La operación se cierra en un mal momento para la actividad.
En uno de los peores momentos para el negocio de los fertilizantes en la Argentina, la cerealera Bunge adquirió ayer los activos de Petrobras en ese sector. El monto de la transacción -que debe ser aprobada por las autoridades- se estima en US$ 70 millones, aunque la petrolera brasileña informó que sus utilidades serían de sólo una cuarta parte.
Con esta compra, Bunge Argentina (que en 2008 se ubicó como segunda exportadora del país, detrás de Cargill y superando a YPF) empezará a ser un jugador importante en el sector de los fertilizantes. La compañía los produce a gran escala en Brasil, pero aquí sólo se dedicaba a la importación y distribución. Ahora será productora, ya que absorberá la fábrica de Petrobras en Campana. Esta planta, que los brasileños habían comprado al grupo Perez Companc en 2002, funciona desde 1968 y fue la primera en fabricar fertilizantes líquidos en América del Sur.
Con esta venta, Petrobras dio un paso más en la reestructuración de sus negocios en la Argentina. En ese camino, la empresa ya redujo su cúpula directiva, desvinculó personal y se está desprendiendo de ciertos activos y achicando su red de estaciones de servicio, hoy de 600 sucursales, para quedarse sólo con las más rentables.
Además del negocio de fertilizantes, la compañía puso en venta la refinería de San Lorenzo. Entre los interesados en adquirirla se menciona a Cristóbal López, el polémico empresario del juego y dueño de la petrolera Oil M&S.
“Petrobras Energía transferirá al comprador activos físicos, marcas, red comercial y personal vinculado al negocio en cuestión”, señalaron los brasileños en una comunicación dirigida a la Bolsa de Buenos Aires. Allí también puntualizó que “la operación generará una utilidad antes de impuesto a las ganancias de aproximadamente 70 millones de pesos”.
De su lado, el CEO de Bunge, Raúl Padilla, señaló que la compra de la ex PASA los posicionará “como líder en el creciente mercado de fertilizantes de la Argentina”. En realidad, aunque todos los especialistas indican que el consumo de fertilizantes debería multiplicarse en los próximos años, el negocio viene de dos años de caída libre, por culpa de la sequía y el conflicto agropecuario. De tocar casi 4 millones de toneladas dos años atrás, en 2009 se utilizarían menos de 1,5 millones de toneladas.
Petrobras no era un actor menor, ya que de su fábrica salían 500.000 toneladas. Según el balance del tercer trimestre, sus ventas de fertilizantes disminuyeron de $ 340 millones en 2008 a $ 191 millones en 2009, “como consecuencia del efecto combinado de una caída de 24,8% en precios y de 25,2% en los volúmenes”.
Fuente: Clarín.com