Derrame: “Las poblaciones son zonas de sacrificio”

Por Redacción Canal Abierto .- Más de 2000 metros cúbicos de petróleo se derramaron en Río Negro en un sector de napas y cursos hídricos. Organismos trabajan para recuperar el suelo impactado y Ambiente evalúa los daños. “El Estado es responsable de los ductos pero sólo atiende la extracción para generar dólares”, denuncian desde OPSUR.

El viernes a las 11.45 ocurrió un derrame de petróleo en la estación de bombeo de la empresa Oleoductos del Valle (Oldeval) ubicada en la localidad de Medanitos, Río Negro. La dimensión fue tal que 20 camiones especiales fueron empleados para controlar el desastre.

Según informaron desde el Observatorio Petrolero Sur (OPSUR), es uno de los hechos más graves en materia de impacto ambiental en las últimas décadas, al menos en la provincia de Río Negro, y está en etapa de investigación qué es lo que sucedió. Hasta ahora han recuperado 1.400 metros cúbicos de crudo, y se considera que fueron más de 2000 los derramados.

En el lugar todavía están trabajando distintos organismos para ver si pueden recuperar cuanto antes la cantidad de zona impactada. “Esta es una zona sensible que tiene su nombre justamente porque está constituida por médanos y esa no es la mejor circunstancia para un derrame, menos de estas dimensiones. En este sector tenemos recursos hídricos importantes, hay una laguna que es parte de un refugio de vida silvestre, y a 4.000 metros se encuentra el cauce del Río Colorado. Si sumamos que los médanos son de gran filtración y además que las napas están muy superficiales, dadas estas circunstancias de tener recursos hídricos muy cercanos podemos prever que exista una contaminación hacia el subsuelo”, explicó Martín Álvarez Mullally, de OPSUR.

Mediante comunicados, la empresa a cargo la concesión, ha dicho que no hubo contacto superficial con los cursos hídricos, pero no ha dicho nada con respecto al subsuelo. Eso deberá ser evaluado por el Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (COIRCO).

“Lo más preocupante de todo esto tiene que ver con la perspectiva que nos deja este hecho. Acá se ha incentivado mucho la explotación de Vaca Muerta, sobre todo del shale oil a través del fracking, y eso generó que haya mucho crudo, que eso tenga que ser evacuado, y se están utilizando ductos del ámbito convencional, que fueron creados en los 70 y 80, con niveles de mantenimiento escasos. Vaca Muerta en el último año creció un 53% en crudo. Si se sigue incentivando y no hay una política de ductos, esto que ocurrió acá puede repetirse y eso sería lo grave”, advirtió Álvarez Mullally.

Este lunes, la Brigada de Control Ambiental (BCA) del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible viajó al lugar para evaluar la magnitud del petróleo vertido al ambiente y los motivos, que para la empresa aún están siendo investigados.

Al respecto, el  miembro de el Observatorio Petrolero Sur (OPSur), señaló: “Acá el papel del Estado es fundamental porque tiene más del 70% de las acciones de la empresa Oldeval que tiene la concesión del transporte, y que a su vez es conducción estatal. Y quien está a cargo de todos los órganos que tienen que ver con el transporte es la Secretaría de Energía y la de Ambiente de Nación. Por eso, tanto el secretario Darío Martínez como Juan Cabandié están evaluando lo sucedido pero no por una cuestión de compromiso ante un hecho tan grave, si no por una cuestión de responsabilidades, porque son implicados y les corresponde velar por los ductos y estar detrás de las empresas para que se haga el mantenimiento”.

Frente a este hecho, tanto OPSur como las asambleas ambientales de la cuenca neuquina esperan que se apliquen políticas públicas correspondientes para que esto no se repita. “Después es necesario que se haga una remediación acorde al lugar, porque muchas veces no se hacen como se debe. Otro punto que es importante es escuchar a los distintos sectores que vienen denunciando la falta de mantenimiento”, dijo Álvarez Mullally.

A su vez informó: “En mayo de este año se presentó una denuncia de parte de una comunidad Mapuche que vive cerca del lugar, donde uno de los argumentos fue la falta de mantenimiento, la generación de nuevos pasivos y la no remediación de nuevos pasivos que la empresa se había comprometido a remediar. Los mismos trabajadores, a través del sindicato, vienen planteando que hay zonas en las que falta mantenimiento”.

Esta no es la primera –y posiblemente tampoco la última- vez que esto sucede en la cuenca neuquina. En octubre de 2018 se produjo un derrame de petróleo que se extendió entre 40 y 80 hectáreas a once kilómetros de Añelo. El pozo era explotado por YPF y la multinacional estadounidense Schlumberger y estuvo 36 horas fuera de control y el gobierno de de Neuquén emitió la prohibición de continuar operando específicamente en ese sector.  Ese mismo año, según la información oficial de la Secretaría de Ambiente de Neuquén, se registraron 934 hechos de contaminación previos.

“Es una problemática que está ahí, no atendida, pero mientras tanto sí se atiende la extracción de hidrocarburos con un montón de incentivos y subsidios por parte del Estado nacional. Entonces, estamos mirando más cómo extraer hidrocarburos para exportar y generar dólares, y no cómo hacer una política energética que tenga el menor impacto ambiental posible”, resaltó Álvarez Mullally.

Y finalizó: “La población local prácticamente no tiene beneficios. La realidad es que son zonas de sacrificio, y después del paso del convencional es tierra arrasada. El nivel de impacto sanitario es alto, y hay una falta de confianza ante los órganos de control y fiscalización porque en Río Negro la secretaria de Ambiente, Dina Migani, en su actividad privada tiene una empresa de servicios petroleros. Entonces es muy difícil que ella, en su actividad pública, pueda controlar y fiscalizar a quienes son sus clientes. Ahí hay una incompatibilidad de cargos que hace que toda la política ambiental de la provincia sea muy cuestionable y poco confiable”.