En cuarentena continúa el análisis de los sismos en Vaca Muerta

Por Virginia Trifogli / Redacción Río NegroLos vecinos de Sauzal Bonito vinculan el parate de la actividad al descenso de los temblores. Se detectaron pequeños movimientos en el último plazo.

En Sauzal Bonito aseguran que los temblores cesaron con el parate de la actividad en Vaca Muerta. Foto Archivo: Fernando Ranni

Desde que los vecinos de Sauzal Bonito comenzaron a denunciar que los sismos afectan sus casas, la necesidad de entender el origen de esos movimiento fue en incremento. Los pocos estudios realizados ponen en el foco en los movimientos de las placas en la dorsal Huincul, cerca del lago Los Barreales, pero se requiere más información para determinar si son parte de un proceso natural o causados por la acción humana. Ahora, los vecinos aseguran que con el parate de la hidrofractura (fracking) en Vaca Muerta también descendió la actividad sísmica. Mientras tanto, no hubo novedades de la red de sismógrafos que anunció la Provincia, con la que se recolectaría la información que despejaría las dudas.
La subdirectora del Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpres), Silvana Bustos, explicó que no solo es probable, sino posible que la baja de la actividad en Vaca Muerta esté vinculada al descenso de sismos. Pero resaltó: “no se puede confirmar científicamente porque requiere más datos técnicos”.

Bustos también aclaró que los sismos de menos de 2,5° solo son informados al Gobierno provincial por un pacto de confidencialidad. Esos temblores, los llamados “microsismos“, son los que permiten estudiar la evolución de una zona, porque se puede “dibujar” el camino de los temblores y notar si hay modificaciones que se vinculen a la actividad humana.

Para un grupo de científicos, la vinculación entre la hidrofractura y los sismos se muestra con lo sucedido en el último tiempo. Se trata de Daniel Zuñiga, Javier Grosso y Gustavo Gimenez, de la Universidad del Comahue; Guillermo Tamburini de la Universidad de la Patagonia Austral – Conicet y Joaquín Vázquez Marín, de la Red Geocientífica Chile.

Relevaron que ocurrieron siete sismos en diciembre, dos en enero, tres en febrero, dos en abril y otro en mayo. El primero del mes pasado sucedió el 4, a 9,5 kilómetros de profundidad, se sintió en Añelo, tuvo una magnitud de 3,1°. El segundo fue cinco días después. Este tuvo una magnitud de 2,1° y sucedió a 10 kilómetros de Sauzal, después de que no se registrara actividad desde finales del año pasado, cuando los temblores se “trasladaron” al norte de Añelo. En este sector fue donde sucedió el sismo de hace cinco días, que tuvo 2,8° de magnitud y se dio a 5 kilómetros de profundidad. Grosso explicó que los movimientos van condiciendo con el trabajo de los pozos del sector donde se registran.

El geógrafo explicó que se basan en los informes de la Secretaría de Energía, que indican que desde diciembre no hay fracturas al sur de Añelo, lo que coincide con la ausencia de sismos en Sauzal y el incremento al norte de la localidad conocida como “el corazón de Vaca Muerta”. Aclaró que el último reporte al que tuvieron acceso es al de febrero.

Los vecinos también hacen el mismo razonamiento, pero por sus vivencias diarias. Roberto, uno de los miembros de la comunidad Wirkaleu que reside en Sauzal Bonito, aseguró que no han percibido temblores en el último tiempo. Lucas, otro vecino de la localidad, contó lo mismo.

Sin embargo, para poder darle veracidad a las teorías es necesario que se complete la red anunciada de 26 sismógrafos -de los cuales hay dos- para poder tomar datos con precisión, recolectarlos durante un año y, finalmente, poder empezar a elaborar conclusiones.