Demanda contra Chevron-Texaco en Ecuador podría alcanzar los 90 mil millones de dólares

El calvario judicial de las organizaciones de la Amazonía de Ecuador comenzó hace más de 17 años, y se ha prolongado a raíz de las permanentes dilatorias presentadas por la petrolera Chevron-Texaco para evitar la sentencia

Radio Mundo Real
Los demandantes, afectados por los treinta años de actividad extractiva, estiman que la reparación del daño causado rondaría entre los 40 y los 90 mil millones de dólares, según divulgó en su portal de Internet el Frente de Defensa de la Amazonía, uno de los grupos que entabló el juicio contra la poderosa corporación.
La multinacional, como era previsible, ha querido deslindar todas sus responsabilidades por los crímenes ambientales cometidos en las provincias de Orellana y Sucumbíos.
La empresa carga sus baterías contra el Estado ecuatoriano, más precisamente contra la estatal Petroecuador, y argumenta que ya retiró todas sus inversiones del país, avalada por las anteriores administraciones.
La voluntad empresarial por eternizar el juicio está dando resultados: la causa estuvo diez años en tribunales de Estados Unidos y siete en Ecuador –eso incluyó seis jueces diferentes y tres recusaciones-, y las víctimas todavía esperan una sentencia.
Las organizaciones ecuatorianas consideran que las 54 inspecciones judiciales efectuadas en el territorio contaminado deberían arrojar pruebas suficientes, y por demás contundentes, de los daños causados por Chevron-Texaco. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha sido enfático al momento de posicionarse del lado de las comunidades demandantes, y ha cuestionado los artilugios judiciales de la corporación petrolera.
En una entrevista con el informativo español Más Voces, el dirigente Ermel Chávez, del Frente de Defensa de la Amazonía, denunció que la contaminación por hidrocarburos responsabilidad de Chevron-Texaco ha provocado la muerte de unas 500 personas, mientras que otras 1500 están enfermas.
Durante las operaciones de la petrolera –que abarcó desde los años sesenta hasta los noventa, en una concesión de un millón de hectáreas de selva-, la empresa utilizó tecnología inadecuada para ahorrarse miles de millones de dólares.
“Entraron como si fuera una tierra baldía, pero ahí vivían muchas comunidades indígenas. Usaron la peor tecnología disponible”, recordó Chávez en la nota radial.
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