Luego de años de guerra, sanciones internacionales y tras la invasión estadounidense en 2003, Irak se ha convertido en uno de los ocho principales productores de petróleo del mundo y China en uno de sus más grandes consumidores. “Los chinos son el más grande beneficiario del auge de crudo post era de (Saddam) Hussein”, dijo al diario The New York Times, Denise Natali, una experta en defensa nacional en Medio Oriente de la Universidad de Washington. “Ellos necesitan energía y quieren ingresar en el mercado”, añadió.
Pese a la inestabilidad política, contratos con poco margen de ganancia y la mala infraestructura, la industria petrolera ha ido floreciendo gracias a compañías estatales extranjeras dispuestas a invertir. Según el diario Financial Times, la china es la más prominente, puesto que la Corporación de Petróleo Nacional China (CNPC) forma parte del consorcio que lidera British Petroleum (BP) en el desarrollo del yacimiento Rumaila, uno de los más grandes del país. Además, opera en Ahdab. Petrochina también tiene inversiones en Halfaya y Cnooc. Según el diario The New York Times, cerca de 1,5 millones de barriles al día son exportados al gigante asiático.
Esa cifra solo irá aumentando, luego de que Beijing manifestara su disposición, en marzo pasado, de asociarse con Exxon Mobil para explotar el yacimiento del sur de Irak, Qurna-1, al hacer una oferta por el 60% de participación. El gigante petrolero ofreció vender sus acciones en el mencionado yacimiento tras mantener una disputa con Bagdad por los contratos que había firmado con la autónoma región de Kurdistán, ubicada en el norte, acuerdos que el gobierno central rechaza como ilegales.
De acuerdo con la publicación estadounidense, Energy and Capital, el liderazgo de China se explica porque los países que pertenecen al G7 alcanzaron el límite de sus necesidades de petróleo y ahora se están volcando hacia energías alternativas. Es por eso que la mayoría de la demanda viene de los mercados emergentes como India y China, ya que ellos están consumiendo a la par que crece su Producto Interno Bruto. “China está más preocupada de tener energía para encender su economía que ganar de los gigantes petroleros”, señaló el diario The New York Times.
Según la Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EIA), las reservas de petróleo de Irak alcanzaron los 141 mil millones de barriles en enero de 2013. Estos recursos no están distribuidos según las fronteras sectarias. Así, los más conocidos yacimientos de hidrocarburos se encuentran en áreas chiitas del sur y la región kurda del norte. Solo pocos de ellos se encuentran bajo el control de la minoría sunita.
Para analistas consultados por el diario Financial Times, el ganador de este auge petrolero es el Estado iraquí, ya que la Agencia Internacional de Energía predice que Bagdad ganará casi US$ 5 billones en exportaciones de petróleo hacia 2035, lo que significa una “oportunidad transformadora para la economía”.
“(Irak) ha asegurado una gran cantidad de inversión y ayuda internacional para desarrollar su sector energético al tiempo que ha entregado muy poco”, señaló Alkadiri, de la consultora de asuntos energéticos PFC. “Los iraquíes tienen el control total de su industria”, añadió.