EL SABADO SE PRESENTA EL LIBRO
Se trata de un trabajo del Observatorio Petrolero Sur, que recoge entre otros testimonios, el debate que se abrió cuando el gobierno rionegrino entregó en concesión la exploración de la Cuenca del Ñirihuau. A las 19:30, en Espacio Cultural El Arka.
El próximo sábado se dará a conocer “Zonas de sacrificio: impactos de la industria hidrocarburífera en Salta y Norpatagonia”, nuevo libro del Observatorio Petrolero Sur. Entre otras finalidades, el trabajo colectivo tuvo como objetivo “conocer de primera mano el cotidiano de la gente que vive en un territorio cuya suerte se pretende decidir a cientos o miles de kilómetros de distancia, sin preguntarle siquiera qué piensa”.
Para la presentación, se contará con la exposición de Hernán Scandizzo, periodista, integrante del OPSur y coautor del libro, que aborda la problemáticas de los nuevos escenarios y las consecuencias de la política petrolera. La actividad arrancará a las 19:30 en Espacio Cultural El Arka, Brown 1444 a media cuadra de 9 de Julio. La entrada será libre y gratuita.
El lanzamiento y su presentación en estos rincones coincide con el tercer año de existencia de OPSur. “Para nosotros, el aniversario contará con una franca ambivalencia. Por un lado, marcará la consolidación del trabajo y la organización que iniciáramos a mediados de 2008, luego de un recorrido por diversas localidades y parajes de las provincias de Neuquén y Río Negro, difundiendo dos proyectos que sentaron las bases para la creación de este espacio: el documental Patagonia petrolera, la frontera movediza y el cuadernillo Patagonia petrolera, el desierto permanente, que incluimos en la segunda parte de este libro.
Por el otro, el crecimiento de OPSur se vio forzado por el inédito proceso de expansión de la frontera hidrocarburífera a escala nacional, que empezamos a observar durante el viaje a Norpatagonia, y, en particular, a partir del proyecto de exploración de hidrocarburos en la cuenca del Ñirihuau. Aquí está la paradoja del aniversario”, dicen sus integrantes, es decir, Diego di Risio, Marc Gavaldá, Diego Pérez Roig y el propio Scandizzo.
Documentar y difundir
Según los autores, “la necesidad de documentar y dar difusión a los diversos perjuicios y conflictos socioambientales que acarrea la instalación y el desarrollo de la industria -sobre todo en aquellas regiones que cuentan con escasos o nulos antecedentes en la materia, y en las que las explotaciones de petróleo y gas deberán convivir con otras producciones locales y matrices civilizatorias alternativas-, nos conminó a analizar la situación de otras regiones, como las provincias de Chaco y Entre Ríos, y, con mayor profundidad, las zonas orientales de Jujuy y Salta. Durante los meses de agosto y septiembre de 2010 visitamos esa porción de NOA, conocimos a su gente, sus comunidades, organizaciones; comprendimos otras dimensiones del territorio que ya es intervenido por esta industria extractiva o está a punto de serlo. Vivimos sus necesidades y pesares, también sus luchas y anhelos. En definitiva, sus proyectos para construir un futuro diferente”.
Advierten los ensayistas que “Zonas de sacrificio no es un trabajo cerrado. No es una ni varias historias concluidas, sino que está en permanente elaboración y el final es incierto, depende de la correlación de fuerzas para torcer el rumbo de esta matriz extractivista que se cierne en buena parte de la geografía del país y de la región. Tampoco es un trabajo cerrado en términos de producción, ya que hay voces que no están presentes: en algunos casos porque no pudimos llegar a ellas, en otros porque no supimos de su existencia, en otros, porque elegimos no llegar a ellas. Por esto último podrán decirnos que es un trabajo sesgado, porque no buscamos la visión de las empresas y de las autoridades públicas. Aclaramos entonces que nuestro objetivo fue conocer de primera mano el cotidiano de la gente que vive en un territorio cuya suerte se pretende decidir a cientos o miles de kilómetros de distancia, sin preguntarle siquiera qué piensa. Estas páginas reúnen un conjunto de crónicas y testimonios, escritos y modelados al calor de la urgencia por salir a la calle, al campo, a la ruta, para hacerse escuchar”.
El Cordillerano