La tratadora de residuos Comarsa entró en la ilegalidad tras el vencimiento del plazo de adecuación que preveía el decreto provincial 2263, que obliga instalar estas plantas a más de ocho kilómetros de los centros urbanos. Excusas, dilaciones y reprogramación de tareas incumplidas son parte del comportamiento del basurero petrolero más denunciado por pobladores de los barrios de Neuquén capital.
Por OPSur.-
Se venció el período establecido para que los basureros petroleros de Neuquén se adecúen a una normativa que les obliga a alejarse de centros urbanos y zonas productivas. “El lunes pasado, 20 de noviembre, se cumplió el plazo que tenía Comarsa para adecuarse a la legislación, ya no hay excusas para que sigan ingresando y quemando residuos petroleros, es ilegal”, sostuvo en un comunicado el diputado provincial Santiago Nogueira (Libres del Sur).
Según el plan de cierre presentado por Comarsa, la planta no ingresaría más material y cerraría sus puertas en octubre del 2016. Junto a las y las vecinas, Nogueira reunió pruebas fotográficas del incumplimiento de la empresa. Tras las denuncias del legislador la empresa presentó un nuevo compromiso de cierre de sus puertas para mayo del 2017, cosa que tampoco ha respetado. “No solamente sigue quemando a metros de las casas sino que tenemos la certeza que hasta hace unos días seguían ingresando residuos lo que significa que pretenden tratarlos ahí, aumentando el volumen de acopio y por ende los tiempos de quema previstos”, denunció el diputado quien difundió fotografías que demuestran sus dichos. El legislador señaló como responsables de esta irregularidad a la Subsecretaría de Ambiente provincial y al Ejecutivo Municipal, al que le viene solicitando la clausura de la planta.
El legislador informó en declaraciones a Radio Universidad Calf que la otra planta de tratamiento ubicada en la ciudad de Neuquén, Indarsa, está en una situación similar. Si bien ya trasladó lo que tenía acopiado a su planta de Añelo, hasta el momento, cumplidos los dos años para la adecuación, todavía no presentó el necesario plan de cierre ante la subsecretaría de Ambiente.
Pese a los reiterados incumplimientos de la normativa, Nogueira va por nuevas iniciativas sobre el tema. “En la Legislatura estamos trabajando en una propuesta para prohibir la quema de residuos petroleros en las ciudades, somos optimistas, creemos que vamos a tener acompañamiento de los diputados porque lo que proponemos es darle carácter de ley a lo que ya está establecido en el decreto”, señaló.
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Mientras los basureros petroleros siguen en la ilegalidad y los poderes ejecutivos comprometidos no toman cartas en el asunto. De este modo, las tratadoras siguen quemando a metros de las casas y las poblaciones linderas seguirán expuestas a las emisiones y contaminaciones que estas generen. Ante el anunciado resurgir de Vaca Muerta la aplicación de política pública local sobre el tratamiento de residuos petroleros sigue siendo un tema pendiente y necesario para el revertir la degradación en términos de salud pública y ambiental que las plantas han generado.
La genealogía de la norma
Desde el 2014 pobladores de los barrios de la ciudad de Neuquén vienen denunciando la contaminación que el basurero petrolero Comarsa genera la zona. Tras reclamos, acciones, marchas y audiencias el tema se convirtió en un tema de la agenda política.
En noviembre del 2015 el gobierno de la provincia de Neuquén publicó en el boletín oficial el decreto 2263/15, una respuesta a las demandas de la poblaciones afectadas. Esa norma estableció nuevas directrices para una actividad que había tenido un crecimiento exponencial producto de la actividad de explotación de hidrocarburos no convencionales con método de fractura hidráulica.
La falta de voluntad política de hacer respetar las leyes generan que dichas empresas no se ajusten a las normativas, ni en las plantas de la ciudad capital, ni en las nuevas plantas de Añelo. Según el decreto “Las Plantas […] deberán estar ubicadas fuera del ejido municipal, a una distancia mínima de ocho kilómetros de zonas urbanizadas o con proyectos de urbanización, considerando las proyecciones de crecimiento poblacional para los próximos veinte (20) años. Establécese una zona de cinco kilómetros, tomados desde el perímetro de la Planta, dentro de la cual no podrán existir asentamientos poblacionales”.
Otro de los puntos críticos de la normativa es que establece la capacidad de tratamiento (equivalente a 720 hs de tratamiento continuo) y operativa (medida a través de una tabla en toneladas), además de los plazos y formas de almacenamiento. Cualquier excedente que supere esos límites de almacenamiento deberá contar con una “Evaluación de Memoria Técnica” que será realizada por la Subsecretaría de Ambiente.
Cabe destacar que dicha normativa es taxativa en cuanto a las responsabilidades que tienen las empresas generadoras sobre los residuos. Estas son las responsables desde su generación hasta la disposición final. De esta manera las principales empresas petroleras que en la actualidad avanzan sobre la explotación de Vaca Muerta están expuestas a posibles acciones legales de parte de diferentes comunidades afectadas por no cumplir con el manejo responsable de toda la cadena.