Las aguas calmas alientan la vuelta

YPF ANUNCIO AYER QUE COLOCARA NUEVAMENTE DEUDA EN EL MERCADO INTERNACIONAL

La petrolera emitirá obligaciones negociables por 300 millones de dólares. Arcor también accedió recientemente a fondeo externo a una tasa de 7,2 por ciento, un valor que podría conseguir YPF, ya que ambas compañías son solventes.
YPF volverá a colocar deuda en los mercados internacionales después de más de diez años. La petrolera emitirá obligaciones negociables por 300 millones de dólares, como parte de un programa de financiamiento que llegaría a 1000 millones. En la misma línea, la empresa Arcor accedió recientemente a fondeo externo a una tasa de 7,25 por ciento, un valor que también podría conseguir YPF, ya que en ambos casos se trata de compañías solventes. Por su parte, si el Gobierno hoy colocara deuda lo haría a una tasa cercana al 7,5 por ciento. Esta mejora en las condiciones de acceso al crédito para la Argentina tiene que ver con la apetencia de los capitales internacionales por invertir en mercados emergentes, la solidez de la economía local y la reestructuración de casi toda la deuda en default. En este contexto, relajar los controles a la entrada de capitales sería riesgoso, porque aumentaría la presión para apreciar el peso y generaría fuertes desequilibrios si la coyuntura favorable se modifica.
Para rastrear el último anuncio sobre emisión en los mercados globales por parte de YPF hay que remontarse a diciembre de 1998, una operación que se abrió en febrero del ’99. La empresa volvió a emitir a nivel local bonos en pesos recién en septiembre de 2009 por 348 millones (repartidos en dos series) y 70 millones de dólares. Ahora, el directorio de la firma aprobó la salida al mercado internacional con la emisión de una serie de obligaciones negociables por 300 millones de dólares que se pueden extender a 600, en el marco de un programa de 1000 millones de dólares para destinar a proyectos de inversión.
Según explican en YPF, la colocación de deuda en el exterior es otro paso en la vuelta a los mercados que comenzó el año pasado. El precio que la compañía paga por obtener capitales es una variable crucial. Otra empresa de fuerte peso como Arcor acaba de emitir 200 millones de dólares con vencimiento en 2017 al 7,25 por ciento anual. También consiguieron buenas condiciones Edenor y Panamerican Energy, entre otras.
Según operadores del mercado, Arcor recibió ofertas por dos mil millones de dólares, de ahí que consiguiera colocar el título a una tasa atractiva. Esta situación se explica en parte por el contexto internacional. La impresionante expansión monetaria que viene realizando la Reserva Federal para estimular la economía norteamericana desbordó los mercados de liquidez, y las tasas de referencia de los bonos estadounidenses están por el piso. Por eso, los inversores buscan oportunidades en mercados emergentes y en títulos corporativos. En este marco, un bono brasileño a cinco años paga el 2 por ciento, de Perú, 4,4 por ciento, y de Argentina, alrededor de 7,5 por ciento. La apetencia por los bonos corporativos también es muy alta, registrándose un boom absoluto en los últimos meses.
“La situación internacional es obvia. Pero el acceso a estas tasas para empresas y para el Estado argentino no hubiera sido posible sin el canje”, indicó a este diario el economista Miguel Bein. “Pero tampoco sin el equilibrio fiscal, el aumento en el precio de los commodities, la mejora en las condiciones climáticas para el campo, la tracción brasileña y la utilización de reservas para pagar deuda. Los mercados se convencieron de que Argentina es superavitaria en dólares”, agregó Bein.
Por su parte, Ramiro Castiñeira, de la consultora Econométrica, consideró que “el fuerte atractivo de los bonos locales después del canje redujo mucho el riesgo país, que es una suerte de piso para colocar deuda para los privados”. Sin embargo, hay señales de alerta en el frente externo, porque para estimular la demanda norteamericana los organismos internacionales presionan para que los países emergentes aprecien sus monedas y con ello lograr que el dólar se devalúe. Por eso, una paulatina reconexión con los mercados tiene riesgos si viene de la mano de un relajamiento en los controles de capitales, cuya entrada masiva generaría presión extra sobre el peso. Además, provocaría fuertes desequilibrios si un cambio en el escenario externo incentivara el “vuelo hacia la calidad” y el consiguiente éxodo generalizado.
Página/12