En el marco de la serie de encuentros Diálogos para la transición, desde el Observatorio Petrolero Sur convocamos a la tercera jornada para hablar del futuro de las energías renovables y rol del hidrógeno verde. La propuesta fue recuperar las experiencias de generación de energías renovables de media y de baja potencia y poner en común el estado de situación actual. En relación al hidrógeno verde, se trabajó sobre un interrogante: ¿Hay una agenda no corporativa para impulsar el desarrollo de este vector energético?
En esta oportunidad, nos acompañaron Judith Franco, del Instituto de Investigaciones en Energía No Convencional (INENCO) de la Universidad Nacional de Salta, coordinadora del equipo de investigación autor del libro Experiencias de Energías Renovables en Argentina. Una mirada desde el territorio; Jorge Chemes, miembro de Taller Ecologista, del Grupo de Trabajo Latinoamericano Energía y Equidad y del Observatorio de Energía y Sustentabilidad de la Universidad Tecnológica Nacional; y Leonardo Salgado, miembro de la Mesa de Transición Energética y Productiva de Río Negro y de la Asamblea Socioambiental de Cipolletti y coautor del informe ¿Humo Verde? Notas y comentarios sobre la promoción del hidrógeno como vector energético. Analía Zárate, investigadora del Observatorio Petrolero Sur, estuvo a cargo de la apertura y conclusiones y la comunicadora Flavia Medici moderó el encuentro.
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“En Argentina tenemos capacidad técnica y recursos humanos para generar la transición energética”
Al comienzo de su intervención Judith Franco explicó cómo realizaron el relevamiento de cara al libro Experiencias de Energías Renovables en Argentina. Una mirada desde el territorio. “Encontramos casos de éxito y casos que no funcionaron”, advirtió y destacó como una dificultad que algunos proyectos permanezcan en esa fase durante muchos años, hasta décadas. La investigadora también señaló que otra contra fue el avance de muchas de estas iniciativas sin acuerdo con las comunidades locales y los pueblos originarios. “Los grupos que impulsaron generación renovable conformados como cooperativas -consideró-, se destacan como casos de éxito”.
“En Argentina tenemos capacidad técnica y recursos humanos para generar la transición energética”, aseguró Franco, que consideró que no es un proceso que deba pensarse desde megaproyectos: “Hay que organizarla desde las comunidades, desde las cooperativas, cambiando nuestro modo de vida para reducir el consumo energético y utilizar menos combustibles fósiles”.
“El hidrógeno verde puede jugar un papel en la transición energética popular”
A principios de noviembre el presidente Alberto Fernández anunció que la empresa australiana Fortescue Future Industries invertirá 8400 millones de dólares para producir hidrógeno verde en Argentina. Sobre esta noticia, Leonardo Salgado consideró: “La demanda de hidrógeno verde aún no existe, aunque se supone que el mundo comenzará a intensificarla. Estamos discutiendo sobre algo que va a suceder”. Además, explicó que el gobierno nacional confía en estar en sintonía con la futura demanda internacional. “Están apostando a que nos van a comprar hidrógeno a nosotros, lo que está por verse. El tema es más producir hidrógeno barato que producir hidrógeno verde. Me pregunto qué sacrificios tendremos que hacer para poder hacerlo”. De todas maneras, agregó: “El hidrógeno verde puede jugar un papel en la transición energética popular”.
“Fortalecer las diversas formas de lo público es clave”
Con esa afirmación se posicionó Jorge Chemes al comienzo de su exposición, en la que mostró diferentes sistemas de generación distribuida con energías renovables. “Estamos buscando constantemente ver qué grieta le encontramos a la normativa del mercado eléctrico nacional para construir, de forma alternativa y popular, una transición energética. Estamos buscando los huecos”, aseguró. Además, propuso dar el debate para derogar las leyes de energía eléctrica en América Latina, “hijas del proceso neoliberal de los 90”. En Argentina, se trata de la ley 24.065.
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“Pospandemia se puso frente a nosotres la situación de entender que ambiente, salud y producción están totalmente entrelazados. Y que por lo tanto la transición energética no es sólo el desarrollo de las capacidades tecnológicas, sino que requiere una mirada política. Y acá es importante destacar el tema de las escalas. La escala no sólo debe pensarse en términos de impacto, sino también en términos de acceso, porque los proyectos en gran escala, como los que se anuncian, que quedan en manos de las grandes corporaciones”, explicó Analía Zárate en el cierre de la jornada.
