Al igual que la cámara baja, el kirchnerismo impuso su mayoría para habilitar el decreto que dispuso la intervención de YPF y la que hizo lo propio con YPF Gas. A diferencia de lo ocurrido con la ley que le quitó acciones a la petrolera, ningún bloque acompañó al oficialismo
Los decretos que dispusieron la intervención de YPF y de YPF Gas fueron avalados por el Senado, un trámite formal que le otorga validez pero que no ahorró debates en el Congreso.
Como en Diputados y tal como se había expresado en la bicameral que trata los decretos, la oposición se unió para rechazar los DNU, que le permitieron a la presidenta tomar control de YPF a los minutos de anunciar el proyecto de ley para la toma de acciones.
El debate fue más que una formalidad: la ley sólo permite eliminar un decreto con el voto de las dos Cámaras, lo que ya no era posible por haber sido aprobado en Diputados. En la Cámara alta fue aprobado por 40 votos a favor y 16 en contra, o sea, casi sin presencia opositora en las bancas.
“Siempre hemos defendido el carácter excepcional de los DNU, frente a la posición oficial. El Gobierno nacional sigue entendiendo que los DNU son una medida habitual y no excepcional”, explicó el radical Ernesto Sanz. Argumentos similares usó el socialista Rubén Giustiniani.
El Fap y la UCR aprobaron en general la ley de expropiación, que sólo rechazó el peronismo federal. “Nosotros podemos hablar con propiedad”, se defendió el salteño Juan Carlos Romero.
Sanz, además, se lamentó de la baja de acciones en Wall Street. “(el nuevo Ceo de YPF Miguel) Galuccio va a buscar inversiones y no le hace bien”.
Pichetto sostuvo que la oposición “tolera las formas cuando se habla de vaciamiento pero no con el Gobierno”.
Como Jorge Landau en Diputados, el jefe del bloque de diputados justificó la intervención en la necesidad de obtener documentación que “pudiera analizar los planes de la empresa. El director del Gobierno ya había sufrido reticencias en obtener esos datos”, recordó.
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