Hay más de dos derrames por día en la Cuenca Neuquina

Fueron contaminadas entre el 2015 y el 2016 por contingencias hidrocarburíferas, 15 hectáreas menos que en el último derrame de YPF.

La gran mayoría de las contingencias son de escasa peligrosidad. En los últimos cuatro años el número de episodios asciende a 3.368. El 2018 es el año más crítico del período.

Por Matías Del Pozzi / Río Negro

El blowout en Bandurria Sur sin dudas fue el derrame más importante de Vaca Muerta de la última década, no solo por la cantidad de crudo y lodos que salieron a superficie sin control, sino por la cantidad de hectáreas que se afectaron. Sin embargo, no fue el único hecho que se registró en el año.

Acorde a los datos oficiales de la subsecretaría de Ambiente de la provincia de Neuquén a los que accedió “Río Negro”, en los últimos cuatro años, hubo 3.368 incidentes ambientales producto de la industria del Oil&Gas.

Vale aclarar que aproximadamente el 80% de las contingencias son provenientes de los yacimientos maduros (desarrollos convencionales), de la Cuenca Neuquina.

Si bien los números fluctúan año a año, solo en los primeros 10 meses de 2018 se identificaron 934 incidentes en Vaca Muerta, el número más alto desde 2016. Los de este año se ubican en 95 yacimientos, aunque el 70% del total se concentraron únicamente en 13.

Los antecedentes indican que en 2015 hubo 863 contingencias ambientales repartidas en 33 yacimientos, 868 al año siguiente, también en 33 áreas, y en 2017 el número se redujo a 703, aunque, la cantidad de yacimientos problemáticos ascendió a 68.

En los últimos dos informes se segregan los incidentes como mayores y menores sin brindar más información. Particularmente, en 2017 el 89% son considerados menores, mientras que el restante 11% fueron mayores. En 2018 la brecha es más angosta aún, el 95% de las contingencias ambientales fueron catalogadas como menores y solo el 5% restante como mayores.

Entre 2015 y 2016 la provincia tiene discriminados 1.163 derrames de crudo y 433 de agua de producción utilizada en los procesos de extracción. En el informe se considera derrame de crudo a cualquier vertido con concentraciones de hidrocarburo mayores a 0%.

La magnitud de Bandurria

La cantidad de contaminaciones en actividades vinculadas a la industria hidrocarburífera de los últimos cuatro años son estadísticas elocuentes desde cualquier punto de vista.

Un dato que sobresale del resto es que el derrame del mes pasado en el pozo Lcav-26, en Bandurria Sur, contaminó más hectáreas que en todo 2015 y 2016 juntos.

Según la última información oficial el derrame de YPF cubrió 47 hectáreas en total entre la superficie alcanzada por el spray, las canaletas y las piletas. Y el área afectada de los dos años juntos fue de 31,51 hectáreas.

Específicamente en el 2015 la superficie afectada por los hechos de estas características abarcó 12,35 hectáreas, y el volumen de suelo contaminado que se retiró fue de 5.515 metros cúbicos (m3). Al año siguiente, el área afectada fue aún mayor, cubrió 19,17 hectáreas y el volumen de suelo retirado fue de 13.091 m3.

Hoy la mirada y las inversiones de las principales firmas que operan en Vaca Muerta está puesta 2.500 metros bajo tierra donde aguardan los no convencionales.

Si bien los incidentes en estos desarrollos solo representan el 20% de las contingencias de los últimos cuatro años, Bandurria demostró que ser minoría no es lo trascendental, sino, el grado de impacto.

La cantidad de afectaciones ambientales está directamente vinculada con el atareado nivel de actividad en el sector. Las estadísticas muestran que año tras año Vaca Muerta crece y sus límites aún no se cuantifican. Indudablemente cada vez quedará más expuesta.

La corrosión interna de los materiales es la falla más común. Esto se debe a la constante exposición al agua, cloruros y contaminantes del gas.
El yacimiento a cargo de YPF, Chihuido de la Sierra Negra, es el que lidera el ranking de los pozos más críticos entre el período del 2015 y 2018.
Hay más de dos derrames por día en la Cuenca Neuquina
En números
934
es el número de incidentes ambientales que se registraron en los primeros diez meses de este año.
47
contingencias ambientales fueron catalogadas por la Provincia como incidentes importantes. Es el 5% del total.
Las fallas más comunes son mecánicas y materiales
De acuerdo con los informes de contingencias ambientales de la provincia, los hechos más reiterados se deben a problemas mecánicos y fallas materiales, aunque hay un gran porcentaje de contingencias que no están detalladas.
Entre el año 2015 y 2016, hubo 1731 incidentes, de los cuales 1093, es decir el 63,27%, fueron causados por fallas mecánicas o problemas en los materiales.
Esto sucede porque las propiedades intrínsecas de los materiales, luego de mucho tiempo de uso, terminan cediendo frente a los líquidos altamente corrosivos a los que son sometidos. Se dañan ductos, líneas de conducción e instalaciones de superficie.
El 19,35% de las contingencias fueron causadas por errores de operación, fenómenos climáticos, vandalismo, causas operarias y cortes de energía.
Y el 17,38% restante aparecen englobados como hechos con causantes sin identificar, por lo que un gran porcentaje queda fuera de análisis.
Con respecto al 2017 y los primeros 10 meses del 2018, los informes provinciales no presentan ningún tipo de detalles sobre los incidentes.
Frente a estos hechos la subsecretaría de Ambiente sugiere una serie de trabajos de mantenimiento, en casi todos los procesos de producción, con el fin de evitar futuras reincidencias.
Acorde a los informes de los últimos cuatro años, los incidentes en los yacimientos más críticos se han reducido, pero aún siguen registrando un alto número de fallas ya mencionadas en documentaciones antiguas.