El festival de los commodities

Para lo que resta del año y el 2013 la expectativa para la soja, los cereales, el oro y la plata es muy auspiciosa. También se espera que se mantenga el valor del petróleo aunque el mercado doméstico argentino sigue disociado del internacional. Las oportunidades para la Argentina y las especulaciones bursátiles.
Por Ernesto Nimcowicz – Esta semana tomó estado público un tema clave para el futuro de los ingresos de la Argentina. La proyección de la cosecha de soja para 2013. La consultora especializada Oil World prevé que en Argentina crezca el año que viene un 38,3%, hasta los 56 millones de toneladas, partiendo de los 40,5 millones de 2012. En Brasil subirá a 82 millones de toneladas desde los 66,4 millones. E&E consultó a varios especialistas para conocer las perspectivas de los principales commodities que exporta la Argentina. El tema tiene repercusión local por varios aspectos. Con respecto al petróleo, si bien el precio doméstico está disociado del internacional, es importante como referencia. Además, podrían incrementarse los ingresos a las provincias a través del fondo de coparticipación sojera por los mayores fondos de las retenciones.
Según Oil World, “el mercado mundial se convertirá en más y más dependiente de los suministros sudamericanos en marzo/septiembre de 2013, debido a la perspectiva de inventarios de soja sustancialmente reducidos en Estados Unidos, China y otros países hacia febrero de 2013”.
Por tal motivo, se espera que Sudamérica en general empiece a recolectar una enorme cosecha de soja a inicios de 2013 que recibirá una fuerte demanda exportadora y ayudará a aliviar los ajustados suministros mundiales, tras una fuerte sequía que afectó a los cultivos de Estados Unidos.
Análisis local
Gastón Sempere, analista de research de Puente Hnos., coincide con esa visión y le dijo a E&E que los “los precios de los commodities agrícolas podrían mantenerse elevados durante los próximos meses debido a la menor cosecha de maíz y soja de EE.UU., junto a las preocupaciones respecto a las cosechas de trigo de los ex países de la Unión Soviética.
El analista de Puente recordó que el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) redujo sus estimaciones para esta cosecha de maíz y soja de EE.UU. en 12,8% y 11,9% con respecto a la cosecha anterior, respectivamente. A pesar de ciertas lluvias en la región centro-oeste de EE.UU., ya es tarde para la cosecha de maíz y, aunque aún hay tiempo para que se recupere la de la soja, no se pronostican sustanciales precipitaciones. De este modo, los inventarios globales de maíz cayeron a mínimos desde 1970 (52,5 días de consumo), pero con solo 7 días de consumo para EE.UU., lo cual implica para China 18 días de consumo, y para el resto del mundo tan solo 27 días de consumo. En cuanto a la soja, se espera que los stocks globales (75,8 días de consumo) se mantengan en niveles similares a los del año pasado, Argentina (28 días), Brasil (23 días), China (17 días) y EE.UU. (4,4 días).
Ante esta situación irreversible por el lado de la oferta, las perspectivas de estos commodities la determinará el comportamiento de la demanda. El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos redujo sus estimaciones de demanda total en 12% anual para el trigo y el maíz de EE.UU., específicamente el maíz para etanol (-10% anual), la soja para molienda (-10%, a niveles mínimos desde 1996), maíz para alimentos (-10%, a niveles mínimos desde 1988), y las exportaciones de EE.UU. de maíz y soja (-16% y -18%, respectivamente). “Dado este contexto, adquieren mayor importancia las próximas cosechas de Brasil y Argentina puesto que, a los actuales precios ambos países tienen grandes incentivos para incrementar sus exportaciones. Además, se estima que el fenómeno climático de El Niño cause más precipitaciones en Sudamérica durante agosto y septiembre, favoreciendo los rindes de sus cosechas de maíz y soja”, señaló Sempere.
Con respecto al trigo, por el contrario, no sufrió las consecuencias de la sequía en EE.UU. De hecho, la cosecha de primavera boreal fue mayor a la del año pasado, y el clima seco actual favorece los trabajos de campo para la siembra de invierno. De este modo, los actuales precios elevados del trigo se explican por su correlación con el maíz y las preocupaciones por las exportaciones de otros países productores. Por ejemplo, los ex países de la Unión Soviética no conseguirían superar sus cosechas del año pasado y aunque el Ministerio de Agricultura de Rusia reiteró que esta vez no restringiría sus exportaciones, es posible que Ucrania sí lo haga. Por su parte, para el conjunto de Argentina, Australia, Canadá y la Unión Europea se proyecta una cosecha -10%, inferior a la cosecha anterior.
Commodities, por arriba de los bonos
Desde Puente recordaron que la evolución de los commodities superó a los de las acciones y a los bonos globales por segundo mes consecutivo durante agosto, con un alza de 6,4%. Esto se debió a las expectativas de que los principales bancos centrales del mundo volverán a aplicar medidas de estímulo económico, como efectivamente lo hizo el Banco Central Europeo, y la Reserva Federal. En este contexto, los precios de los commodities agrícolas podrían mantenerse elevados en el mediano plazo por efectos de la sequía en EE.UU. Los metales preciosos, en particular el oro, siguen siendo demandados por los inversores como protección contra posibles riesgos inflacionarios de largo plazo de las medidas de los bancos centrales. Los metales básicos presentan débiles perspectivas por la desaceleración económica global y posibles expansiones de la producción en varias minas de cobre.
