Por Matías Barbería | Para El Inversor Online
La energética más importante del país anunció sus planes de salir a tomar deuda en dólares durante este año y los primeros trascendidos indican que lo hará por montos mayores a los u$s 650 millones que recaudó durante el año pasado. La aventura puede probar ser barata en comparación con los costos de endeudamiento que enfrenta el Estado Argentino, dueño del 51% del paquete accionario de la compañía pero más y cara en la medida en que el mercado perciba que la empresa se sobre-endeuda para aportar su granito de arena al balance cambiario del país.
Según datos publicados por Bloomberg, tras conocerse los detalles del acuerdo entre la Argentina y la petrolera española Repsol para el pago de la indemnización por la expropiación de la mayor parte del capital social de YPF, los rendimientos de los bonos de la petrolera de bandera tocaron mínimos desde que se concretara la nacionalización, y se ubicaron en el 8,36%.
El rendimiento de un bono es mayor cuanto más riesgoso se lo considere, es decir, cuanto menor sea su cotización en el mercado secundario. Al contrario, una baja en los rendimientos equivale a un progreso en la evaluación que hacen los inversores de la capacidad de repago de una compañía.
Así, la cercanía del final del conflicto fue vista por el mercado como una promesa de mayor seguridad para las emisiones de deuda de la compañía.
La presentación de los resultados 2013, el lunes pasado, confirmó esa mejora en la imagen de la compañía. La empresa aumentó 45,6% sus ganancias en 2013 y alcanzó los 5.681 millones de pesos, mientras que subió 11% su nivel de reservas a 1.083 millones de barriles, y 80% la inversión. En línea con estas buenas perspectivas, por ejemplo, la acción de la firma en Wall Street acumula una suba del 6,18% en las últimas 5 ruedas hasta el martes pasado.
El 8,36% de rendimiento que pagan los títulos de YPF con vencimiento en 2018 está 5,9 puntos porcentuales por debajo del rendimiento del Bonar 2017, uno de los títulos en dólares argentinos soberanos más líquidos que rinde 14,27%.
Los precios de estos títulos son una buena referencia para calcular los costos de endeudamiento que tendrían el Estado argentino e YPF en caso de salir al mercado hoy.
En el caso del Estado, la consultora Elypsis, dirigida por el ex Barclay’s Eduardo Levy Yeyati, calculó que la emisión de entre 3 y 4 series de bonos por un valor nominal de entre u$s 5.000 millones y u$s 6.000 millones equivale a una emisión de deuda soberana a una tasa del 12,8%. El monto de la emisión y su costo financiero podrían variar para abajo si la prima de riesgo argentino se achicara antes de que Repsol vendiera los bonos y ejecutara la garantía, o para arriba si la venta empujara los precios a la baja, pero en principio ese es el precio al que el Estado Argentino aceptó endeudarse.
El gap de 4 a 6 puntos porcentuales puede ser más que tentador para el Gobierno nacional –ya lo ha sido en el pasado-, que necesita con urgencia divisas que sostenga sus reservas internacionales. Pero esa propia sed de dólares es un riesgo potencial para el costo de endeudamiento de la petrolera de bandera.
El rendimiento del 8,36% que muestran hoy los títulos a cuatro años responde, entre otras variables, a un ratio de deuda sobre ganancias del 0,74 que ostenta la empresa en la actualidad. El CFO de YPF, Daniel González, dijo el martes a medios internacionales que permitirá que ese ratio se duplique hasta el 1,5, una relación que posiblemente frunza el ceño de más de un inversor. Demasiada deuda también puede ser un problema.
La posibilidad de que YPF salga al mercado internacional este año, según el diario El Cronista Comercial emitiría hasta US$ 1.000 millones en 2014, de momento no tiene números ciertos. Hasta ahora la empresa se ha concentrado en marcar precios en el mercado local, con emisiones en pesos.
Esa gimnasia se repitió el viernes pasado, cuando la empresa recaudó $ 378,5 millones por un canje de obligaciones negociables que había lanzado por $ 500 millones. Los nuevos títulos, que vencen a fines de 2016, pagan un interés igual a la tasa Badlar más 3,5 puntos porcentuales.
No son tasas mucho mejores de las que obtiene una pyme energética con buenos números como Medanito, que el mes pasado colocó dos nuevas clases de obligaciones negociables por un monto equivalente a los u$s 28 millones: $ 160 millones en moneda local a 18 meses y con un spread de 400 puntos básicos sobre la tasa Badlar y u$s 7,5 millones a 36 meses y a una tasa fija del 4%.
Pero no es el endeudamiento interno el que Miguel Galuccio, CEO de YPF, necesita con mayor urgencia. Ni tampoco el que Axel Kicillof, ministro de Economía, y Juan Carlos Fábrega, titular del Banco Central, le reclaman para recomponer las reservas de la autoridad monetaria que perdieron u$s 15.000 millones en los últimos 15 meses.