras. César Sagredo y Diego Urretabizkaya, secretarios de Interior y de Comunicación, respectivamente, dialogaron con el OPSur sobre las problemáticas de tierras en la provincia, las tensiones que profundiza el efecto Vaca Muerta y las estrategias desplegadas por las empresas al abordar a las comunidades mapuche y familias campesinas.
Foto: Multisectorial contra la Hidrofractura de Neuquén
-¿Cómo empieza el trabajo de la CTA con los crianceros?
CS: En realidad llegan por los propios trabajadores estatales, al ser hijo de crianceros los trabajadores municipales de la zona norte de la provincia, como Andacollo, Varvarco, Huinganco. La gran mayoría de los pibes que no se quedan en el campo terminan siendo o trabajadores municipales o del Estado, fundamentalmente, agentes sanitarios.
Nosotros los primeros trabajos los hacemos con compañeros de Los Miches, de las comunidades, los Antiñir, los Pirquiñán; fundamentalmente con Hilda Antiñir, que era agente sanitaria. Ella por el ’90 nos pide que le demos una mano porque iban a ir los de [la Dirección de] Tierras a delimitarle unos campos.
DU: César te lo cuenta desde Neuquén, de la época de la que él habla yo estaba en San Martín de los Andes, y en la Central desde siempre, y antes de la Central era ATE [Asociación de Trabajadores del Estado]. No tienen dónde cuernos ir y como César dice, o es pariente o conoce a alguno o teníamos afinidad o trabajo en común, como es en el caso del sur, no con crianceros sino con las comunidades, con la Confederación Mapuche, que es otra cosa. Ellos tienen su orgánica y siempre lo que precisaban de nosotros era banca. Nosotros íbamos a un conflicto de ellos, que ellos resolvían quién, en qué momento y cómo lo cerraban. En cambio, con lo de los crianceros, es totalmente inorgánico, es gente que de un día para el otro la desesperación los llevó, porque le alambraron el campo, que los echaron o esto que pasa ahora con las petroleras, que se le empiezan a morir todos los animales, le baja el nivel de parición, se les ensucia la pastura.
-¿Las problemáticas fueron variando o siguen siendo básicamente las mismas?
CS: Hasta el 2009 siempre fueron los mismos, a partir de ahí aparece como una nueva etapa, la cuestión del petróleo. Ahora tiene que ver con familias que se fueron a la veranada y cuando vuelven a su invernada tienen pozos de petróleo. En Rincón de las Cenizas o en Chihuidos se van hacia el norte, a la cordillera de arriba, y cuando vienen tienen las camionetas petroleras y un pozo adentro. Un pozo tarda 25 días [en perforarlo la empresa]. Tienen los estudios hechos y, cuando te querés acordar, encontraste a Total o cualquiera de las empresas.
DU: En principio eran estancieros, después hubo una época, en los ’90, de extranjerización, que vendían estancias y tierras a lo tonto, y siempre terminaban cagando a la gente que vivía adentro. Y, en los últimos años, la cuestión del petróleo. Pero son todos medios parecidos en cuanto a los trámites que en su momento hicieron, los papeles que tenían, los papeles que se perdían en Tierras, la dificultad del trámite para una persona del campo que no tiene idea de qué es lo que tiene que hacer, ni conoce Neuquén, ni sabe, llegada a Neuquén, a dónde tiene que ir, ni a quién le tiene que reclamar, ni cuál es el papel que tiene que hacer, ni en su vida vio un abogado, salvo cuando le fueron a decir que se tenía que mandar a mudar con toda la familia, o directamente le ponían un alambrado.
Foto: Multisectorial contra la Hidrofractura de Neuquén
-En una entrevista que hicimos nos decían que el 80% de los crianceros no tiene el título sino diferentes tipos de tenencia.
DU: La Provincia ha hecho mucha pompa en los últimos años de que se han entregado más títulos que nunca, lo cual no nos consta y es un número que no tenemos, difícil de verificar. Se nota que [el Gobierno] ha tenido alguna presión sobre el tema porque en los últimos dos, tres años, cada vez que difunde su plan de obra, sus logros, en época de campaña, pone como importante la entrega de títulos de tierras.
