Por Facundo López Crespo / Enlace por la Justicia Energética y Socioambiental (EJES) .- El impacto de la pandemia COVID-19 en el sector hidrocarburífero amerita ser diferenciado. Mientras la caída en la actividad económica no tuvo influencias significativas sobre la demanda de gas, sí implicó una baja en el consumo de combustibles. Los requerimientos de crudo se contrajeron al reducirse la necesidad de abastecer al parque refinador. Es así que, en mayo, la extracción de petróleo cayó aproximadamente un 15% con respecto a los niveles observados antes del inicio del aislamiento social, preventivo y obligatorio dispuesto a partir del veinte de marzo.
Foto: Revista Petroquímica (RefiPampa)
La actividad petrolífera, por lo tanto, perdió el dinamismo que arrastraba, y que se explicaba únicamente por el comportamiento de la extracción no convencional de petróleo, es decir, la proveniente del megayacimiento Vaca Muerta. El no convencional venía creciendo a tasas significativas desde 2013 aunque ahora, por la coyuntura imperante, y mientras perduren las medidas de aislamiento, no tiene posibilidades de volver a los niveles de extracción anteriores. Vaca Muerta explicaba, entonces, el dinamismo la actividad petrolífera en un contexto en que la extracción convencional, por el contrario, no acompañaba el crecimiento. Por la COVID-19, en todo caso, se profundiza aún más la caída que se venía observando en la extracción convencional, que debe ser comprendida, por lo tanto, más allá de la coyuntura actual. Esa caída ha sido permanente desde 1998, año en que se extrajo el doble de petróleo convencional que en 2019.
El Gobierno nacional, con el objetivo de estabilizar la actividad petrolífera, decretó para el petróleo comercializado en el mercado interno un precio en torno a los 45 dólares por barril. La comercialización de crudo en el mercado internacional es realizada a un precio inferior. En mayo, por ejemplo, cuando se dictó el decreto, la cotización del petróleo Brent giró en torno a los 30 dólares por barril. La introducción del “barril criollo” significa una señal de apoyo al sector que pretendía que el precio del crudo local no acompañara la caída de la cotización internacional. Aún así, con precio sostén, mientras no se restablezca la demanda de combustibles, la extracción de petróleo se mantendrá contraída. El volumen de crudo procesado por el parque refinador en mayo fue un 30% inferior a los niveles registrados antes del aislamiento.
Las petroleras, no obstante, no tuvieron un interés uniforme sobre la introducción del “barril criollo”. Esas diferencias se dieron según el tipo de integración que cada una de las empresas tiene en la cadena de producción de los combustibles. Aquellas que además de extraer petróleo lo refinan, hubiesen podido compensar, dado el precio de los combustibles, un menor precio del crudo con un incremento en la rentabilidad obtenida en la refinación. Como se observa en el gráfico, sólo son cuatro las empresas que tienen una participación relevante en este último segmento, y tres están integradas hacia atrás extrayendo crudo: YPF, Shell y PAE. Es por esto que las que no están integradas, Vista, Exxon Mobile, Sinopec, Tecpetrol, Pluspetrol, entre otras, fueron las que más se beneficiaron con la introducción del precio sostén. Ya que en caso de que no se haya introducido, no tenían cómo compensar la caída en el precio del crudo.
Gráfico. Cantidad de petróleo crudo procesado (en miles de barriles diarios) y participación en el total procesado por empresa refinadora, en 2019
Fuente: Elaboración propia en base a Secretaría de Energía de la Nación
Es relevante considerar qué grado de integración tiene cada petrolera porque ante la caída en la demanda de combustibles, los recortes en el crudo adquirido por las refinadoras pesan principalmente sobre las petroleras no integradas. Las integradas, por su parte, tienen la posibilidad de autoabastecerse, es decir, cubren sus necesidades con extracción propia. En la evolución de los últimos meses de la extracción de petróleo de las principales compañías presentes en Vaca Muerta –omitiendo YPF- se refleja el efecto dispar de la contracción de la demanda. Mientras las integradas (Shell y PAE) disminuyeron levemente la extracción, las no integradas (Vista y Exxon Mobile) recortaron significativamente la extracción.
Gráfico. Evolución en la extracción de petróleo no convencional según petrolera. En miles de barriles diarios
Nota: El volumen de crudo de cada petrolera corresponde con la extracción total obtenida en cada una de las áreas que estas empresas operan en Vaca muerta / Fuente: Elaboración propia en base a Secretaría de Energía de la Nación
Pese a que las petroleras no integradas fueron las relativamente más beneficiadas por el “barril criollo”, son también las que más resintieron sus niveles de extracción, y el motivo de este comportamiento es la no integración en la cadena.
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