La atracción que genera Vaca Muerta desborda los servicios básicos. La falta de profesionales es la clave del problema. En Rincón de los Sauces aseguran que tres de cada 10 pacientes recientemente radicados. El sindicato insiste en pedir respuestas.
Por Elena Egea / Río Negro
Pese a la crisis, Vaca Muerta se mantiene como una promesa de oportunidades y los argentinos van detrás de ellas. Más de 20 familias se asientan por día en Neuquén, según datos de la Provincia. El número refleja un impacto colateral de la publicidad generada por gobiernos y empresas para posicionar a los no convencionales en el país y el mundo. Sin embargo, el crecimiento desordenado y la saturación de los servicios públicos no suelen aparecer dentro del balance que generalmente se hace de la industria petrolera.
Desde el Sindicato de Profesionales de la Salud Pública de Neuquén (Siprosapune) revelaron que “hay una crisis aguda” en los planteles del sistema público en general y que se evidencia un mayor desgaste en las principales localidades del corredor petrolero: Centenario, San Patricio del Chañar, Añelo y Rincón de los Sauces, son algunas de ellas.
Desde el ministerio de Salud, que conduce Andrea Peve, optaron por no responder las consultas de este medio.
La secretaria gremial del sindicato, Noemí Alemani, señaló que las áreas de medicina general, salud mental, enfermería, pediatría y clínica médica son las más afectadas por la falta de profesionales, aunque remarcó que en su mayoría los equipos de trabajo están desarticulados.
El primer síntoma de esta “crisis aguda” fue el cierre del servicio de pediatría en Centenario a mediados del 2017, cuando dos médicos renunciaron. Inicialmente la situación se resolvió con derivaciones a otras ciudades cercanas como Neuquén, El Chañar y Plottier, hasta que después de un año reabrieron el servicio.
Alejandro Llapur, delegado de Siprosapune en Rincón de los Sauces, enfatizó que en el hospital de la localidad “la situación es crítica”. Aseveró que de 10 pacientes que se atienden en la guardia, entre tres y cuatro llegaron a la ciudad hace pocos meses.
Señaló que hace ocho años el plantel se mantiene estable, pero que el incremento de la demanda poblacional con el auge de Vaca Muerta exige una adecuación del recurso humano, pues la cantidad de profesionales “sigue siendo la misma y quedó paupérrima”.
Sostuvo que los once médicos generalistas no alcanzan para atender las demandas de una población en aumento que supera los 40.000 habitantes.
El médico y también delegado en Centenario, Juan Ferrani, enfatizó que la problemática aún no está resuelta. “Este año fue un ir y venir de pediatras”, sostuvo y remarcó que renunciaron al menos seis durante el 2019.
Subrayó que esa inconstancia de profesionales afecta la calidad del servicio y agregó que, además, quienes son designados en los cargos no siempre están bien capacitados: “En muchos casos incorporan personas no formadas”. El médico explicó que no siempre tienen la especialización que corresponde.
El hospital de Añelo fue inaugurado este año. Estaba incluido como una de las obras del plan de 1.000 millones por el acuerdo Chevron YPF de 2013.
Además remarcó que de ocho cargos sólo se cubrieron cinco. Al cuadro de situación sumó que una de las profesionales se encuentra con licencia por maternidad y que otra no puede prestar guardias: “Quedan entre tres haciendo las guardias que deberían cubrir entre ocho”. Sin embargo, reconoció que tiene el compromiso de la incorporación de tres pediatras más.
El área psicosocial del hospital Natalio Burd, de Centenario, también se encuentra comprometida, pues Diego Sepúlveda, trabajador social del nosocomio, manifestó que los cuatro psicólogos, los tres psiquiatras y los cinco trabajadores sociales que se desarrollan en el servicio no dan abasto con las demandas.
Afirmó que desde julio se aprobó la designación de dos psicólogas y que sólo falta la firma del gobernador Omar Gutiérrrez para que se incorporen. Añadió que la falta de psicólogos en El Chañar, desde junio, complejizó la situación en el servicio de Centenario, ya que tuvieron que absorber la demanda.
