Edenor, cada vez más complicada: ya pierde cerca de $ 1 millón diarios

La mayor distribuidora de energía del país acumula balances negativos desde hace tres años. Tarifas congeladas y suba de costos, razones que la pueden llevar al default
Por Andrés Sanguinetti | Cronista.com
La semana pasada, Edesur anunció pérdidas de $ 140 millones durante el primer trimestre. Ayer, fue el turno a Edenor. La mayor distribuidora de electricidad del país también transita por el mismo sendero. Entre enero y marzo, registró un balance negativo de $ 90,6 millones, cifra que marca un 80% de incremento en relación al balance de igual período de 2011, cuando llegó a los $ 28 millones. Ese año además, acumuló una pérdida total de $ 435 millones.
Si bien los números difieren de un año a otro, las razones siguen siendo las mismas. El congelamiento de tarifas, que lleva 12 años, y el constante crecimiento de sus costos, tanto los operativos como los vinculados a los salarios del personal.
En este caso, hay en marcha una negociación con el gremio de Luz y Fuerza, que conduce Oscar Lescano, para actualizar los sueldos de sus casi 2966 empleados. La semana pasada, otorgó $ 2000 a cuenta del futuro acuerdo que se logre en las paritarias donde el sindicato reclama una suba de 25%.
Edenor obtuvo el dinero gracias a que el Gobierno canceló una deuda por la energía subsidiada que a barrios carenciados bajo su área de concesión.
Pero mas allá de este parche, la empresa que controla Pampa Energía, propiedad de Marcelo Mindlin, ya advirtió que no podrá afrontar el aumento salarial por estar cada vez más complicada. Y si bien sus ejecutivos rechazan la posibilidad del default, salvo la aparición de alguna fórmula que descomprima la situación, la empresa cada vez se acerca más al fantasma de la cesación de pagos.
De hecho, ya envió una carta a Cammesa (la compañía administradora del mercado) advirtiendo sobre una eventual cesación de pagos debido a la falta recomposición de sus tarifas.
La carta estaba firmada por el presidente de Edenor, Ricardo Torres, quien sigue en su cargo a pesar de algunas versiones que lo daban “renunciado”.
De todos modos, en la distribuidora prefieren no hablar de default y apuestan a un salvavidas que provenga del Estado. De hecho, le ponen unas fichas a la comisión armada por el Gobierno para analizar la situación de las compañías.
Este grupo, integrado por funcionarios que responden al Ministro de Planificación, Julio de Vido; y al viceministro de Economía, Axel Kicillof; está recabando información acerca de la estructura de costos de las empresas, explicaron fuentes del mercado. También recordaron que el Gobierno, a través de la ANSeS, posee el 27% del paquete accionario de Edenor.
En la empresa no respondieron las consultas de El Cronista, pero otras fuentes del mercado advirtieron que a las distribuidoras de energía se les está terminando el cash flow (o la caja), que hasta ahora les permite afrontar sus pérdidas sin resentir la calidad del servicio.
De hecho, la semana pasada, Mindlin vendió Edesa, la distribuidora de Salta, para paliar el déficit de Edenor que tiene 2,6 millones de clientes en la zona noroeste del GBA y norte de Capital Federal, donde lleva invertidos $ 300 millones en mantener sus servicios. Pero en el mercado se descuenta que para fines de este año el flujo de caja podría terminarse y poner en riesgo esas actividades.
Las fuentes también advierten que no son muchas las opciones que tiene la comisión del Gobierno para evitar un default generalizado en el sector. Sólo serían un par de variantes: mayores subsidios para evitar tocar las tarifas. O, por el contrario, aumentar el precio de la energía que hoy pagan los clientes.
Una tercera posibilidad, aunque lejana, es seguir el camino de YPF y reestatizar las actividades de las dos distribuidoras tal como ya hizo el Gobierno con la ex Aguas Argentinas, que en 2006 se transformó en AySA.
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