Los usuarios les transfirieron $ 21.000 millones a las empresas de gas. Por la suba de las tarifas, los precios subieron 21 puntos en dos años.
Por los tarifazos del Gobierno, los usuarios les transfirieron $ 21.000 millones a las compañías de gas, lo que benefició a Nicolás Caputo, Marcelo Mindlin y Joseph Lewis, empresarios cercanos a Cambiemos. Los aumentos en todas las boletas de servicios públicos minaron el poder adquisitivo de los trabajadores en 21 puntos desde que asumió Mauricio Macri la Presidencia.
El gas se incrementó en los hogares 570% en dos años por decisión del ministro de Energía, Juan José Aranguren. Su decisión redundó en ganancias extraordinarias para las principales firmas del sector.
La gacífera que mejor trato tuvo en la primera mitad de la gestión macrista fue Transportadora de Gas del Sur, que mejoró su utilidad neta a $ 2.793,2 millones (+200%). Su tocaya norteña, TGN, salió del rojo a una ganancia de $ 841,8 millones en 2017.
Camuzzi Gas Pampeana obtuvo un resultado integral de $ 824,9 millones después de un negativo superior a los $ 200 millones. Siguió su ejemplo Metrogas, la distribuidora del área metropolitana de Buenos Aires que dio vuelta una pérdida de $ 600 millones a un verde de $ 774,8 millones el año pasado. De las que cotizan en bolsa, Distribuidora de Gas Cuyana tuvo el mejor desempeño en su balance: su resultado integral neto mejoró 330% a $ 588,5 millones en 2017.
Como accionista de la generadora eléctrica Central Puerto, Nicolás Caputo se favoreció por sus utilidades y por la de dos de sus subsidiarias: distribuidora de Gas del Centro y de distribuidora Gas Cuyana.
La prosperidad de las centrales llevó al punto de que apareciera en 2016 una sociedad fantasma y gane cuatro licitaciones de la Secretaría de Energía sin tener los fondos necesarios. Araucaria Energy está controlada por un entramado offshore que, como reveló El Destape, consiguió U$S 500 millones para llevar adelante los jugosos contratos de la mano de Norberto Quintana, el hermano del vicejefe de Gabinete, Mario Quintana.
Por los tarifazos de Aranguren, en total los usuarios les transfirieron ingresos a las empresas de gas por $ 20.926 millones entre 2016 y 2017. Según detalló el Enlace Por la Justicia Energética y Socioambiental (EJES), en conjunto con el Observatorio Petrolero Sur, esto se dividió en $ 14.053,9 millones para las petroleras (por el cargo variable de la factura) y $ 6.862,3 para las distribuidoras y transportistas (por los componentes fijos).
La ola de tarifazos de luz se consolidó en un alza acumulada de 450%. Por la distribución de los hogares hacia las compañías, las ganancias de Endesa Costanera subieron 230% a $ 371 millones el año pasado. Marcelo Mindlin y Joseph Lewis fueron parte de los grandes triunfadores, ya que como accionistas de Pampa Energía se favorecieron con el ascenso de 145% del resultado, que cerró en $ 3.567 millones. Mientras, Caputo con Central Puerto registró un tímido incremento del 31,8%, a $ 1.768,8 millones.
Edenor mejoró su balance sustancialmente, que pasó de un negativo de $ 1.188,6 millones en 2016 a un positivo de $ 682,2 millones en 2017. Transener tuvo un aún mejor rendimiento, ya que transformó un rojo de $ 70,4 millones de utilidades netas a $ 2.352,2 millones positivos.
Todas las subas de los servicios públicos significaron un alza de 21 puntos de inflación directos en la Ciudad de Buenos Aires en los últimos dos años. En Santa Fe, los servicios de la vivienda impactaron en 13 puntos de suba de precios, de acuerdo a las estimaciones de EJES y Observatorio Petrolero Sur basadas en las direcciones de estadísticas locales.
Las concesionarias de las autopistas también ganaron por encima de la inflación y los salarios. AUSOL, donde la familia de Mauricio Macri tuvo acciones hasta abril, aumentó su rentabilidad 60,5% a $ 467,6 millones en 2017.
De acuerdo a la Universidad Nacional de Avellaneda, Argentina se convirtió en el tercer país de América del Sur en el que más porcentaje de los ingresos destina al pago de tarifas de servicio públicos. Tras los ajustes en las boletas de electricidad, transporte y peajes en el primer trimestre, los argentinos ya destinan en promedio el 19% del salario mínimo, actualmente en $ 9.500. Así, quedó por detrás sólo de Venezuela, que ocupa la cima con 33%, y Chile, donde el pago de las tarifas de se lleva el 23% del sueldo más bajo.