El fracking quiere ocupar las aulas de una escuela agropecuaria

Desde su fundación, San Patricio del Chañar se dedicó a la fruticultura. A mitad de camino entre Añelo y Neuquén, en los últimos años comenzó a sufrir la expansión territorial de Vaca Muerta. Con ese trasfondo, el intendente convocó a una “consulta popular” para incorporar al colegio agrotécnico otras orientaciones. Desde el sindicato docente cuestionan la injerencia municipal en temas educativos, que corresponden a la provincia, y denuncian que el objetivo velado es modificar la orientación escolar. Además de competir por el suelo de las chacras, la lógica petrolera avanza sobre las aulas, lo que, de concretarse, reducirá cada vez más las posibilidades de diversificación productiva de Neuquén. 

Desde su fundación, San Patricio del Chañar se dedicó a la fruticultura. A mitad de camino entre Añelo y Neuquén, en los últimos años comenzó a sufrir la expansión territorial de Vaca Muerta. Con ese trasfondo, el intendente convocó a una “consulta popular” para incorporar al colegio agrotécnico otras orientaciones. Desde el sindicato docente cuestionan la injerencia municipal en temas educativos, que corresponden a la provincia, y denuncian que el objetivo velado es modificar la orientación escolar. Además de competir por el suelo de las chacras, la lógica petrolera avanza sobre las aulas, lo que, de concretarse, reducirá cada vez más las posibilidades de diversificación productiva de Neuquén. 

Por Fernando Cabrera / Fotos: Martín Álvarez Mullally

“¿Estás de acuerdo con que se incorporen nuevas orientaciones técnicas en la EPEA N°3 de San Patricio del Chañar, vinculadas a la demanda laboral actual?”. Con un sí o con un no se responderá esa pregunta en la consulta popular no vinculante del 28 de febrero. Ese sencillo acto pone de manifiesto una discusión profunda sobre la identidad, el futuro del pueblo, y el rol de la educación en esa disyuntiva. 

Desde su fundación a comienzos de la década de 1970, El Chañar se había especializado en frutas de carozo. Hace 20 años el gobierno neuquino implementó una política de promoción que la transformó en un polo vitivinícola que nuclea, entre otras, a las reconocidas bodegas Schroeder, Fin del Mundo y Malma. Pero la expansión inmobiliaria e industrial vinculada a la economía petrolera tensiona la orientación productiva de la localidad y amenaza todos los ámbitos de la vida. La consulta popular es parte de ese proceso. 

La iniciativa, aprobada por unanimidad en el Concejo Deliberante el 29 de diciembre, fue presentada públicamente en una conferencia de prensa conjunta entre el intendente Leandro Bertoya, el gobernador Omar Gutiérrez y la ministra de Educación Cristina Storioni. El gobernador resaltó la consulta popular por “democrática”, “original” e “innovadora”. Storioni no dijo nada y el mandatario comunal se autoaduló. “La municipalidad quiere que sea la población la que decida qué hacer y nosotros desde el Estado vamos a acompañar institucionalmente esa decisión”, sostuvo.

Sin embargo, desde distintas instancias escolares entienden que detrás de lo que se presenta como un acto democrático se oculta la intención de avanzar sobre la Escuela Provincial de Educación Agrotécnica (EPEA) N°3. Lo que se publicita como una apertura a la participación popular es, en realidad, la búsqueda de legitimidad para ir en contra del proyecto escolar.

El secretario general de la Asociación de Trabajadores/as de la Educación del Neuquén (Aten), Marcelo Guagliardo, rechaza la consulta como está planteada. “Una cosa sería consultar a la comunidad si cree que debe crearse otra escuela en la localidad y ahí todas y todos estaríamos apoyando, y otra es descalificar una institución en funcionamiento, que ha superado un gran cantidad de inconvenientes para crecer, con la pretensión de reemplazarla”.

“Es una intromisión en un tema que corresponde al Consejo Provincial de Educación”, argumenta el dirigente de Aten, ya que la Constitución Provincial y las normas que regulan la educación definen que esa es la institución que decide sobre los planes de estudio y temas educativos en general. 

“Nadie niega que es necesaria más oferta educativa, nadie está en contra de una consulta popular pero consideramos que no se dicen todas las intencionalidades”, cuestiona la titular de la seccional Chañar del sindicato docente, María Rosa Leiva. “La comunidad de San Patricio ya expresó durante muchísimos años lo que quiere: la creación de un nuevo secundario”, agrega. Y se pregunta: “¿Por qué la consulta tiene como finalidad definir nuevas orientaciones para la EPEA? Nunca se habló de nuevas orientaciones para el nivel medio”.

Por su parte, el docente de la EPEA Pablo Laurente afirma que “el objetivo es que la comunidad se convenza de que la EPEA no es de interés para la comunidad”. Desde su creación en 2011 la institución carece de la infraestructura adecuada. Pese a que con el tiempo se ubicó en una chacra de 7 hectáreas, todavía hay dos cursos en tráileres. “Cuando se crea una escuela en desmedro de otra, eso no es ampliar la oferta educativa”, subraya Laurente, quien además es consejero escolar del Distrito VI.