CS: Lo de la titulación de la tierra es un cuento del gobierno. En realidad cuando ponen que van a entregar 30 o 40 títulos, son los terrenos fiscales que hay en el pueblo, no tiene que ver con la tierra de los viejos, a no ser un lugar alejado del petróleo. En esta etapa, este gobierno, lo que ha hecho es decirle al criancero que tiene 5 mil hectáreas: “Vamos a hacer una cosa, para que tengas el título de propiedad rápidamente, hagamos una mensura de 100 has y te doy el título de propiedad, y un permiso de pastoreo por las otras 4900”. Después de 50 años, que a un tipo que ocupa 5000 hectáreas le digan eso, es una sinvergüenzura del Gobierno.
-Con la llegada de las petroleras y, sobre todo, con el boom de Vaca Muerta, ¿cuáles son las principales problemáticas que emergen?
CS: Teófilo Muñoz y Enrique Muñoz son de Aguada del Chañar, que es donde el gobierno le cambia el nombre al área por Aguada Federal y hace el primer pozo de GyP. Estamos hablando de que vamos por la ruta vieja a Rincón de los Sauces, de El Chañar te tenés que mandar 60 km y 15 para adentro, para llegar a lo de los Muñoz… Desde que se cambió la ruta nunca llegó nadie, si iba alguno, era un pariente. El viejo jugaba con los hijos a adivinar qué auto era por el ruido del motor, hoy le entran un promedio de 100 vehículos por día.
Ellos dicen que le dan más de comer al zorro que a nadie, porque como se le espantan las chivas [por el tránsito]. La chiva es delicada, necesita la mayor de las tranquilidades para la parición, para que se quede, porque si no se espanta y deja la cría sola.
-Es una problemática que se da en la zona Centro con la explotación convencional
DU: Pero exacerbada porque el fracking requiere mucho más de todo. Ahí volvemos a una de las primeras cosas que ustedes planteaban… ¿qué hacen? ¿Cómo reconvierten a toda esa gente? Que podrían hacerlo y el monto total sería ínfimo. Decís: “Esta familia no va a tener más animales, le damos que administren la cantera, como es el caso de los Muñoz”, pero no, no le dan nada, ni le dejan vender tortas fritas.
CS: Cuando viene Enrique Muñoz lo primero que me dice: “Sabe qué, no me dejan ni vender tortas fritas” [a los trabajadores petroleros]. Y ahí me pasa a contar: “Mi papá tiene 13 pozos de petróleo, pero llegamos a 20 pozos de petróleo [contando los campos da toda la familia]. GyP nos quiere sacar a empujones de acá”.
Ahí los milicos están al servicio de GyP. GyP le dice: “Andá a sacármelos a empujones”, y salen corriendo ellos a sacar a empujones a los viejos. GyP, si es paisano y lo puede desaparecer, mejor, es una empresa que maltrata a todos los crianceros.
-¿Ellos en qué situación están con la tenencia?
CS: Dicen que hay un chino, que vive en EE.UU., que es dueño de ese lugar, y hay un abogado que es el que teóricamente tiene el patrocinio de ese tipo en Neuquén. Al chino nunca lo han visto por ahí, pero siempre le han complicado la cosa diciendo: “Guarda que viene el chino”.
-¿Hay diferencia en cómo GyP se trata a las familias crianceras con respecto al resto de las operadoras?
DU: Siguen líneas distintas, todas las empresas grandes son internacionales que tienen los mismos quilombos en otros países y han aprendido, saben cómo afrontarlos y que no les conviene tener la prensa en contra. No les conviene el título: “el criancero vs la multinacional”, porque es muy fácil que la gente se ponga a favor del criancero. ¡A GyP no le importa! Y además hacen punta para mostrarles a los otros cómo tienen que negociar con esta gente y cómo se debe negociar con nosotros.
CS: Contaminan todos, en todo caso la diferencia es que Total o cualquiera de las empresas que anda dando vueltas, lo que hace es poner un negociador. A ese criancero le aparece un tipo que es bárbaro, que es un divino, que le va a plantear todo lo que le va a resolver…
-En muchos son mujeres las encargadas.
