Insuficientes explicaciones sobre explosiones en el norte
Las explicaciones dadas por la Dinama en una reunión pública, el viernes último, sobre una serie de explosiones y temblores registrados en las últimas semanas en la localidad de Tambores y en la zona donde la petrolera Schuepbach ha iniciado una perforación exploratoria, no dejaron satisfecha a la nutrida presencia de vecinos.
A la reunión concurrió el director de la Dinama, Alejandro Nario, acompañado por sus técnicos, el intendente de Paysandú, Guillermo Caraballo, y el alcalde de Tambores, Ricardo Soares de Lima. Entre los presentes se encontraban vecinos que habían registrado explosiones y temblores que conmovieron sus viviendas, algunos atribuidos a la petrolera, otros a una cantera cercana, que esperaban esclarecer.
La primera explicación dada por el director de la Dinama fue que la autorización dada a las perforaciones de Schuepbach prohíbe explícitamente el uso del ‘fracking’. A esta altura, esto no constituye ninguna fuente de alivio. Por un lado, es sabido que no se está en la etapa de extraer petróleo o gas con esa técnica, sino en una instancia de estudio donde no se sabe si hay reservas que justifiquen la extracción.
Por otro lado, esa afirmación tampoco es una garantía frente a la eventualidad de que se llegue a la etapa de extracción porque, mientras el presidente Tabaré Vázquez ha afirmado en público que no se practicará el ‘fracking’ en Uruguay, representantes del Poder Ejecutivo en el Parlamento se pronunciaron contrarios a todo tipo de ley que prohíba esa técnica. El gobierno no está siendo nada claro al respecto.
Es evidente que Schuepbach tuvo un percance que la obligó a suspender la actividad exploratoria. En un comunicado del 13 de junio lo describió como “un lento avance y problemas de perforación inesperados”. Y agregó que “consideró prudente proveer un descanso a parte de la tripulación y permitir a nuestro equipo reagruparse y considerar un cambio en la estrategia de perforación y el equipo”.
Por la información dada por la Dinama en Tambores, la empresa perforó hasta siete metros y medio de profundidad y no pudo avanzar. Es preciso mucha ingenuidad para creer que no tenían previsto encontrar la roca basáltica que caracteriza la zona. ¿No tuvieron esa información de las perforaciones anteriores? ¿Trajeron una maquinaria desde Estados Unidos que es incapaz de perforar el basalto?
La inspección de la Dinama después de haber sido suspendida la perforación es una evidencia más de que el organismo carece de capacidad de fiscalización adecuada. Enviar técnicos a inspeccionar luego de los acontecimientos, cuando media un tiempo donde se puede alterar la escena, como se ha verificado en otros casos con las plantas de celulosa, no es una garantía para saber qué ocurrió.
Reproducimos a continuación el testimonio de un productor rural de la zona:
“De la reunión de ayer viernes 23 de junio de 2017, entre vecinos de Tambores y otras zonas con la DINAMA, surgieron pocos resultados. El director Ing. Quim. Alejandro Nario y técnicos de la referida Dirección, recibieron los testimonios de los vecinos y recabaron sus datos personales y las observaciones sobre estruendos con vibraciones constatadas. Manifestaron que no conocen el origen de los referidos eventos. Llama la atención que el Observatorio Geofísico del Uruguay comunicó que no ha registrado ni explosiones, ni eventos sísmicos y que no han recibido reportes a través del formulario de su web. Puedo afirmar que recibió al menos uno, el que yo envié. Parece que se quisiera ignorar este asunto por algún motivo. Sugerimos a los vecinos hacer la denuncia policial correspondiente, ya que las explosiones sin la autorización oficial constituyen un delito y que la identificación del causante de tales eventos es necesaria para eventuales reclamaciones por daños.” (Roberto Xavier en Facebook)
En más de una ocasión, autoridades han aludido a su preocupación por “no generar alarma pública” para justificar el retaceo de informaciones. En situaciones como la que nos ocupa, donde la población registra hechos de gran magnitud que impactan en su vida, la “alarma pública” no la genera la información sino la desinformación.
Al final de la reunión en Tambores, ante la insatisfacción de los presentes con las explicaciones oficiales, se improvisó una hoja de papel para que los vecinos dejaran constancia por escrito de los hechos percibidos. Qué hará la Dinama con esos testimonios es una incógnita, pero es claro que la población de la zona seguirá con gran preocupación los acontecimientos futuros.
Mientras no se aclare debidamente lo ocurrido y las autoridades no estén seguras de sus causas, sería inaudito que se reanudaran las actividades de exploración de Schuepbach en la zona.
Uruguay Libre de Megaminería
25 de junio de 2017
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