Las intenciones ocultas salen a la luz mediante el accionar municipal. La comuna contrató a 20 personas para volantear en favor de la consulta. Según Laurente, los capacitaron con argumentos falaces: que tiene pocos egresados, que tiene poca matrícula, que el título perderá su validez. Una posición congruente con la que desplegó Bertoya en una entrevista radial en Vos a Diario: “No estamos en contra de la EPEA. Ahora, es indudable que hay un nivel de ineficiencia en el uso de esa infraestructura y en el nivel de egresados, y en las elecciones que los vecinos hacen de esa escuela”.

La escuela agrotécnica

En Neuquén hay tres EPEA. La de Chañar se creó en 2011. Entonces se aprobaron los cargos de docentes y auxiliares pero no tenía edificio. Empezó a funcionar en el Puesto de Capacitación Agropecuario, un centro de formación provincial de adultos. A través de un programa de Nación, a fines de 2012, la escuela compró una chacra de 7 hectáreas donde funcionó en tráileres contratados por el Concejo Provincial de Educación hasta que en 2015 se inauguró la primera parte del edificio, aunque algunos cursos siguieron funcionando en tráileres. “Después de muchos años de lucha, en 2018 se consiguió que se construyera el comedor y dos aulas, pero se necesitaban cuatro”, describe Laurente, y señala que todavía hay dos cursos que funcionan en tráileres. “Hoy tenemos espacios por fuera del edificio ocupados como aulas. Los tráileres no son aulas. Y hoy el fundamento de esta consulta es que en la EPEA sobra lugar”, señala.

Bertoya aseguró públicamente que en 2020 hubo tres egresados. Después rectificó la información. “Mínimamente debería informarse para hablar por los medios. No fueron 3, fueron 14, y son pibes del pueblo que tienen nombre y apellido”, se enoja Laurente.

“Hacen una comparación directa con el CPEM diciendo que tiene tres veces más de matrícula y nosotros decimos que está bien que así sea: tiene tres turnos. La EPEA tiene otra modalidad y es de jornada extendida. En la EPEA los chicos están 9 horas diarias. No se pueden comparar una escuela con otra”, explica el docente.

La escuela tiene 12 cursos y una matrícula de 267 estudiantes. Tiene un área de cultivos hortícolas y pasturas. También, un plantel de cabras, ovejas y cerdas, un sector de cunicultura, y además algunas gallinas y pollos.

Cada aula costó grandes luchas

En San Patricio hay dos jardines de infantes, cuatro escuelas primarias y dos secundarias. Aunque debería haberse inaugurado en 2019, uno de los jardines sigue en construcción y no se podrá utilizar este ciclo lectivo. Además, una primaria funciona en un centro cultural y la EPEA tiene dos cursos en tráilers.

“En 2017 después de un montón de acciones, como toma de escuelas y cortes de ruta, se logró la creación en la escuela primaria 364 que todavía funciona sin un edificio propio”, cuenta la secretaria general de Aten Chañar.

“En los últimos años la demanda educativa en Chañar ha sido muchísima”, explica y vincula la explosión demográfica con Vaca Muerta. “Muchas familias vinieron a asentarse en a la localidad pensando en la oferta laboral”, sostiene Leiva.

Esa migración generó la demanda de una nueva secundaria. Hace dos años, tras un fuerte reclamo por la creación de otro secundario, el Consejo Provincial de Educación agregó dos aulas al CPEM 31, pero no creó otra escuela. Eso generó serios problemas: los baños, por ejemplo, no dan abasto.

Educación para qué

La consulta popular habilita discusiones profundas en torno al rol de la educación y el modelo productivo. Al respecto, Guagliardo considera: “tenemos que pensar la formación de nuestras y nuestros jóvenes desde las perspectivas que han quedado plasmadas en el nuevo diseño curricular construido entre todas y todos los docentes de la provincia”. Y destaca la relevancia de las perspectivas de género, intercultural, de la inclusión y ambiental que son los como fundamentos en la educación secundaria en ese diseño. 

“Es importante preparar a nuestras y nuestros estudiantes en las áreas productivas de la provincia y ahí la orientación de la EPEA es sumamente necesaria si aspiramos a diversificar nuestro perfil productivo, generando posibilidades de un desarrollo sustentable”, señala. 

Por su parte, Leiva sostiene que “la educación no puede estar pensada únicamente en términos de formar mano de obra para la industria petrolera. Creemos que tenemos que formar ciudadanos que puedan desempeñarse en diferentes espacios, en diferentes actividades y que tengan la oferta educativa necesaria para realizar esa elección y esa formación”.

“Hay que cambiar esa mirada que se tiene de que Vaca Muerta nos va a solucionar la vida a todos, como que la empresa del petróleo es la gran solución. Hay que apuntar hacia otro lado. Consideramos que es muy importante la cuestión agropecuaria en toda esta región, y que se ha dejado abandonada durante muchos años”, afirma. 

Al respecto, Laurente indica que cuando las autoridades municipales hablan de capacitación para oferta laboral se refieren a cursos dictados por las empresas “en base a sus necesidades para que vayan a laburar y llenar de grandes ganancias a las multinacionales que ganan fortunas a costa del trabajo de los neuquinos y neuquinas”.

“¡Qué importante sería que haya una escuela que forme a sujetos con una orientación de energías renovables! Porque el petróleo es pan para hoy y no sabemos qué va a pasar mañana. Se ata toda una estructura estatal al petróleo y cuando hay baja del precio del barril las empresas ganan menos pero siguen ganando, y los que sufrimos las consecuencias somos la población neuquina”, agrega.