Es para enfrentar demanda de importaciones del 1er semestre. Se cubrirá con fondos del Banco Central
Por Carlos Burgueño | Ámbito Financiero
Noticia preocupante circuló el viernes por la Secretaría de Hacienda: en el primer semestre, el gasto para la importación de combustibles llegará a los u$s 7.000 millones. Esto es, el 70% total de las importaciones previstas para el año y el mayor número, lejos, en todos los años de gestión de los Kirchner.
La cifra garantizaría además que en 2012 las necesidades de financiamiento para cubrir la balanza comercial energética serán mayores que lo previsto y llegarían, tal como anticipó este diario, a los u$s 6.000 millones. Es la caja más problemática para el Gobierno en cuanto al mantenimiento del panorama fiscal; junto quizá con el déficit en la balanza comercial con Brasil, que repetiría ese dinero y llegaría también a los u$s 6.000 millones. Mirando el panorama desde otro costado, entre el déficit de la balanza de combustibles y el de la balanza comercial con el principal socio comercial de la Argentina, superan el proyectado de superávit entre exportaciones e importaciones para este año, que llegaría, en el mejor de los casos, a estar levemente por encima de los u$s 10.000 millones. Al menos, ésa es la misión que deben cumplir Guillermo Moreno y sus curiosos planes de trabas a las importaciones y apertura de mercados internacionales.
Crecimiento
Los datos de la secretaría que maneja Juan Carlos Pezoa hablan de la necesidad de contar antes que termine junio con u$s 7.000 millones para poder importar el combustible necesario para la primera parte del año. Fundamentalmente se trata de gasoil y fueloil necesarios para sostener la industria manufacturera y las centrales térmicas que luego abastecen el consumo doméstico. Aquí juega en contra, curiosamente, una buena noticia: la producción interna se mantiene en buen nivel, lo que haría que se pueda sostener la proyección de un crecimiento para 2012 de entre 4,5% y 5% (5,1% según el presupuesto). Como además no hay mayores avances en la reducción de subsidios y aumento de tarifas (al menos no lo hay en términos que ayuden al panorama fiscal), la demanda energética continúa el grados elevados que llevan a que la importación proyectada para este año no baje de los u$s 10.000 millones. Como la mayor parte de las compras de fueloil y gasoil se deben hacer antes de mayo, el número necesario para cubrir esa demanda es el de u$s 7.000 millones. En paralelo, las exportaciones proyectadas para todo el año no superan los u$s 4.000 millones, e incluso se habla de un nivel posiblemente menor.
La única tranquilidad en este panorama es que en 2012 el dinero para cubrir el bache energético (que superará largamente los u$s 2.900 de 2011 y los u$s 3.000 millones presupuestados originalmente) ya está disponible. La reforma de la Carta Orgánica del Banco Central (BCRA) garantizará la provisión de ese dinero, en el capítulo donde se habla de la obligación de la entidad que maneja Mercedes Marcó del Pont de abastecer el financiamiento del Estado cuando éste lo requiera. No hay un número prefijado sobre el monto definitivo para cubrir al sector público nacional, pero al menos se necesitarán los u$s 6.000 millones provenientes de la balanza comercial de combustibles. Al tipo de cambio actual, será una cifra no menor a los $ 25.900 millones. Para el Gobierno, el dinero estará disponible este año, como para el resto de los baches fiscales con que el Ejecutivo deberá enfrentar 2011 (Brasil, cumplimientos del pago de deuda externa, gastos de infraestructura, etc.).
El problema serio será en 2013. Para ese año, en realidad mucho antes, el Gobierno tendrá que cerrar definitivamente el problema de la balanza energética. Quizá por este motivo se aceleraron las embestidas contra Repsol por la situación de YPF para que hacia el segundo semestre el panorama haya mejorado sustancialmente.
Para tener una idea de la importancia que para Olivos tiene la cuenta energética, desde noviembre de 2011 hay un ítem con este capítulo en el paper que todas las mañanas desde la repartición de Pezoa se debe enviar personalmente a Cristina de Kirchner con el panorama fiscal y económico. El material, que hasta la muerte de Néstor Kirchner lo tenía como destinatario y ahora se lo dirige a la jefa de Estado, es de confección reservada y personal, y figuran a grandes rasgos los ingresos y egresos de divisas al Tesoro, más algunas cuentas particulares que se abren o se cierran según la situación económica. Dos de los capítulos que se incluyen todas las mañanas en el panorama enviado por Pezoa son el energético y la lista de las empresas y particulares que piden autorización para comprar montos importantes de dólares.
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