En su pelea con Shell y tras la ruptura con la Cámara de la Industria del Petróleo,
YPF planea unir a las petroleras nacionales en una Cámara Argentina. Se juntarían Eskenaki, Bulgheroni y Cristóbal López,entre otros. Luego buscarían unificarse con las transportadoras y generadoras eléctricas y las gasíferas.Creen que son la tercera pata del modelo y no los reconocen.
Según la lectura que hace Sebastián Eskenazi, vicepresidente y CEO de YPF e hijo del dueño de la petrolera, Enrique Eskenazi, la energía ocupa la tercera pata del modelo kirchnerista, junto con el campo y la industria, pero en los papeles no se los reconoce como tal.
Por eso, y tras un conflicto en el ámbito petrolero que terminó en pelea con Shell y la salida de YPF de la Cámara de la Industria del Petróleo (CIP), ya trabajan para reunir a todo el sector energético en una Unión Energética Argentina (UEA), la que daría por resultado un espacio de poder y de lobby político tal vez superior al que hoy tiene la Unión Industrial Argentina (UIA).
En las oficinas de YPF manejan dos posibles estrategias. La mínima, es agrupar a todas las petroleras nacionales en la Cámara Argentina del Petróleo, partiendo el poder de concentración que hoy posee la CIP. De allí se fueron hace unos pocos días porque, según voceros de la empresa, “Shell y un grupo de refinadoras representan más del 20% de esa cámara, de manera que el peso de YPF en el mercado no queda reflejado en la entidad”.
La CIP está hasta hoy integrada por Compañía General de Combustibles SA, Destilería Argentina de Petróleo SA, Esso Argentina SRL, Pan American Energy, Petrobrás Energía SA, Petrolera del Conosur SA, Pluspetrol SA, Refinor SA, Total Austral SA, Wintershall Energía SA y Shell.
El plan que impulsa Sebastián Eskenazi es armar una cámara con todos los actores nacionales del petróleo nacional, dejando afuera a todas las multinacionales. Así, en el grupo entrarían los hermanos Bulgheroni –dueños de Pan American Energy-, Rhasa y hasta el mismísimo Cristóbal López.
Sin embargo, el plan de máxima es abarcar aún más. Por eso no descartan levantar la puntería y agruparse con las generadoras de electricidad, las transportadoras, las gasíferas más las petroleras.
El análisis es que al sector energético no se lo reconoce como el tercio del modelo kirchnerista. Piensan, que son clave para los otros dos, puesto que la industria les pide gas subsidiado para producir y el campo combustible subsidiado para transportar los granos y el ganado. “La industria tiene la UIA y el campo la Mesa de Enlace. Nosotros, nada”, piensan en voz alta.
Liderados por Eskenazi, ven que aunque integran la UIA, no tienen peso propio ni fijan agenda, hoy integrada por la devaluación de la moneda y el cierre de importaciones. Ninguna los afecta. “Somos la tercer pata del modelo pero siempre nos operan para bajar los precios”, analizan.
Esta versión está generando todo tipo de movimientos políticos y empresariales. Algunos leen el plan como una medida para salir a cruzar a la UIA en la pelea contra el gobierno por Techint. Pero es una lectura simplista. Eventualmente son aliados de los Kirchner, pero el sueño va más allá.
Fuente: La Política Online