CS: La mayoría son mujeres. Shell, Total, manda mujeres de Recursos Humanos. En GyP los que aparecen son los encargados de turno, que les dicen: “¡Vos te tenés que ir a la mierda de acá porque vos no vivís acá!”. Y en realidad GyP hace 3 años que está en esa zona y en esa zona Muñoz va a cumplir 50 años.
-Nos decían que YPF también tiene un manejo similar al que describen de GyP.
CS: De maltrato, sí, sí. Vos lo ves al Pampa Hernández, en la zona de Añelo, le metieron la primera denuncia penal cuando cortamos y el viejo no quiere saber más nada. El Pampa Hernández es un escritor de música, un poeta. El tipo dice: “Quiero vivir acá, no quiero que me molesten, ni que me pasen acá 50 camionetas, pa’qué, si yo estoy bien”. Vos ves cómo vive y no entendés cómo YPF tiene 12 pozos de petróleo dentro de su campo y no lo llama ni siquiera a conversar.
DU: Las petroleras no estatales son voraces, por supuesto, pero tienen un trato distinto de intentar darle lo menos posible y quedarse con el resto; las estatales, GyP e YPF, maltratan.
CS: La sensación que me da es que el gobierno de Sapag está ganando muchísima guita con las empresas petroleras, en el sentido de que los tipos están cobrando algún canon por pozo de petróleo, por picada, por camino en las tierras fiscales. Porque a los viejos no les dan ninguna posibilidad de discutir, no le dan un sólo papel. Si los crianceros tuvieran una certificación de que está avanzada la adjudicación en venta de esa tierra fiscal que ocuparon toda la vida, las empresas les pagarían a ellos.
DU: Hemos visto muchos casos de esos dueños que aparecían de repente y cuando empezábamos a hurgar en los expedientes, había allegados al Gobierno, ex funcionarios, gente que ni siquiera está en el país, que cobraba la servidumbre; mientras los crianceros se desloman laburando para sacar cinco chivos más.
Foto: Multisectorial contra la Hidrofractura de Neuquén
-Este maltrato que señalan de GyP e YPF con los crianceros, ¿es producto de una concepción del Estado casi racista?
CS: A mí me da la sensación de que intentan que le salga lo más barato posible. Te puedo aporrear, te puedo decir: “Vos no te metés, vos no reclamás…”, y después te voy con alguna solución, te doy 3 mil pesos…
DU: El Estado está acostumbrado a hacer eso desde siempre, por eso la diferencia entre las multinacionales y las dos estatales… Las petroleras multinacionales le tienen miedo al quilombo que en algún momento le salga mucha plata, el Estado…
CS: Acá no he visto negociadores de YPF para resolver las cosas, creo que YPF prefiere pagarle al Gobierno de la Provincia por locación que pagarle a los crianceros por el lugar donde están. En esta zona irán a haber 4 mil, 5 mil pozos, una cantidad inmensa… “Mientras más tarde en pagarte, más barato me sale. A los viejos que haya que apretar, hay que apretarlos.”
En algún momento se tuvieron que hacer expertos en petróleo los abogados de Neuquén, porque están los que discuten en serio, por el tema de los crianceros, y están los que van: “Usted va a ganar tanto, yo te cobro tanto…”. También para el tipo que dice: “Viví durante cuarenta años y veo que voy a andar distinto…” Les pasó a algunos de las comunidades, la camioneta [que tienen ahora] parecen camiones de grande. Pasó eso… ¿Qué vas a decir vos…? ¿Qué tenés para decir…?
DU: Ahí está la discusión, ¿hasta dónde llegamos? El tema del petróleo en general, de la tierra en general, es amplísimo; visto desde cada sector es distinto: vas por todo, vas por guita, vas por la cuestión medioambiental, picoteás un poco en todas. En el caso de los crianceros es la subsistencia y que se queden en el lugar. Si estás acá, la podrás pelear dentro de unos años, si no estás, se terminó. Hasta ahí, en los casos que intervinimos, ganamos.
La entrevista forma parte de la cobertura Añelo corazón de Vaca Muerta, que tuvo financiamiento de FRL con fondos del BMZ.