Lo reconoció la propia empresa. Es por el impacto de la expropiación en sus deudas.
Por Martín Bidegaray.- Miguel Galuccio presentará mañana su plan para conseguir 38.500 millones de dólares para inversiones en YPF hasta 2017. Pero los inversores que vienen revisando el balance de la empresa se están encontrando con algunas sorpresas en las cuentas de la petrolera. En la presentación de sus estados contables del segundo trimestre, en la Bolsa de Nueva York, la empresa reconoció que posee deudas por US$ 830 millones, cuyos acreedores pueden exigir el “pago inmediato”.
“El directorio está buscando activamente dispensas formales de los acreedores financieros respecto a esas cláusulas”, especificó la conducción actual en una presentación de estados contables que hizo el 17 de agosto. “En el caso que las dispensas no sean obtenidas y se requiera el repago inmediato (de la deuda), la sociedad podría sufrir problemas de liquidez en el corto plazo ”, expresó YPF en la Bolsa de Nueva York.
La confiscación de la empresa ya provocó que la actual conducción de YPF le devolviera a la española Repsol un préstamo financiero de US$ 125 millones. Por la expropiación, entraron en vigencia “cláusulas de aceleración” de default por cambio de accionistas , que implicarían el pago inmediato de deudas por hasta US$ 830 millones . En el balance cerrado el 31 de marzo –del primer trimestre del año– había US$ 866 millones “exigibles”. Eso implica que los “perdones” conseguidos hasta ahora son de US$ 36 millones, menos del 5% de lo que pueden reclamarle.
La compañía ya postergó el pago de algunas obligaciones tributarias por esas dificultades de caja.
Además, saldrá a buscar hasta US$ 3.500 millones a través de la emisión de deuda . Ese dinero es el total de inversiones que prometió Galuccio para este año.
El viceministro de Economía, Axel Kicillof, se encargó de persuadir a acreedores locales de YPF para que no ejecuten nada en el corto plazo. Sus emisarios hablaron con ejecutivos de bancos locales. La designación de Daniel González Casartelli, un ex Merrill Lynch, como director de Finanzas (CFO) de YPF apunta a atajar potenciales reclamos de Wall Street y a convencer al mercado estadounidense del potencial de la petrolera.
Como dijo en una presentación la semana pasada, Galuccio se ofrece como garante de que a los nuevos inversores no les sucederá lo mismo que a Repsol y los Eskenazi. “Como líder de la empresa líder petrolera, créanme que yo voy a defender su inversión”.
En la presentación de los estados contables del primer trimestre, YPF había señalado que había conseguido “dispensas” o perdones de acreedores por US$ 296 millones. Tres meses después, el monto “perdonado” era el mismo. La nueva gestión parece no haber conseguido nada en ese renglón.
YPF ya estuvo obligada a recomprar una ON de US$ 100 millones que vencía en 2028. El 79% de los acreedores aceptó el canje. Aunque YPF lo presentó como “voluntario”, ya que dice que “no fue obligada”, el asunto fue diferente. Esa ON tenía una cláusula llamada “ change of control put ” (ejecución en caso de cambio de control). Si la empresa cambiaba de dueño, los acreedores podían devolver el bono que tenían y la compañía estaba obligada a devolver el 100% de su valor. Así se hizo. “Corrían el riesgo de afrontar un juicio”, explicó un bonista a Clarín . Eso mismo podría pasar con los otros US$ 830 millones que poseen cláusulas similares.
Clarín