Parte del petróleo que se derramó de una plataforma de la compañía Chevrón en alta mar desde el 7 de noviembre último, comenzó a contaminar el desagüe pluvial del área metropolitana de Río de Janeiro, afirmaron hoy miembros de una comisión parlamentaria que investiga el caso
Según consigna la agencia Ansa, Chevrón contrató a la empresa Contecom para que transporte y almacene el petróleo que causó una mancha de 12 kilómetros cuadrados en el Campo de Frade, pero parte del hidrocarburo fue detectado en las galerías pluviales de la Baixada Fluminense, en la periferia de Río de Janeiro.
Este es un hecho nuevo y extremadamente grave, el petróleo ya llegó a la Baixada Fluminense, el contrato de Chevron con Contecom para recoger el petróleo está siendo realizado sin el menor cuidado ambiental en tierra firme”, declaró el diputado carioca Chico Alencar.
El legislador integra una comisión parlamentaria formada para investigar el derrame por el cual el gobierno brasileño ordenó a Chevrón que suspenda la extracción de crudo en el pozo donde ocurrió la pérdida. Los congresistas se reunieron con el comisario Fabio Scliar, de la Delegación de Medio Ambiente de la Policía Federal, que dirige las investigaciones sobre el vaciamiento.
También realizaron consultas con el secretario de Medio Ambiente de Río, Carlos Minc, quien ya prevé que restos del petróleo contaminarán playas cariocas en las próximas semanas. Chevrón informó que la empresa Contecom, que transportó los residuos recogidos en alta mar, fue contratada debido a que cuenta con certificación de los órganos de medio ambiente brasileños.
La Opinión Austral
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Cierran por peligroso un pozo de Chevron frente a Río
La agencia brasileña de petróleo (ANP) ordenó ayer el cierre de un pozo de la petrolera estadounidense Chevron en la costa de Río de Janeiro por no informar a las autoridades sobre la presencia de gas sulfídrico, altamente peligroso, informaron las autoridades. El 22 de noviembre la ANP constató la “existencia de gas sulfhídrico en uno de los diez pozos en producción en el Campo de Frade”, 370 km al noreste de la costa de Rio de Janeiro y donde a principios de noviembre se produjo un derrame de petróleo.
“Chevron no había evaluado el impacto del gas sulfídrico sobre las estructuras y equipos de la plataforma”, señaló la agencia en la nota.
La petrolera no había registrado la producción del peligroso gas ante la ANP lo que motivó una nueva sanción de la agencia contra la firma, señaló la directora Magda Chombriard durante una presentación en Río de Janeiro. El gas “es un veneno para el trabajador”, agregó al precisar que ante la presencia del gas “el pozo tenía que tener la metalúrgica adecuada para la situación”.
Por su parte, Chevron Estados Unidos señaló en un comunicado que monitorea la presencia del gas “regularmente” y que “sistemas y procesos de seguridad son implementados para asegurar a sus empleados, contratistas y operación en todo momento”.
Debido al derrame petrolero, en el que en 10 días se vertieron al Atlántico unos 2.400 barriles, Brasil aplicó a Chevron una primera multa de 28 millones de dólares y están en curso nuevas sanciones económicas.
Los Andes
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Chevron critica la respuesta ‘exagerada’ de Brasil al derrame
Por John Lyons y Daniel Gilbert | The Wall Street Journal Americas
Chevron Corp., cuyas operaciones de perforación en Brasil fueron suspendidas y encara una investigación penal por un derrame de crudo frente a la costa de Rio de Janeiro, afirma que las autoridades han reaccionado de manera exagerada y “desconcertante”. La situación sugiere que el entorno para las grandes empresas petroleras se está volviendo más difícil en el país sudamericano.
“Nunca he visto un derrame tan pequeño con una reacción de esta magnitud”, dijo en una entrevista Ali Moshiri, quien dirige las operaciones latinoamericanas y africanas de Chevron. “Esta respuesta exagerada nos desconcierta”.
Moshiri tal vez tenga que acostumbrarse a eso, dicen expertos del sector. La respuesta de Brasil refleja una tendencia a normas más estrictas y tolerancia cero incluso para accidentes comparativamente moderados tras el derrame de 4,9 millones de barriles de petróleo de BP PLC en el Golfo de México el año pasado. En contraste, el derrame de Chevron a comienzos de noviembre causó el escape de 2.400 barriles.
El derrame de BP “ha cambiado la opinión de la gente de todo lo que hacemos”, señaló Fadel Gheit, analista de petróleo y gas del banco de inversión Oppenheimer & Co. “[Los reguladores] no pueden permitirse ningún traspié, no importa cuán pequeño sea”.
Hay mucho en juego en Brasil, donde la suerte del gobernante Partido de los Trabajadores está cada vez más vinculada con el éxito de Brasil en aguas profundas. En 2006, Brasil descubrió enormes depósitos, pero muy profundos, frente a la costa de Rio de
Janeiro. Sus líderes prometieron usar el crudo para erradicar la pobreza y allanar el camino del país al primer mundo. El plan es que Petróleo Brasileiro SA, o Petrobras, invierta más de US$200.000 millones para ayudar a duplicar la producción petrolera del país.
Las grandes petroleras extranjeras ya se están relegando al papel de actores secundarios en este proceso. En 2009, Brasil estrechó su control del sector imponiendo reglas que reservaban para Petrobras el papel preponderante en nuevas exploraciones, lo que
le garantizaba una gran participación en cualquier yacimiento. Anteriormente, era tratada como cualquier otra empresa que pujaba por los derechos de exploración.
Ahora, las autoridades envían a las firmas una fuerte señal de que el margen de error es mínimo. Poco después del hallazgo del derrame el 9 de noviembre, el influyente secretario de Ambiente de Rio de Janeiro, Carlos Minc, sugirió que Chevron podría ser expulsada del país. La Policía Federal inició una investigación penal y reguladores petroleros tildaron a Chevron de “negligente” y suspendieron sus actividades de perforación.
En la entrevista, Moshiri dijo que la respuesta es desproporcionada y no refleja el éxito de Chevron en detener la fuga -sin que llegara petróleo a la costa- en apenas cuatro días. Agregó que la severidad de Brasil puede ser contraproducente, al enfriar el interés de compañías petroleras de operar allí, a la vez que crea la falsa expectativa de que la descomunal incursión del país en la explotación petrolera en aguas profundas estará libre de accidentes.
La policía no quiso comentar debido a la investigación en curso. El Ministerio de Energía no respondió a pedidos de declaraciones. Las autoridades han dicho que actúan para hacer cumplir las leyes y regular su industria petrolera.
La Nación