Por Luciana Bruno.- América Latina debe apostar por la integración energética para absorber la sobreoferta de gas que derivará de una caída de las importaciones desde Estados Unidos, principal comprador en la región y que aumentó la explotación de reservas propias, señalaron este martes expertos en Río de Janeiro.
La explicación de los especialistas es que Estados Unidos está produciendo a un volumen mayor el llamado gas de esquisto, descubierto hace 30 años y distinto del gas natural que comúnmente se utiliza en América Latina y también en el país norteamericano. Esto aumentará la oferta disponible de gas y redundará en un descenso de la demanda estadounidense del combustible.
Los principales exportadores regionales de gas hacia Estados Unidos –Perú y Trinidad y Tobago– deberán buscar entonces que su oferta sea absorbida por Argentina, Uruguay, Chile, Colombia y Brasil, los mayores importadores en el área, declaró Álvaro Ríos Roca, ex ministro de Minas e Hidrocarburos de Bolivia y actual socio de la consultora Gas Energy.
Brasil seguirá demandando gas de Bolivia hasta que comience a explotar sus reservas en aguas profundas oceánicas, añadió en una entrevista. Para Roca, el gas no compite con el petróleo. “Ahora la disputa es entre el gas y el shale gas (gas de esquisto)”, sostuvo durante el Seminario Latin Oil Week en Río.
El principal aumento de la oferta ocurrirá porque Estados Unidos amplió inversiones en esa matriz energética, coincidió por su lado Christopher Smith, secretario adjunto de la división Petróleo y Gas del Departamento de Energía de Estados Unidos.
“Existe una voluntad del gobierno (de Barack) Obama de disminuir la utilización del petróleo diversificando las fuentes de energía, especialmente (volcándose al) gas”, explicó.
“En los últimos dos años hubo un fuerte aumento de la producción de gas de esquisto, con el desarrollo de nuevas tecnologías”, explicó luego.
Recientemente grandes compañías como la multinacional ExxonMobil decidieron ingresar al sector.
Este tipo de gas, distinto del gas natural asociado en algunos casos al petróleo subyacente, es visto como más rentable a largo plazo.
“El gas natural bajó de precio especialmente luego de un aumento de la explotación de shale gas”, puntualizó Roca. Las mayores reservas probadas están en Estados Unidos y China, que recientemente firmaron un convenio para su explotación. También existe en Australia, Polonia y Austria, explicó Smith. Argentina es el único país latinoamericano que posee reservas probadas del carburante, añadió Roca.
• Desafío para la Argentina. En este marco de integración, Bolivia y Argentina están ante el desafío de pasar de la retórica a los hechos en el desarrollo del negocio del gas, tras años de promesas incumplidas y plazos frustrados para su integración energética. El presidente Evo Morales firmará un convenio energético con su homóloga de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, en Sucre.
Ambos países quieren dar un salto cualitativo para superar los incumplimientos en su relación energética con la firma de una adenda al contrato de compra y venta de gas que establecerá “garantías” mutuas para avanzar efectivamente en los proyectos. Con esas garantías Bolivia prevé quintuplicar sus exportaciones de gas a la Argentina, de 5 a 27,7 millones de metros cúbicos diarios, mientras que Buenos Aires quiere asegurarse de una vez la provisión del energético sin interrupciones como las que ha padecido en los últimos años. (AFP)
Río Negro