Desde la RENACE queremos rendir homenaje a Miguel Grinberg, a una semana de su partida física. Uno de los fundadores de nuestra Red y, sin lugar a dudas, uno de los principales pioneros del movimiento ecologista argentino, latinoamericano y global.
En las sentidas palabras que hemos podido leer en estos días desde medios de comunicación, amigxs, seguidores y lectores de Miguel; pudimos tomar dimensión de sus inmensos aportes durante más de seis décadas como poeta, periodista, escritor, traductor, comunicador radial, pionero del rock nacional, multiplicador cultural, filósofo, maestro espiritual y militante ecologista. Reivindicamos este multifascetismo de Miguel porque desde esa mirada holística es que recorrió el camino de su vida.
Queremos nosotros honrarlo por su legado al movimiento ecologista del que supo ser inspirador, promotor y parte activa desde los lejanos años 60.
Porque desde su contacto con la generación Beat a fines de los 50 ya supo ver lo que muchos años después sería visto como inevitable: la sociedad humana se encaminaba hacia un abismo insalvable de no replantear radicalmente su rumbo. En Eco Contemporáneo en 1965 nos decía “Optamos por no ser homicidas. Optamos por no agregar más inutilidades a esta maraña. Estamos lejos de la posibilidad de constituir una nueva sociedad, evitemos más aberraciones….. El futuro es hoy. Desechemos el temor, no nos frenemos por miedo a caer, sigamos. Creer y crear, aunque el mundo reviente. No es optimismo, es amor”.
Y en la primera Mutantia de junio de 1980, titulada sugestivamente “Matar o no Matar” lanzaba una nueva etapa periodística con la tapa con imágenes de Apocalypse Now y el reverso de tapa diciendo “El dinero necesario para proveer adecuada comida, agua, educación, sanidad y alojamiento para todo el mundo ha sido estimado en 17.000 millones de dólares anuales, Es una enorme suma de dinero… Casi tanto como el que el mundo gasta en armamentos cada dos semanas”. El reverso de la contratapa decía “¿la energía nuclear puede dar dientes más blancos?” Después de la imagen de una calavera la respuesta: “Apostá tu vida a que sí”.
Transcurridos más de 40 años de aquella maravillosa iniciativa que transformó la vida de muchxs de nosotrxs, no podemos más que confirmar que esas palabras son perfectamente válidas para marzo del 2022; con una guerra más en desarrollo y la promesa ya gastada de la energía nuclear como “energía limpia”.
En estos 40 años Miguel jamás se detuvo y siguió alumbrando caminos y generando propuestas: La Cultura del Futuro, la Multiversidad de Buenos Aires y desde allí la temprana Red Nacional de Emergencias Ambientales que rápidamente se convirtió en la Red Nacional de Acción Ecologista que hoy sigue caminando, acompañando en los territorios las luchas socioambientales que Miguel y Mutantia preanunciaron.
Y para responder a la pregunta que siempre nos hacía ¿qué querés poner en lugar de aquello que rechazás? Miguel acompañó e impulsó decenas de iniciativas vinculadas a la construcción comunitaria, a la producción orgánica en escuelas, al impulso de las tecnologías apropiadas y por supuesto al crecimiento personal, la meditación y las búsquedas espirituales que claramente para él siempre estuvieron ligadas a la transformación social.
Miguel también fue un activo militante de la ciudadanía planetaria y son incontables las iniciativas que generó y acompañó para lograrlo. Previo a la Eco 92 sus aportes a la construcción de un Pacto de Acción Ecológica de América Latina, la construcción de la Agenda Ya Wananachi y ya en la Cumbre de la Tierra la redacción de los “Tratados Alternativos” sentaron las bases de las verdaderas respuestas a las crisis socioambientales que se profundizaron desde entonces.
Las organizaciones que hoy integramos la RENACE nos comprometemos a seguir honrando su legado y los valores que nos dejó manteniéndolo vivo en cada una de nuestras acciones cotidianas y como colectivo en nuestras luchas territoriales.