Uruguay iniciará en diciembre la construcción de una planta regasificadora que producirá 10 millones de metros cúbicos diarios, una obra fundamental en la búsqueda de la independencia energética del país.
La construcción, la mayor de la historia en lo que respecta a la infraestructura energética del país, es cuestionada por vecinos de la zona del oeste de Montevideo y por representantes de la oposición, que dudan de su viabilidad financiera.
La planta regasificadora “tiene muchísima importancia para el país”, dijo a ANSA el ministro de Industria y Energía, Roberto Kreimerman.
Kreimerman explicó que, por un lado, “es un generador de energía tanto para lo eléctrico, como para las residencias, la industria y el transporte”.
Precisó que, por otra parte, “balancea un sistema, porque suma el gas natural -una energía limpia- a la energía eólica y otras fuentes renovables que se están instalando en el país”.
“La planta regasificadora va a generar un volumen de energía que va a permitir que Uruguay tenga una importante disponibilidad para asegurar en nuestro país la instalación de proyectos que sean altamente demandantes desde el punto de vista energético”, señaló por su parte a ANSA Raúl Sendic, ex presidente de la petrolera estatal ANCAP, empresa socia del proyecto.
Sendic, que dejó su cargo hace un mes para dedicarse a la actividad político partidaria, subrayó que una vez que esté en funcionamiento la regasificadora, a más tardar en abril de 2015, “la energía no va a ser un problema” para el país.
La planta, para la cual se prevé una inversión superior a los 1.100 millones de dólares, consistirá en un buque regasificador que estará instalado en Puntas de Sayago, en aguas del Río de la Plata y al oeste del Puerto de Montevideo.
Sendic ilustró que la instalación generará 10 millones de metros cúbicos diarios de gas, de los cuales la mitad estará destinado al mercado interno y el resto será exportado a Argentina.
Ese gas, “se va usar para inyectar en los gasoductos con destino al suministro domiciliario, para instalar en Uruguay el gas vehicular y para producción de energía eléctrica, al tiempo que se prevé utilizar el excedente para exportar a Argentina, explicó.
La planta de regasificación de gas natural licuado (GNL) vuelve a estado gaseoso el combustible que se encuentra liquidificado y que es transportado al buque a 163 grados bajo cero, a efectos de reducir en 600 veces el volumen original de esa fuente de energía.
Para generar electricidad se utilizará una central de ciclo combinado con dos turbinas, que funcionan quemando gas y produciendo energía a partir de ella. Como en el proceso de funcionamiento de la turbina, una parte importante de la energía se pierde en forma de calor, la central de ciclo combinado lo aprovecha y lo utiliza para generar vapor y mover con él una tercera turbina que también produce energía eléctrica.
Para la construcción, cuya ejecución estará a cargo de la francesa Gaz de France Suez (GDF), ANCAP constituyó la empresa Gas Sayago junto a la energética, también estatal UTE.
GDF, deberá construir además muelles de amarre y descarga, así como una escollera de protección, al tiempo que por el arrendamiento de la unidad flotante y por la operación de la planta, cobrará un canon de 120 millones de dólares anuales. La obra generó cuestionamientos duros en los vecinos de la zona debido a su probable impacto ambiental, lo que llevó incluso a una asamblea con discusiones fuertes entre particulares y autoridades de ANCAP, entre ellos el propio Sendic, y de UTE.
Pese a las críticas y tras los procesos de audiencias respectivas, la Dirección Nacional de Mediomabiente dio su autorización para el inicio de las obras.
La planta también es cuestionada por integrantes de la oposición política, que tienen dudas en cuanto a su viabilidad financiera, que depende de la venta del gas excedente que Uruguay pueda colocar en Argentina.
Para el senador y líder del Partido Colorado, Pedro Bordaberry, la planta debería de instalarse en el departamento (provincia) de Rocha, a 210 kilómetros al este de Montevideo, donde se construirá un puerto de aguas profundas.
“El posible puerto de aguas profundas no cuenta, por lo menos en el análisis actual, con cargas suficientes como para justificar una inversión del porte que requerirá. De ahí que el concentrar mayor actividad en el puerto de aguas profundas en lugar de hacerlo en el de Montevideo parece ser una conclusión lógica”.
Bordaberry sostuvo que de localizarse en Rocha “se debería continuar el gasoducto que hoy une Montevideo con Buenos Aires” y agregó que éste debería extenderse hacia Brasil para asegurar otro posible cliente del gas uruguayo además de Argentina.
La planta regasificadora forma parte de una política del gobierno de José Mujica que apunta a alcanzar la soberanía energética en el próximo decenio, para lo cual se llevan a cabo prospecciones de petróleo en la plataforma continental y en tierra firme, mientras se incorporan fuentes de energía renovables, que serán el 90% del total para 2015.
Ansa