Por Agencia Joven de Noticias.- Vaca Muerta es una formación geológica que abarca 4 provincias argentinas con un territorio aproximado de 30000 km2.
Esta puede ser vista desde distintos puntos de vista. Como un yacimiento de gas y petróleo no convencional, como una eterna promesa de desarrollo para la Argentina que la salvará de sus crisis económicas, como una bomba de carbono que pone en peligro los acuerdos ambientales firmados por el país o como un Megaproyecto Transnacional para poner los recursos que se extraigan en mercados donde no se encontraban previamente.
Esta última visión es la que plantea el Observatorio Petrolero sur, una organización formada en 2008 con presencia en CABA, y las provincias de Neuquen y Rio Negro, que busca discutir la matriz energética actual de la Argentina proponiendo una más justa, democrática y baja en emisiones, a su vez pretenden dar a conocer la situación existente en el país en materia energética. En sus inicios notaban que faltaba información de lo que se vivía en los territorios donde se extraía petróleo, por lo tanto se acercaron a las comunidades para dar a conocer sus vivencias a la gente.
Pero antes de seguir hablando sobre las labores de esta organización debemos definir la situación de Vaca Muerta. Como dijimos antes es un yacimiento de gas y petróleo no convencional, (el segundo más grande a nivel mundial en gas y el cuarto en petróleo), y que debe ser explotado mediante la tecnología de fracking, es decir mediante fractura hidráulica. Esta técnica se basa en la inyección de agua y otros químicos a alta presión en la roca para fracturarla y poder extraer el recurso.
Esta tecnología no es nueva, viene desde la década del 60 y es implementada en EEUU, Canadá y Noruega, sin embargo esta se realiza en profundidades hasta 30 veces menores que como se realiza en la Argentina y a una escala mucho menor, ya que Vaca Muerta es el lugar donde se extrae crudo y gas con esta tecnología más grande a nivel mundial.
Otro de los problemas que trae el fracking es que es una tecnología que requiere fracturas continúas, haciendo que estos pozos tengan vidas útiles cortas en comparación con la extracción convencional de hidrocarburos, generando que en el corto plazo se tengan que realizar nuevas perforaciones. Estas fracturas constantes también generan sismos, suponiendo un peligro mayor ya que se generan en zonas de extracción de petróleo pudiendo generar derrames. De hecho en el Reino Unido existen estudios sobre esto y por lo tanto esta actividad fue prohibida, sin embargo la Shell de firma inglesa realiza fracking en territorio argentino.
Como en todo emprendimiento, y más aún en uno de estas magnitudes, se necesita un gran desarrollo de infraestructura, para la extracción, transporte y refinamiento de estos recursos, sin embargo en el caso de Vaca Muerta se están utilizando oleoductos de la década del 90, generando múltiples derrames denunciados por gran cantidad de ONGs. También cabe destacar que la extracción por fracking requiere aún más insumos que la extracción tradicional.
Otro inconveniente que surge del Megaproyecto Vaca Muerta es que, de seguir extrayendo petróleo y gas, esto supondría un incumplimiento de parte de la Argentina en sus acuerdos internacionales para reducir sus emisiones de CO2, entre ellos el Acuerdo de París. En un contexto de crisis climática, en el cual las energías renovables de hecho ya son de las más baratas a nivel mundial, carece de sentido seguir aportando a estas fuentes de energía que generan gases de efecto invernadero y afectan a los territorios donde se desarrollan.
Para finalizar la definición de este Megaproyecto y volver a la tarea que realiza el Observatorio Petrolero Sur, Vaca Muerta requiere de una inyección económica por parte del Estado argentino enorme en materia de subsidios. Desde el Plan Gas que genera precios por encima del que los consumidores pagaban para que las empresas tuvieran una mayor ganancia, hasta la dolarización de las tarifas en el año 2018 haciendo que la carga recaiga sobre los usuarios, se han implementado diversas medidas para favorecer la actividad de las empresas de hidrocarburos. Es el caso de la empresa Tecpetrol que recibió más de 50% de los subsidios del 2018 en petróleo generando que un tercio de los ingresos de la empresa provengan de esta fuente. En resumen Vaca Muerta requiere muchos recursos económicos que los actores globales no ponen y deben ser otorgados por el Estado argentino. Es decir que este emprendimiento no es solo inviable ambientalmente sino en materia económica también.
Retornando a la tarea realizada por el Observatorio este formó parte de la “Mesa de Transición Productiva y Energética de Río Negro” un espacio impulsado por el Enlace por la Justicia Energética y Socioambiental (EJES) que está formado por el mismo Observatorio y el Taller Ecologista de Rosario. Esta mesa contó con la participación de 18 investigadores de 5 universidades nacionales, actores sindicales y referentes socioambientales. Luego de tres encuentros se desarrolló un documento final llamado “Propuesta Para la Diversificación Productiva y la Diversificación Energética” el cual plantea la situación del fracking en la provincia, y actividades alternativas para el desarrollo económico de Rio Negro, tales como la energía eólica, el turismo comunitario, la minería no metalífera y la fruticultura, histórica fuente de trabajo en esta región. Esta tarea es fundamental ya que plantea diversas opciones ante el a veces discurso único de desarrollo productivo planteado por las petroleras, además esta diversificación de actividades hace que la provincia no esté atada a una única fuente de ingresos.
Como dijimos antes el Observatorio petrolero Sur impulsa la iniciativa EJES la cual publica un boletín y informes sobre la situación en Vaca Muerta y del fracking en el país desde el año 2018, también en su página web podemos encontrar información sobre los efectos en la salud causados por la extracción no convencional de hidrocarburos y diversos datos económicos relacionados a esta actividad en la Argentina.
Para finalizar el Observatorio Petrolero Sur se centra en acompañar el conflicto generado por Vaca Muerta, generando contenidos, informes y exponiendo las realidades de las comunidades que conviven con la actividad petrolera. también realizan su trabajo en los territorios donde se realiza la explotación de hidrocarburos.