El viceministro de Economía aseguró que Repsol quería “liquidar” y “vaciar” a la petrolera estatizada.
El funcionario resaltó que desde que se intervino la compañía se “revirtió la tendencia a la caída de la producción de hidrocarburos”.
Buenos Aires > Al presentar el Informe Mosconi -elaborado por la intervención de YPF entre abril y julio último-, el viceministro de Economía, Axel Kicillof, indicó que “no había otra opción” que estatizar la petrolera para evitar la “liquidación y vaciamiento de la empresa” que impulsaba la española Repsol.
Durante una conferencia de prensa junto al jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medida, y el ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, Kicillof dio detalles del informe, que revela la estrategia de depredación, desinversión y desabastecimiento que llevó adelante la compañía ibérica mientras condujo los destinos de YPF.
Valor financiero
El también director de la empresa estatizada indicó que en los años 90 “se convirtió a YPF en un instrumento para la valorización financiera y para la extracción desmedida de un recurso escaso, en manos de unos especuladores que se dedicaron a cualquier negocio, menos a aquellos que apuntaran al bienestar del pueblo argentino”.
En ese sentido, precisó que “el Informe Mosconi muestra los fundamentos claros y contundentes de que no había otra opción que hacer lo que se hizo”.
El viceministro afirmó que Repsol tenía “oscuros intereses” y recordó que su titular, Antonio Brufau, contestó ante las demandas estatales de mayor inversión y producción que “para que hagamos lo que ustedes piden, nos van a tener que obligar”.
Vaciamiento
Al repasar los datos sobre el impacto de la desinversión en el retroceso de la exploración, de la producción y de los niveles de reservas de hidrocarburos, Kicillof denunció que hubo “una liquidación y un vaciamiento de la empresa”.
“El saqueo de activos de YPF en el exterior fue inclusive más importante que en el país, y se endeudaron para pagar dividendos por montos que superaban la rentabilidad”, agregó.
Destacó que la desinversión de Repsol afectó el superávit comercial debido a la necesidad de mayores importaciones de energéticos, y al superávit fiscal porque debían gastarse más recursos en esas compras.
El funcionario reiteró que la empresa privada buscaba alinear los precios internos de los combustibles con los internacionales, “cosa que proyectaban para 2014”, lo que hubiera afectado los ingresos populares y la propia competitividad de la economía.
“En definitiva, lo que buscaban después del vaciamiento era la venta de la empresa en el mejor momento; estaban preparando la salida”, añadió.
Documento histórico
Kicillof dijo que el Informe Mosconi es “histórico” porque “no difunde datos públicos, sino que revela datos que la gerencia de Repsol había escondido bajo siete llaves”.
El director de YPF resaltó que “el punto fundamental del nuevo plan de la empresa es destinar sus ganancias a la inversión en el país, más allá de que se consigan recursos en el exterior, de capitales locales privados o del Presupuesto nacional”.
“Con sólo destinar las ganancias de la empresa a la explotación, a la exploración de riesgo, con eso cambia la historia de los hidrocarburos en la Argentina”, afirmó.
Informó que desde la estatización de YPF se destinó una “batería de medidas para atender el problema energético”, y señaló que ya “empezó a revertirse la tendencia a la caída de la producción de hidrocarburos”.
Abal Medina agregó que en tiempos de la administración privada los argentinos “empeñaban el presente, el futuro y destruían el pasado”.
Cepo mediático
Kicillof criticó, asimismo, a lo que él denominó como el “ejército de alcahuetes que aplaudía de pie a un capital privado que estaba destruyendo a la compañía, y con ella, con ser tan estratégica, al futuro de la Argentina”.
El ministro coordinador también cuestionó la actuación de los medios de comunicación durante los años de privatización y posteriormente cuando se diera a conocer el proyecto de recuperación del 51 por ciento del paquete accionario de YPF por parte del Estado argentino.
“Ya no se conforman con sacar de contexto, inventan”, subrayó Abal Medina y consideró que se “abre un nuevo capítulo en información pública en Argentina”.
“Este gobierno ha sido un firme defensor de la información pública”, puntualizó al recordar la publicación del informe Rattenbach sobre la guerra de Malvinas y sostuvo que “no hay espacio para secretos”.
En esa línea, Kicillof destacó la necesidad de difundir el documento “para superar el cepo mediático que inventa y tergiversa”.
La mañana de Neuquén