En medio de la polémica desatada a nivel internacional por el incesante vertido de crudo en el Golfo de México, la compañía British Petroleum (BP) confirmó el inicio de labores de perforación en Libia.
El anuncio de BP acontece frente al estupor de grupos defensores del medio ambiente y sin que se conozcan aún las conclusiones de la investigación sobre el desastre ecológico provocado por esa transnacional en abril último.
Los trabajos empezarán en pocas semanas, precisaron directivos de la empresa que apuntaron a un acuerdo firmado en 2007 con el gobierno libio por valor de 584 millones de libras, unos 665 millones de euros.
El pozo en el golfo libio de Sirte será 200 metros más profundo que el de Macondo, escenario en abril último de una explosión que dejó 11 muertos y provocó un desastre ecológico sin precedentes en las aguas del Golfo de México.
BP no podrá seguir haciendo perforaciones en aguas estadounidenses y deberá pagar una multa de 20 mil millones de dólares para compensar a las empresas afectadas por el derrame.
A la incertidumbre en torno a las medidas de seguridad de la petrolera se une la controversia que ha generado la confirmación de las presiones ejercidas por directivos de BP para alcanzar acuerdos con Libia.
La compañía británica fue acusada de usar su influencia para liberar a un terrorista de origen libio a cambio de la firma de los contratos de exploración de hidrocarburos.
BP insiste en que si bien presionó al gobierno británico para alcanzar un acuerdo de traslado de presos a cambio de contratos, nunca manifestó un interés particular para liberar a Abdel Basset Al-Megrahi.
Se trata del único condenado en el caso Lockerbie, referido a un atentado terrorista ocurrido en 1988 en la homónima localidad escocesa donde estalló un avión de la compañía estadounidense PanAm con saldo de 270 muertos.
Al-Megrahi, condenado a cadena perpetua, fue liberado en agosto de 2009 por el Gobierno autónomo escocés que esgrimió razones humanitarias ya que el reo padecía supuestamente un cáncer terminal de próstata.
De acuerdo con reportes de prensa, Al-Megrahi sigue vivo un año después en territorio libio sin mostrar un deterioro visible de su salud.
El canciller británico, William Hague, cuestionó recientemente a Escocia por la puesta en libertad de Al-Megrahi en respuesta a las presiones de BP, decisión que consideró “equivocada y mal aconsejada”.
A tono con la lluvia de críticas, el recién estrenado gobierno de coalición del Reino Unido estimó que la liberación del único condenado por el atentado de Lockerbie fue un error.
Prensa Latina