BP acepta crear un fondo millonario

British Petroleum accedió a aportar 20.000 millones de dólares a una cuenta de compensaciones a raíz del derrame petrolero en el Golfo de México. Era una de las promesas que hizo Obama el martes, durante su discurso a la nación

Por David Usborne*
Desde Washington
Barack Obama logró que British Petroleum (BP) aceptara depositar un fondo de 20.000 millones de dólares en una cuenta creada especialmente para compensaciones que surjan de la catástrofe del Deepwater Horizon. No será manejada por la empresa petrolera británica ni por el gobierno estadounidense, sino que será supervisada independientemente por Kenneth Feinberg, quien recientemente fue el encargado especial del gobierno que supervisó los pagos a cientos de altos directivos de empresas, tras la crisis financiera. La inusual concesión de una corporación privada fue acordada durante casi tres horas de conversaciones en la Casa Blanca entre Obama, con varios miembros y asesores de su gabinete, y el presidente y el director ejecutivo del gigante energético con sede en Londres, Carl-Henric Svanberg y Tony Hayward.
Forzar a BP a depositar miles de millones en una cuenta manejada independientemente fue una de las promesas que hizo Obama en su primer discurso en la Oficina Oval a la nación el martes. Cualquier logro menor se hubiera considerado un desastre político para la Casa Blanca.
Si el trato se mantiene, el fondo será supervisado por Kenneth Feinberg, un abogado que anteriormente había tomado a su cargo los pagos a las familias de las víctimas de los ataques del 11 de septiembre en Estados Unidos. También fue el encargado especial del gobierno que controló los pagos a cientos de altos directivos de empresas, tras la crisis financiera. A BP se le permitirá depositar el dinero en el fondo en cuotas a lo largo de varios meses, para evitar falta de liquidez.
Un tema políticamente dañino en las últimas semanas fue que BP dejara de responder a la creciente lista de reclamos hechos por ciudadanos y empresarios de todo tipo a lo largo de la costa del Golfo de Estados Unidos, desde empresarios de turismo hasta trabajadores de la industria pesquera y petrolera. Aun cuando se filtró la noticia de que había un trato, las fuentes gubernamentales dijeron que las negociaciones se arrastraron mucho más de lo esperado, mientras ambas partes ultimaban los detalles, especialmente un compromiso de BP de que entregaría más dinero si los 20 mil millones dispuestos ayer resultan insuficientes en los meses y años venideros.
Aunque BP ya gastó más de mil millones en el derrame, es imposible predecir la cuantía de los reclamos –un hecho que hizo caer mucho el precio de las acciones de la empresa–. Mientras se desarrollaba el drama político en Washington, BP dijo que un segundo sistema para succionar el petróleo del lecho marino en el Golfo de México se había implementado con éxito unas horas antes.
Después de más de una semana recogiendo alrededor de 15.000 barriles por día del destruido pozo de la plataforma Deepwater Horizon, BP está presionada para aumentar esa cifra. En otra revisión de los cálculos estimados del derrame, los científicos del gobierno dijeron el martes que la rotura pierde tanto como 60.000 barriles por día desde el desastre el 20 de abril.
El segundo sistema que ahora está en el sitio debería recoger unos 28.000 barriles diarios, dijeron los ingenieros de BP. Está succionando el petróleo adicional a través de mangueras adheridas al agujero en el lecho marino. Una vez en la superficie, se quema el petróleo.
En su discurso de la Oficina Oval, el presidente Obama sugirió que BP debería estar recogiendo el 90 por ciento de todo el petróleo derramado para fin de este mes. Pero como los cálculos sobre el derrame siguen aumentando, ese objetivo puede resultar ambicioso. BP ha dicho que quiere llegar a recolectar 80.000 barriles por día para mediados de julio.
La noticia del acuerdo del fondo les dio a las acciones de la petrolera un leve incentivo. “Le quita un poco de presión a BP”, dijo Iain Armstrong, un analista de petróleo en la empresa bursátil Brewin Dolphin en Londres. Pero dado que el fondo de compensación puede superar un día los 20 mil millones de dólares, algunos inversores están ansiosos por que la nueva cuenta bancaria no se convierta en un fondo para querellantes, sobre los cuales BP no tendrá ningún control. “Aunque es importante que paguen compensaciones razonables, necesitan un grado de certidumbre”, afirmó ayer Cameron en declaraciones a la BBC.
Muy superada en número, la delegación de BP en la Casa Blanca se enfrentó no sólo con Obama, que estuvo presente en parte de la reunión, sino con el fiscal general, Eric Holder; la secretaria de Seguridad, Janet Napolitano, y el secretario de Energía, Stephen Chu. Dada la capacidad de presión del gobierno de Estados Unidos, resistir la exigencia de un fondo de compensación nunca fue una opción para BP.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère

Página/12
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El presidente de BP comparece ante el Congreso de EEUU

El presidente de BP Tony Hayward llegó a su comparecencia ante el Congreso estadounidense para dar explicaciones por el desastre que genera el continuo vertido de petróleo de uno de sus pozos en el golfo de México desde hace dos meses
Hayward, rodeado de asesores y policías del servicio de seguridad del Congreso, ingresó a la sala de la subcomisión de Comercio y Energía para Investigaciones de la cámara baja minutos antes del inicio de su interrogatorio.
La petrolera BP Plc está adelantada en su plan para perforar un pozo de alivio destinado a resolver la filtración de petróleo que originó el derrame de crudo en el Golfo de México, dijo el jueves la Guardia Costera de Estados Unidos.
El sistema de captura de petróleo de BP alcanzará a inicios de la próxima semana una capacidad de 28.000 barriles por día, dijo el almirante de la Guardia Costera Thad Allen, en un encuentro informativo. El sistema recolectó 18.600 barriles hoy, de acuerdo con BP.
Ámbito.com
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Siguen los esfuerzos para frenar el vertido

