El diputado neuquino José Brillo, aliado del kirchnerismo, propuso que el comercio minorista esté separado del mayorista, como ya ocurre en la energía eléctrica y el gas. Estima que en 10 años despareció la mitad de los puntos de venta. YPF, otra vez en la mira
La Cámara de Diputados comenzará a tratar un proyecto para impedir que petroleras y refinadoras de combustible exploten estaciones de servicio, para que sólo estén en manos del comercio minorista.
La iniciativa es del diputado neuquino José Brillo, aliado del Frente para la Victoria en el Congreso. Fue presentada hace dos años pero caducó y ahora volvió a ser depositada en mesa de entradas, con la mayoría parlamentaria del Gobierno y la embestida contra Repsol-YPF como marco.
“El tema de las petroleras no estaba en la agenda como lo está ahora”, admitió a LPO Brillo, quien aún sondea qué respuesta encuentra el kirchnerismo. “El país es un cementerio de estaciones de servicio: el 2000 había 7000 y desapareció la mitad. Hoy no pueden soportar la presión de las petroleras y refinadoras”, aseguró.
El proyecto crea un “Régimen de Comercialización de combustibles líquidos (naftas y gasoil) y gaseosos (Gas Natural Comprimido -GNC-)” y en su artículo segundo deja claro que el comercio minorista tiene que tener actores únicos, como ya ocurre con la energía eléctrica y el gas, donde los productores no pueden transportar.
Brillo, proveniente del Movimiento Popular Neuquino y leal al gobernador Jorge Sapag, señala que “las empresas productoras de petróleo y/o gas, refinadoras y/o comercializadoras mayoristas de combustibles líquidos en todas sus formas” no podrán gestionar o encarar la explotación por sí misma o por terceros de “estaciones de venta de combustibles al consumidor, bocas de expendio de combustibles de cualquier naturaleza y/o cualquier otro tipo de distribución minorista, estén destinadas al público en general o a clientes individualmente considerados”.
Las principales refinerías del país son Petrolera Argentina, Renesa y las neuquinas Fox Petrol y American Oil, toda con estaciones de servicio a su cargo.
En los fundamentos, el diputado advierte sobre “un elevado” grado de concentración en la comercialización minorista de combustibles. “Son cuatro las empresas petroleras que detentan alrededor del noventa por ciento 90% del mercado y de ellas YPF S.A. por ser una empresa integrada y dada su magnitud es quien impone las reglas de juego”.
“Los precios al público son fijados en la práctica por las petroleras proveedoras de las estaciones de servicio, teniendo estas últimas que acatar los precios sugeridos por aquellas”, completó.
La discusión volverá a poner en la mira a Repsol – YPF, la petrolera enfrentada al Gobierno que según Brillo abastece el 60% del mercado del campo y la industria y tiene el 8% de las estaciones de servicio. En épocas de escasez, serían las menos perjudicadas.
Estos datos no pasarán inadvertidos durante el debate, debido a que el principal reproche del Gobierno a las petroleras es la falta de producción. “Con medidas así definiríamos como le damos trabajo a nuestras pequeñas y medianas empresas”, sostuvo Brillo.
El proyecto le otorga a las petroleras y refinadoras un plazo de 5 años para desprenderse de las estaciones de servicio que tengan a cargo.
También reafirma que las petroleras o comercializadoras mayoristas de combustible no podrán fijar precios de venta al público consumidor, “siendo extensivo ello al establecimiento de los denominados precios sugeridos al público”.
La Política Online