Diego Rivera, trabajador social del hospital del Chañar señaló que se presentaron ante la Defensoría del Pueblo de Neuquén para que medie en el conflicto con las autoridades provinciales, aunque no tuvieron respuestas concretas hasta el momento.
Otro sector que está comprometido en El Chañar es el de medicina general. Ferrani aseveró que de los 12 cargos designados para el hospital, sólo once están cubiertos, aunque tres de esos trabajadores se encuentran con licencias prolongadas. Agregó que de esos ocho que están en actividad, sólo cinco tienen la especialidad de medicina general.
El área psicosocial es una de las más castigadas
El área psicosocial del sistema de salud pública de Neuquén atraviesa un duro año. Durante un encuentro de trabajadores sociales en Las Lajas, el mes pasado, se elaboró un duro informe que revela que faltan cubrir más de 80 puestos de trabajo -entre cargos nuevos y vacantes-, en 24 zonas de la provincia.
La mayor cantidad se encuentra entre los trabajadores sociales, pero también afirman que hacen falta psicólogos, enfermeros, acompañantes terapéuticos y administrativos.
Antes de presentar su renuncia, cuando aún continuaba en su cargo como subsecretario de salud, Jorge Ninno indicó que esos números refieren a una situación “ideal” que debería proyectarse si la provincia siguiese creciendo a este ritmo.
Diego Sepúlveda, trabajador social de Centenario, señaló que no se debe a una situación “ideal” sino que corresponde a cómo debería brindarse un servicio de salud mental “de calidad”. Enfatizó que no se respeta lo dictado en la ley de salud mental, pues no cuentan con centros de día.
“La ley establece que no debe hospitalizarse, sino que se habla de integración social”, explicó el profesional.
Diego Rivera, trabajador social del Chañar, recordó que el área psicosocial del hospital está en crisis hace seis meses, cuando decidieron cortar la Ruta 7, por la falta de recursos humanos. Desde entonces y hasta la fecha no tuvieron respuestas concretas por parte del ministerio de Salud. “Se excusan por una cláusula que no permite incorporar profesionales a fines de gestión”, comentó y sostuvo que la problemática tiene larga data.
El servicio estuvo reducido por tres meses, ya que contaban con una sola psicóloga que atendía 23 pacientes y el resto los derivaban hacia Centenario.
Agregó que además de las falta de profesionales hay que sumar la complejización de las consultas, pues remarcó que atienden casos de vulnerabilidad, adicciones y hasta abortos no punibles, entre otros.
Plottier, otro caso donde pesa el crecimiento demográfico
La secretaria gremial del Sindicato de Profesionales de la Salud Pública de Neuquén (Siprosapune), Noemí Alemani, también se refirió a otro caso donde el crecimiento poblacional no fue acompañado de recursos: el hospital de Plottier, que en los últimos años se duplicó la cantidad de personas que aguardan en los pasillos para ser atendidos.
Señaló que lo que no aumentó fue el número de profesionales que resuelven las urgencias, quienes deben sobrecargar sus rutinas de trabajo para sostener la demanda de pacientes.
Luego de una semana, donde en asamblea se resolvió comenzar con el quite de colaboración como medida de fuerza, aún continúan los reclamos en el sector de medicina general. Pese a que las autoridades gubernamentales prometieron habilitar un cuarto puesto en las guardias, se presentaron sin propuestas específicas sobre el pedido de profesionales a cubrir los cargos: “No hubo ningún nombre”.
El gremio exige que se incorpore un nuevo equipo para las guardias, pues no alcanza únicamente la habilitación de un cuarto cupo si se mantiene el mismo plantel de profesionales. Alemani explicó que, además, hace falta que se incorporen nuevos cargos.
El viernes pasado esperaban un encuentro con la ministra de Salud, Andrea Peve, pero en su lugar se presentó otra funcionario y al no tener respuestas concretas el gremio determinó continuar con el quite de colaboración.