Por Diana Murcia.- La Constitución del Ecuador de 2008 otorgó a la Naturaleza el estatus de sujeto de derechos, hecho que ha estado rodeado de las más diversas reacciones, las más de las cuáles apuntan a caracterizarlo como un imposible jurídico -dogmáticamente hablando-; como una amenaza a la satisfacción de derechos económicos, sociales y culturales -desde discursos políticos institucionales-; o como una invención simbólica del ecologismo ecuatoriano sin mayor aplicabilidad real.
En este ensayo que inicia una serie de escritos de reflexión sobre el tema el IEETM se propone explorar de manera preliminar el estado de cosas que nos ha llevado al reconocimiento del sujeto Naturaleza o Pachamama, su ubicación en el espectro de derechos desde una perspectiva constitucional comparada y del derecho internacional de los derechos humanos para finalmente mostrar los retos a los que se enfrenta en el terreno de su comprensión jurídica y política, y en el de la exigibilidad social.
En los próximos números de la serie profundizaremos en el contenido de los derechos de la naturaleza. Invitamos a todos los lectores a realizar las críticas y aportes que consideren necesarios para enriquecer la reflexión, pero ante todo, para avanzar en acciones de defensa de los derechos del sujeto Naturaleza. [Descargar artículo completo]