BP puso en marcha un segundo sistema
La empresa British Petroleum (BP) anunció ayer que puso en marcha un segundo sistema para capturar el crudo que fluye al mar en el Golfo de México desde el 20 de abril pasado, cuando se produjo la explosión y hundimiento de la plataforma Deepwater Horizon.
El sistema de recolección, que comenzó a funcionar en la madrugada de ayer, transporta el crudo a la superficie a través de un sistema de tubos y lo almacena en un barco, el Q4000, donde luego es incinerado en una especie de horno llamado Evergreen.
De esta manera, la petrolera BP, que operaba la plataforma submarina, busca incrementar la capacidad total de captura hasta los 28.000 barriles diarios. Según los últimos datos oficiales, la fuga ronda entre los 35.000 y 60.000 barriles diarios. Anteriormente, el gobierno había dicho que el vertido oscilaba entre los 20.000 y 40.000 barriles por día.
En un documento enviado el domingo a la Guardia Costera de Estados Unidos, BP informó que su objetivo es incrementar su capacidad de recolección hasta los 80.000 barriles diarios a mediados del próximo mes.
El pasado 3 de junio, la multinacional británica dio el primer paso para contener la fuga al instalar un tapón con un sello de goma adentro, a través del cual una especie de bombilla aspira el crudo que fluye desde un pozo a 1500 metros de profundidad, y lo deposita en un supertanquero que se encuentra en la superficie.
Según indicó BP, con este sistema se capturan cerca de 15.000 barriles de crudo cada día, lo que significa un cuarto del total. Desde su instalación, estiman que se han capturado un total de 160.400 barriles.
En agosto, la petrolera tiene previsto finalizar la perforación de un pozo de alivio, con el que se espera detener definitivamente el derrame.
En las ciudades costeras más afectadas del Golfo de México continúan los desesperados intentos para evitar que la marea negra siga castigando sus playas.
En la bahía de Pensacola, ciudad ubicada al noroeste de Florida, operan ya varias embarcaciones provistas de skimmers, aparatos especiales para succionar la materia en suspensión depositada en el mar.
De todas formas, por la existencia de alquitrán, en la zona se deduce que la cadena de barreras sintéticas flotantes colocadas días atrás no ha podido evitar la entrada del petróleo, y que sólo sería capaz de retener el vertido que se encuentra flotando en la superficie, pero no el que se desplaza a mayor profundidad.
La Nación
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Escepticismo entre los residentes de la costa

En la zona afectada crecen las dudas
Regina Shipp, dueña de un restaurante en la costa de Alabama, estaba al borde de la desesperación anteayer, antes del discurso del presidente Barack Obama sobre la crisis del derrame petrolero en el Golfo de México.
Los turistas han desaparecido, todas las mesas de su establecimiento junto al puerto están vacías y el negocio ha perdido 57.000 dólares en las últimas semanas.
Después del discurso, Shipp se vio más esperanzada, aunque no mucho. En estos momentos, se necesitan más que palabras de la Casa Blanca para mejorar la vida en la costa.
“El dice que va a hacer que BP pague, ¿pero puede hacerlo?”, se preguntó Shipp, parada en medio de su desierto negocio, el Shipp´s Harbour Grill, restaurante que posee junto con su esposo, Matt.
Obama prometió “hacer que BP pague” y acusó al gigante petrolero de negligencia, en su primer discurso a la nación desde que el catastrófico derrame comenzase a destruir el modo de vida en la costa del golfo.
El presidente habló tras una visita de dos días a la zona, durante la cual se reunió con funcionarios y residentes para analizar la situación.
Con las vidas sacudidas por el peor derrame petrolero en la historia del país, los residentes de la costa del golfo observaron el discurso presidencial de anteayer con una mezcla de temor y furia, tanto por el crudo como por una respuesta que a ratos parece casi cómica.
Bebiendo una copa de vino en su casa en Empire, Luisiana, Mitch Jurisich finalmente se decidió a ver el discurso de Obama, luego de dudar sobre si siquiera iba a encender el televisor. El pescador de ostras ha estado sin trabajo desde que las zonas ostreras de Luisiana fueron cerradas hace dos semanas.
Temor
Jurisich dijo que teme que una moratoria en las exploraciones petroleras marítimas vaya a aniquilar lo que queda de la economía en la costa de Luisiana. Según él, la pasividad que Obama dice que no va a tolerar no es el verdadero problema.
“Hay mucha acción, pero en medio de confusión y caos, y eso está comenzando a dominar los esfuerzos para frenar este derrame”, dijo el ostrero de 47 años.
A Jurisich, sin embargo, le sorprendió el discurso de Obama. “El no nos dio el mismo discurso de siempre. Me gusta lo que dijo acerca de destinar dinero [para compensar a los afectados], pero no importa cuánto dinero sea, no va a ser suficiente”, dijo. “Ellos deberían congelar todos los fondos de BP y aún podría no ser suficiente.”
La Nación