El consumo en los hogares equivale a un 27,5% del consumo total de energía. Pero no todos los hogares consumen lo mismo. Casi la mitad de los hogares del país no cuentan con conexión a la red de gas y deben comprar garrafas cuyo valor llega a ser 10 veces más caro que el gas de red. Las diferencias pueden ser tan grandes, que un solo shopping consume lo mismo que 80 manzanas residenciales .
Otro 23,2% lo consume el sector industrial. Aquí se ubican tanto las pequeñas industrias como las de uso intensivo de energía. El caso más significativo es el de la megaminería, una actividad energívora. Durante su periodo de mayor actividad la mina Bajo la Alumbrera consumía el equivalente al 170% de la electricidad de la provincia de Catamarca. Finalmente tenemos al sector que más energía consume en el país: el transporte con un 29%. Básicamente porque el transporte de larga distancia, tanto personas y mercancías, es mayormente automotor.
Ante un sistema de consumo tan desigual e irracional, ¿tiene sentido que yo ahorre energía en casa? Claro que tiene sentido. El ahorro y la eficiencia energética son claves para tener una transición hacia un sistema de menor consumo y más responsable. Sin embargo no todos y todas tenemos la misma responsabilidad ante la crisis energética.