Ante la falta del fluido, el Gobierno analiza instalar un nuevo complejo regasificador para abastecer a la zona norte del país.
El aumento del consumo y la falta de inversiones en explotación y traslado de gas obligó al gobierno nacional pensar en distintas alternativas para distribuir gas domiciliario en las redes del norte del país. Así, el Ministerio de Planificación Federal, que conduce Julio De Vido, analiza un proyecto para montar una planta que permita inyectar ocho millones de metros cúbicos por día a la red de TGN (Transportadora de Gas del Norte).
El proyecto, que sería de una inversión estimada en 150 millones de dólares, contempla la construcción de una planta regasificadora que permita que el gas licuado importado de África o el Caribe pueda llegar a los domicilios de las zonas centro y norte del país.
Según distintas fuentes, la necesidad de esa región para completar la demanda del consumo es de unos 8 millones de metros cúbicos por día, cerca de un seis por ciento de lo que se consume diariamente en el país.
Argentina ya cuenta con una planta similar. Esta montada sobre un barco regasificador en Puerto Rosales, en Bahía Blanca.
Aunque por ahora no hay anuncios formales, Planificación ya tendría decidido el lugar donde se instalará el complejo. No se descarta que sea en la localidad bonaerense de Escobar, al norte de Capital Federal. De todas formas, aún restan definir algunos puntos salientes de la iniciativa, por lo cual la localización podría variar.
Gas líquido
El proyecto que estudia Nación permitiría que, tal como en Bahía Blanca, el gas llegué al país en forma líquida (LNG, según su denominación en inglés) a través de barcos. Una vez frente a las costas argentinas, se lo convierte a su estado natural y así se inyecte en los gasoductos.
De acuerdo a las autoridades la iniciativa debería estar en marcha a más tardar para el invierno del año próximo.
La ex petrolera estatal YPF junto con Enarsa avanzan en los distintos estudios de factibilidad de la iniciativa. Por el momento, la duda central tiene que ver la conveniencia de instalar una planta en tierra o un barco regasificador.
Este proyecto tendría un costo aproximado de 150 millones de dólares y el metro cúbico de LNG tiene un valor aproximado a los cinco dólares.
Mientras se analiza esta alternativa para beneficiar a los pobladores de la región norte, la provincia de Neuquén y las empresas productoras de hidrocarburos que operan en la cuenca neuquina vienen reclamando desde hace tiempo una recomposición de los valores del producto en boca de pozo, ya que sostienen que a los actuales valores se hace inviable cualquier tipo de inversión.
Sostienen que si se pagara el gas local a los mismos valores que el que importa, se podrían hacer trabajos de exploración y ampliar el horizonte e reservas.
La Mañana Neuquén