El hidrocarburo que vertió una plataforma contratada por Repsol en Tarragona se debió a un estado de “descontrol y alerta” en la instalación. Es la principal hipótesis de Fomento tras analizar los vídeos que aportó como prueba Capitanía Marítima.
Las imágenes se tomaron desde un helicóptero, el 23 de junio, después de que la plataforma negara que hubiera alguna incidencia.
Tras comprobar in situ la existencia de la fuga, el video muestra cómo la plataforma dirige un cañón de agua para apagar la llama que sirve de combustión al gas.
Este fuego es un seguro de vida para la instalación: al quemar los gases que remueve del subsuelo marino durante las tareas de prospección, la plataforma evita que estos deriven en una deflagración imprevista. Lo inédito es dirigir agua hacia la llama, como se aprecia en las imágenes.
“Por eso creemos que se encontraban en situación de riesgo durante el escape, perdieron el control de las prospecciones. Trataban de apagar o enfriar la llama, que dejaba ir un humazo poco normal”, señalan fuentes de Fomento. Repsol se mantiene al margen, apuntando que la plataforma estaba en realidad manejada por una empresa estadounidense, Pride.
Portavoces de la petrolera reconocen que dirigir agua sobre una llama de gas en plena prospección resulta “una operación no prevista”. Capitanía subraya a Fomento que, pese a las evidencias de incidentes, la plataforma nunca accedió a informarla. A primera hora del 23 de junio, la torre de control de Tarragona detecta un ajetreo constante de buques, propiedad de Pride, coronados por un humazo negro que partía del horizonte.
“Pensamos que estaba ardiendo algún barco en alta mar. Por eso les preguntamos si ocurría algo”, relata un empleado. La respuesta fue negativa. El ir y venir de barcos prosiguió durante más de una hora y Capitanía decidió comprobar qué tramaba la empresa estadounidense.
El helicóptero halló aquellos mismos barcos que salían del puerto, simulando normalidad, enfrascados en limpiar y disolver manchas de crudo, procedentes de la plataforma. Finalmente, comprobó que el intenso humo procedía de la misma instalación y que dirigía un cañón de agua hacia la llama.
Repsol y Pride están implicadas en un expediente sancionador por ocultar, al menos, dos vertidos de hidrocarburo. El primero ocurrió el pasado mayo y tampoco se notificó a Capitanía. Fomento resolverá la sanción en las próximas semanas.
Fuente: Petrolnews.net