Obama indicó que aún es demasiado pronto para ser optimista sobre el resultado del nuevo intento de contener el crudo, aunque consideró que al menos por el momento parece funcionar. La marea negra llega a la playa
El presidente de EE.UU., Barack Obama, aseguró ayer que parece haber “progresos” en la lucha contra el vertido de petróleo en el Golfo de México, después de que técnicos de British Petroleum colocaran una campana sobre el pozo averiado. Mientras Obama hacía esta declaración en Louisiana, estado al que realiza su tercera visita desde el 22 de abril para supervisar las tareas de lucha contra el vertido, las playas del extremo noroccidental de Florida empezaron a mancharse con alquitrán, un indicio de que la “marea negra” se aproxima.
Según las proyecciones de la Administración de Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA) de EE.UU., oleadas del crudo pueden tocar hoy mismo las playas cercanas a Pensacola. Tras una sesión informativa con los responsables de la coordinación en la respuesta al vertido, Obama indicó que por el momento es demasiado pronto para ser optimista sobre el resultado del nuevo intento de contener el crudo, aunque consideró que al menos por ahora parece funcionar.
La empresa responsable del derrame, British Petroleum, consiguió colocar anoche una campana sobre los restos del pozo del que emana el crudo después de que el 22 de abril se hundiera la plataforma Deepwater Horizon, tras una explosión. El vicepresidente de BP, Kent Wells, afirmó ayer en una rueda de prensa telefónica que, tras colocar la campana, el procedimiento para capturar el petróleo se desarrolla según lo previsto. No obstante, pidió cautela, pues la pieza se encuentra en su sitio sólo desde hace doce horas y está a 1500 metros bajo el mar.
Los expertos han ido aumentado “gradualmente” el flujo de gas y petróleo a la superficie, indicó Wells, quien explicó que esa operación se debe desarrollar despacio para no causar un aumento brusco de la presión. Previamente, Doug Suttles, el jefe de operaciones de la compañía, dijo que el crudo está llegando ya a la superficie por una tubería y es recogido en un barco. BP confía en conocer el volumen recogido a lo largo de hoy.
Las imágenes que BP ofrece del lugar de la fuga muestran cómo el petróleo se escapa de cuatro válvulas en la tapa colocada encima de la cañería, pero Suttles explicó que eso es normal. Dijo que el propósito de las válvulas es evitar que se formen cristales de gas en el dispositivo, el problema que hizo fracasar intentos previos de taponar el pozo y canalizar el flujo a un petrolero en alta mar. BP tiene previsto cerrar esas válvulas a lo largo de la jornada.
Para Obama, el vertido, que es el mayor desastre ecológico en la historia de EE.UU., se ha convertido en un problema apremiante que amenaza con arrastrarlo en las encuestas de popularidad y eclipsa cualquier otro logro que consiga en su política. Como muestra de la preocupación que genera el derrame en la Casa Blanca, Obama decidió aplazar por segunda vez el viaje que tenía previsto para dentro de dos semanas a Australia e Indonesia.
Si el aplazamiento de un viaje presidencial es una rareza, y una decisión que sólo se toma bajo graves circunstancias y tras sopesarlo mucho, el que ocurra dos veces –la primera fue en marzo, durante el debate sobre la reforma sanitaria– es algo prácticamente sin precedentes.
El vertido comenzó tras la explosión y hundimiento en el mar de la plataforma petrolera Deepwater Horizon, en un incidente en el que murieron once personas. El gobierno asegura que BP, que gestionaba la plataforma, deberá hacerse cargo de todos los costos de las tareas de limpieza y reparación y ya le ha presentado una primera factura de 69 millones de dólares.
La “mancha negra” se hallaba ayer a unos seis kilómetros de la zona del Panhandle (noroeste de Florida). Sin embargo, en las playas de Gulf Islands Seashore, en la bahía de Pensacola, se ha empezado ya a encontrar masas de “chapapote” o alquitrán y hay once equipos de limpieza haciendo su tarea, según confirmó el Departamento de Protección Medioambiental (DEP) del estado.
Las autoridades han desplegado ya en aguas cercanas a Panhandle varias embarcaciones de los guardacostas provistas de “skimmer” o bocas basculantes que ayudan a recoger materia en suspensión, con el objetivo de “minimizar cualquier potencial impacto” del vertido. Además, una cadena de 78 kilómetros de barreras sintéticas flotantes se han desplegado en zonas cercanas a los condados floridenses de Escambia y Santa Rosa, en el cono de trayectoria de la “mancha negra”.
Página/12
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Obama reiteró que BP tendrá que pagar “hasta el último centavo” por el derrame de petróleo
En su habitual discurso radiofónico de los sábados, El presidente de EEUU, Barack Obama, también reiteró su promesa de que BP tendrá que pagar “hasta el último centavo” por los daños sufridos por los residentes en el Golfo de México
“Esta gente trabaja mucho. Cumple su responsabilidad. Ahora, debido a una catástrofe causada por el hombre, de la cual no tiene culpa y está fuera de su control, sus vidas han sido lanzadas al caos. Esto es brutalmente injusto”, señaló.
Obama grabó el discurso ayer en Grand Isle, en el estado de Luisiana, que junto a los de Mississippi y Alabama fueron los más perjudicados por el vertido.
Durante su alocución sostuvo que como dijo “desde el principio de este desastre”, tiene intención de “estar junto al pueblo de la costa del Golfo hasta que se recupere”.
El presidente indicó que tras la catástrofe, su gobierno aplicará “todos los recursos disponibles” para proteger el litoral, limpiarlo del petróleo contaminante y hacer que “BP y otras empresas se responsabilicen por los daños para comenzar a restablecer la riqueza y la belleza de esta región”.
Ante la situación causada por el derrame, el gobierno federal desplegó en la región 17.500 integrantes de la Guardia Nacional y más de 20.000 personas están participando en las tareas para proteger el litoral de la marea negra.
Obama señaló que en la región del Golfo hay más de 1.900 navíos que están participando en las operaciones en “la mayor respuesta a un desastre ambiental de este tipo en la historia de nuestro país”.
El presidente recordó que esta misma semana su Gobierno envió a British Petroleum una factura de 69 millones de dólares para pagar parte de los gastos involucrados en esas operaciones y que ha designado una comisión que investigará las causas del derrame.
“Si las leyes son inadecuadas, serán modificadas. Si hubo fallos de supervisión, ésta será fortalecida. Y si se violaron las leyes, los responsables serán llevados a la justicia”, prometió.
Obama señaló que BP parece haber tenido cierto éxito en los últimos días en sus esfuerzos por frenar el flujo de petróleo que contamina las aguas del Golfo.
Pero no se manifestó demasiado optimista al indicar que “como ha sido el caso desde el comienzo de esta crisis, estamos preparados para lo peor aun cuando esperamos que los esfuerzos de BP nos traigan mejores noticias que las que hemos recibido hasta ahora”.
Ámbito.com