Son el gas boliviano, el que viene por barco y el gasoil y fuel oil para las usinas
Por Antonio Rossi | Clarín
Junto con el hostigamiento regulatorio y económico que viene desplegando contra YPF, el Gobierno -por medio Guillermo Moreno – ha adoptado una serie de medidas que tienen en vilo al sector energético y que podrían condicionar los suministros externos de combustibles que están pactados para este año.
Una de las decisiones de Moreno – el secretario de Comercio Interior que se ha transformado en una especie de “superministro”– que está complicando a las empresas energéticas es el nuevo mecanismo de importaciones .
Pese haber presentado en tiempo y forma las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importaciones (DJAI), varias compañías aún siguen esperando la vía libre oficial para ingresar insumos y equipos que necesitan para producir y avanzar con las obras que tienen en marcha. Entre otras afectadas que elevaron sus quejas a la Secretaría de Energía se encuentran la petrolera Total, contratistas del fondo de transporte eléctrico federal, constructoras de gasoductos y proveedoras de materiales específicos de la central Atucha II.
Pero sin duda, la medida de Moreno que más ruido y preocupación está generando en el escenario energético es el freno impuesto a los pagos del gas y los combustibles líquidos importados .
Los problemas de caja, el creciente déficit comercial energético y la apuesta a una solución casi mágica que llegaría de Angola, llevaron a Moreno a pisar los pagos de los embarques de gas natural, GNL (el gas licuado que arriba en barcos), fuel oil y gasoil que entraron en las primeras semanas del año.
Además, según datos obtenidos por Clarín, en lo que va de 2012 no se habría liquidado ningún pago a Bolivia por el gas que inyecta en el norte la petrolera YPFB. Los envíos del Altiplano oscilan entre los 8,8 y 10 millones de metros cúbicos diarios. Frente a los US$ 3 promedio que reciben los productores locales, precio del gas boliviano llega a US$ 10,7 por millón de BTU e implica para el gobierno de Evo Morales un ingreso superior a los US$ 1.600 millones anuales . Si bien por ahora no hubo un reclamo formal, lo más probable es que Bolivia comience a plantear sus quejas a partir de marzo si es que no se regularizan los pagos.
En el caso del fuel y gasoil que importa la CAMMESA para abastecer a las centrales térmicas, estarían sin cancelarse los tres últimos barcos que entraron en febrero . Pese a que estaban los recursos para liquidar los cargamentos, una orden de Moreno terminó trabando los pagos a la petrolera venezolana PDVSA y las traders Glencore y Vittol. Ante los reclamos de los proveedores, la respuesta oficial fue una promesa de pronta normalización de los pagos para los primeros días de marzo.
Por el lado del GNL, ENARSA – por no haber recibido las partidas presupuestarias a tiempo – procedió a modificar unilateralmente las condiciones de pago de los cuatro barcos metaneros que arribaron este año a Escobar y Bahía Blanca. Hasta diciembre de 2011, los suministros de GNL se pagaban un día antes de ser descargado. Pero a partir de enero, los pagos se demoraron primero a una semana y después el atraso llegó a 10 días.
Además de retrasar los pagos, Moreno mandó a suspender la licitación que lanzada a fines de enero para contratar las 28 cargas que están pendientes para completar la provisión anual de GNL. La intención de Moreno sería cerrar la compra directa de esos cargamentos en Angola , en la misión comercial que encabezará en los primeros día de marzo.
Pero según los especialistas del sector, hay dos detalles que se les pasaron por alto a los asesores de Moreno. Uno es que el gas angoleño es más pesado y de menor calidad que el requerido por ENARSA para la regasificadora de Bahía Blanca. Y el otro dato es que Angola LNG (la empresa que el Estado comparte con las privadas Sonangol, Chevron y British Petroleum) recién tendrá GNL disponible a partir del junio y con una flota de apenas 4 barcos que no alcanzan para atender la entregas que demanda Argentina para el segundo semestre del año.
Clarín