Petróleo
Por el lado de los commodities energéticos, el petróleo enfrenta riesgos a la baja dado que está aumentando la coordinación entre gobiernos para vender sus reservas estratégicas en el mercado.
Con respecto a la evolución de los hidrocarburos, el petróleo WTI registró una suba de 23% desde mediados de junio a mediados de agosto por problemas de oferta, pero durante las últimas tres semanas se estabilizó. Sin embargo, existen riesgos a la baja: la demanda de los países emergentes ya no es tan alta como durante 2009-2011, debido a los elevados precios se hicieron más frecuentes las negociaciones entre funcionarios para utilizar reservas estratégicas. No obstante, los conflictos sociales se han incrementado en Medio Oriente (Siria, Irak, Yemen), lo cual podría provocar nuevos cortes en la producción, a lo que se suma el embargo a las exportaciones petroleras de Irán que aplicó la Unión Europea, por su programa de desarrollo nuclear. En cuanto al sector de refinería, su producción también se vio afectada por un menor desarrollo de nuevos proyectos y los daños provocados por el huracán Isaac, provocando un déficit de inventarios y productos finales, como el gasoil.
El precio del gas natural retrocedió durante agosto, luego de subir desde mediados de abril por un clima más caluroso que lo esperado en varios estados de EE.UU., que incrementó su demanda como insumo para equipos de aire acondicionado. Esta corrección a la baja volvió a dejar los inventarios en niveles elevados y por ende es esperable que la actividad en el segmento de upstream se vuelque aún más hacia la exploración de petróleo, reduciendo la oferta de gas en algunos meses.
Según un relevamiento del Departamento de Energía de los Estados Unidos, los precios spot del petróleo se incrementaron a paso firme desde su nivel más bajo de u$s 89 por barril en junio pasado hasta los $117 por barril obtenidos en agosto pasado. Para el resto del año, EIA proyecta que los precios del Brent caigan desde los máximos experimentados meses atrás y que promediaron los u$s 111 durante los últimos cuatro meses. Y para el 2013 proyecta un precio de u$s 103 por barril. Con respecto al crudo West Texas Intermediate (WTI), referencia obligada para el mercado argentino, subió u$s 17 por barril entre el 25 de junio y el 23 de agosto. EIA espera que el precio spot del WTI se mantenga en una media de u$s 93 por barril en 2013.
Divorcio de precios
Para Daniel Montamat, ex secretario de Energía y consultor energético, “los precios domésticos están divorciados de los precios actuales. El petróleo tiene un valor promedio de unos 70 dólares por barril. El gas natural se valoriza en el promedio ponderado de las cuencas 2,70 dólares el MMBTU. Las regalías de petróleo y gas y la inversión se benefician con mejoras de precios, siempre que vengan acompañadas con certidumbre (si son subas sin certidumbre, no hay efectos sustanciales sobre la inversión)”.
Además, según Montamat, “el problema de precios más serio es el del gas natural porque a esos valores no es posible desarrollar el potencial de recursos no convencionales. Los programas Gas Plus para premiar con otros precios producción incremental no logran movilizar mucha inversión. Siguen las dudas sobre las reorientaciones de oferta para servir demanda doméstica subsidiada. Es preferible establecer un aumento de precios para toda la producción y todas las cuencas”.
Además, fuentes del sector hidrocarburífero recordaron que por cada dólar de incremento en el precio interno del petróleo la provincia de Neuquén ve incrementadas sus regalías en aproximadamente 4,3 millones de dólares.
La fiebre del oro
Por su parte, el oro superó los 1.700 dólares por onza, gracias a que los inversores lo demandan como cobertura contra posibles riesgos inflacionarios de largo plazo de las medidas de los bancos centrales. Desde Puente recordaron que la paranoia llegó a tal punto que “en la plataforma del partido republicano para las elecciones presidenciales se incluyó la propuesta de crear una comisión para investigar posibles medios para establecer un valor fijo para el dólar, con el objetivo de apaciguar los riesgos inflacionarios de las actuales medidas”.
Por su parte, la demanda global cayó levemente más que la oferta durante el segundo trimestre de 2012 (-7% vs -6%, respectivamente). En particular la demanda en India resultó afectada por la depreciación de la rupia y en China por la desaceleración de su economía. No obstante, la demanda de los bancos centrales registró su mayor suba desde el segundo trimestre de 2009.
Por su parte, la plata resultó favorecida por las mismas razones que el oro, pero también por su demanda para uso industrial (53% de su uso total) para la fabricación de televisores y baterías, ante expectativas de que las medidas de estímulo aceleren la actividad económica. También el platino experimentó una suba acelerada de precio debido a las violentas protestas laborales en Sudáfrica (principal productor). De todas formas, el precio del hierro colapsó 31% desde agosto, debido a la desaceleración económica de China, y el de otros metales (ej: níquel, aluminio, plomo) languideció desde el segundo trimestre, ya que sus inventarios aún son holgados. No obstante, el cobre consiguió mantenerse estable durante los últimos tres meses.


La mañana de Neuquén