Talisman se retira. Pauta marcada para nueva ola de exploraciones
En el acto de incautación y ocupación de nueve de los pozos petroleros del gran contaminador, Maple Energy, a lo largo del río Ucayali de Perú la semana pasada, las comunidades indígenas shipibo a lo largo del río Ucayali han hecho mucho más que crear una crisis que podría obligar a la empresa a limpiar su desorden tóxico allí y pagar por los daños.
La acción dramática de unos 400 residentes Shipibo de Canaán de Cachiyacu también hizo una advertencia fuerte y clara a las compañías petroleras extranjeras y nacionales que ahora están invadiendo otras tierras indígenas en la Amazonía peruana en busca de nuevas reservas de petróleo.
Sus demandas para que las empresas petroleras respeten los derechos indígenas fue una que ha hecho eco desde otros rincones de la región esta semana, sobre todo después de que la empresa canadiense Talisman Energy anunció el jueves que se retiraba de sus participaciones en la Amazonía Peruana en el Lote 64, después de años de resistencia indígena de los pueblos Achuar.
“Nuestra gente está sufriendo a manos de estas empresas petroleras. El gobierno tiene que asumir su responsabilidad de defender los derechos de los pueblos indígenas, no sólo en Canaán, sino en todo el país “, dijo Lizardo Cauper, vicepresidente de ORAU, la organización regional de AIDESEP, hablando con Alianza Arkana esta semana.
Del mismo modo, Amazon Watch puso la victoria Achuar en estos términos:
“Talisman ha tenido que hacer frente a lo que los Achuar les dijeron cuando invirtieron por primera vez en el Lote 64: La empresa no puede perforar sin el consentimiento del pueblo Achuar”, dijo Gregor McLennan, Director del programa de organización de defensa del Perú.
“La salida de Talisman envía un mensaje claro a la industria petrolera: pisotear los derechos indígenas en la prisa por explotar las reservas petroleras marginales en la selva amazónica no es una opción”, dijo.
Como la ocupación de los pozos de Maple Energy entra en su tercera semana, Cauper informó que una delegación del gobierno central de Perú y el gobierno regional de Loreto se espera que llegue pronto a Canaán para negociar el fin del bloqueo que ha cerrado operaciones de Maple desde 2 de septiembre. Ninguna noticia ha surgido aún de esas conversaciones.
Cauper también advirtió que antes que la comunidad ponga fin a su protesta pacífica, ellos exigen que la promesa del Estado para completar una auditoría ambiental de las operaciones en el río Ucayali de Maple y obligar a la empresa a sanear su bien documentada contaminación. Los líderes comunitarios también exigen que el gobierno ayude a desarrollar y mediar un plan de cierre, en preparación para el retiro previsto de Maple de la región en 2014.
La acción directa de los pueblos Shipibo se gestó durante un largo tiempo – viniendo después de casi dos décadas de relaciones de mala fe por parte de la empresa y tras una serie de derrames de petróleo mortales desde el 2009. Después de presentar quejas formales contra Maple ante el Defensor oficial de la Corporación Financiera Internacional del Banco Mundial en el 2010 (La CFI invirtió cerca de US$68 millones en operaciones de Maple desde el 2007) las conversaciones se rompieron el año pasado, cuando Maple se negó a financiar la sanidad y los estudios ambientales o proporcionar alimentos y agua potable a las comunidades después de los derrames.
Más recientemente, hace un año este mes, el gobierno de Perú confirmó la extendida contaminación de las fuentes de agua y las tierras agrícolas en que las personas dependen para su supervivencia, problemas de salud documentados y citó los fracasos de Maple para limpiar después de los derrames y la mala fe en el trato con las comunidades afectadas.
Las violaciones de derechos humanos de Maple en la región han endurecido a las comunidades Shipibo contra la industria petrolera, justo cuando nuevas empresas invaden la región, a menudo minando la soberanía indígena y violando los derechos indígenas con el fin de cortar las líneas sísmicas o cavar pozos exploratorios.
Las empresas incluyen a la filial de PetroVietnam, PetroVietnam Exploration y Corp Producción (VEP) en el lote 162 de 4,700 kilómetros cuadrados, la firma española Compañía Española de Petróleos (Cespa) de 7.200 kilómetros cuadrados del lote 114 y el lote 131 de 10.000 kilómetros cuadrados, así como los perforadores petroleros británicos Emerald Energy en 5.000 millas cuadradas del Lote 163 y la empresa Canadianse-Colombiana Pacific Rubiales Energy en el Lote 138.
Para hacer frente a la embestida de dos manchas de petróleo crudo y a los hombres de Relaciones Comunitarias escurridizos, Cauper y otros líderes de Canaán y otras comunidades indígenas de la región hablaron a cerca de 25 representantes de las comunidades a ser afectadas a lo largo del Ucayali en el taller organizado recientemente por Alianza Arkana y ORAU en agosto. Se advirtió a los líderes electos de los peligros de la industria y han creado un foro para que puedan compartir sus historias acerca de las tácticas de las empresas y las estrategias en el terreno. Los abogados del equipo de Alianza Arkana en PDDI – el Programa en Defensa de los Derechos Indígenas – y Earth Rights International proporcionaron un curso intensivo de sus derechos constitucionales e internacionales como los indígenas peruanos.
La nueva colaboración a través y entre los grupos indígenas representa una nueva amenaza para las empresas que invaden, que durante décadas han tratado de dividir a las comunidades y los pueblos a fin de contener y controlar. Las acciones en curso en contra de Maple son una evidencia más de una angustia creciente entre los grupos indígenas de la región y un signo más de su negativa a esperar al Gobierno y su deseo de actuar libremente en su propia defensa común.
Traducido por: Mabel Toribio
Alianza Arkana