Rusia quiere crear impuesto a petroleras tras la crisis en el Golfo
El mandatario ruso, Dimitri Medvedev, expuso durante la cumbre del G-20 que se considere imponer una tasa a las multinacionales para financiar las operaciones de limpieza
El presidente de Rusia, Dimitri Medvedev, instó a los líderes del G-20 a que consideren imponer una tasa a las multinacionales petroleras para crear un fondo internacional que estaría dirigido a financiar las operaciones de limpieza de desastres ecológicos como el provocado por la británica BP en el golfo de México.
La propuesta del dirigente ruso fue expuesta durante la Cumbre de las 20 principales economías industrializadas y emergentes celebrada este fin de semana en Toronto.
“Una de las ideas, que aún necesita ser discutida, es la imposición de cuotas a las mayores compañías internacionales productoras de petróleo que serían depositadas en un fondo especial”, indicó este domingo el presidente ruso ante la prensa.
Rusia ha estado siguiendo de cerca la reacción de BP al vertido de crudo del golfo de México, el mayor desastre petrolero de la historia de Estados Unidos, debido a que el 25 por ciento de los ingresos de la compañía británica provienen de sus inversiones conjuntas con la rusa TNK.
“Tras el reciente vertido del golfo de México, reconocemos la necesidad de poner en común mejores prácticas para la protección del medioambiente marino, la prevención de accidentes relacionados con las exploraciones en alta mar (…) y la gestión de las consecuencias”, señaló el comunicado final de la Cumbre de Toronto.
Medvedev informó de que el Kremlin va a introducir en la Cámara Baja del Parlamento ruso, la Duma, una legislación medioambiental destinada a proteger sus costas de posibles vertidos. “Como ejemplo, Rusia está preparada para enviar a la Duma una ley especial para defender al mar de la contaminación petrolera”, señaló sin dar más detalles.
Infobae
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Un desastre como el de BP no entraría dentro del ámbito de la Ley de Responsabilidad Ambiental
Ecologistas en Acción pide una reforma de la Ley de Responsabilidad Ambiental para asegurar la existencia de un seguro que cubra desastres petroleros como el de BP en el Golfo de México.
En la anterior legislatura, el Gobierno socialista aprobó la Ley de Responsabilidad Ambiental. La Ley supuso un avance importante en la legislación española para proteger el entorno. El objetivo básico de esta Ley es “quien contamina repara”. Pero, como ya denunció Ecologistas en Acción en su momento, es un texto que presenta generosos ‘coladeros’ que impiden que quien contamine repare en muchos casos. Por ejemplo, un desastre similar al de la plataforma petrolera de BP en el Golfo de México en aguas españolas quedaría fuera de la Ley de Responsabilidad Ambiental.
Los ámbitos a los que compete esta Ley son los referentes a la gestión y transporte de residuos y sustancias tóxicas, vertidos a las aguas continentales y litorales, el uso de biocidas y fitosanitarios, la liberación de contaminantes a la atmósfera, y la liberación intencional y el transporte de organismos manipulados genéticamente.
Pero hay otros importantes ámbitos que no quedan recogidos por esta legislación. En concreto no tendrían responsabilidad ambiental las afecciones sobre las aguas marinas, la atmósfera y las especies no protegidas. Actividades tales como la defensa nacional o la seguridad internacional, el transporte marítimo de sustancias tóxicas, el traslado de residuos fuera de la UE, el transporte de sustancias peligrosas, la contaminación por hidrocarburos, y la energía nuclear tampoco están sujetas a responsabilidades en esta Ley. Así como las actuaciones de las empresas españolas en el extranjero.
Es decir que, por partida doble, el vertido de una plataforma petrolera queda fuera de la asunción de responsabilidad ambiental. Ecologistas en Acción recuerda que en nuestros mares también hay plataformas petroleras, como las pertenecientes a Repsol situadas en la costa tarraconense. Es cierto que estas plataformas no están en aguas profundas, como las del Golfo de México, pero eso no implica que no se pueda producir un accidente de consecuencias catastróficas. Si esto pasase, Repsol, según el actual texto de la Ley de Responsabilidad Ambiental, no tendría que hacer frente a la reparación del daño causado.
El elemento más positivo de la Ley de Responsabilidad Ambiental es la obligatoriedad de que las empresas suscriban un seguro para hacer frente a los posibles desastres. Este es otro elemento que hace muy necesaria la eliminación de las excepciones recogidas en la ley. Por ejemplo, ya se está rumoreando una posible bancarrota de BP en un proceso de fusión (compra) con otra petrolera. Esta maniobra sería para eximir al gigante británico de hacer frente a los cuantiosos daños causados.
Hay que recordar que, según Credit Suisse, los costes que le supondrán las tareas de limpieza a BP podrían ascender a 19.000 millones de euros. Además de eso, BP podría hacer frente a 11.500 millones más en concepto de demandas presentadas por pescadores del golfo y por el sector turístico. Así pues, aunque los cálculos conservadores sitúan la factura en 12.400 millones, no es descabellada una cifra que se aproxime a los 33.000.
Para evitar que quien contamine no asuma su responsabilidad es fundamental que todos los ámbitos en los que pueden producirse desastres ambientales tengan que suscribir obligatoriamente seguros. Es decir, que entren dentro de la Ley de Responsabilidad Ambiental. Por todo ello Ecologistas en Acción considera que hay sobrados motivos para reformar la Ley de Responsabilidad Ambiental y eliminar las excepciones a su cumplimiento que figuran en el texto actual.
Ecologistas en Acción