La Cámara de Diputados discutirá el martes próximo una ley, ya votada en el Senado, vital para la intención del gobierno de licitar la explotación de los pozos petroleros de la llamada camada presal. Se discute qué hacer y cómo repartir la explotación de entre 55.000 y 100.000 barriles de petróleo.
La Cámara de Diputados pretende someter a votación el martes próximo un proyecto de ley para distribuir las regalías generadas por las masivas reservas petroleras en aguas profundas de Brasil, en medio de una marcada división entre estados productores y no productores de crudo.
La ley, ya votada en el Senado, es vital para la intención del gobierno de licitar la explotación de los pozos petroleros de la llamada camada presal, localizada 7.000 metros bajo el nivel del mar, debajo de una capa de sal corrosiva.
El presidente de la cámara baja, Marco Maia, puso el tema en la agenda de votación del plenario para el martes próximo pese al clima de guerra que existe en torno al proyecto por el rechazo de los estados productores a ceder parte de sus ingresos al resto de los estados.
Brasil está dividido en 26 estados más el Distrito Federal. La producción de petróleo está concentrada mayoritariamente en los estados litoraleños de Rio de Janeiro y Espírito Santo, y en menor medida Sao Paulo y Bahia.
Cálculos extraoficiales indican que el presal podría contener entre 55.000 y 100.000 millones de barriles de petróleo, cuya explotación convertiría a Brasil en exportador neto de crudo.
Para Maia, el proyecto de ley redactado por el diputado Carlos Zarattini “es equilibrado y garantiza que ningún estado pierda recaudación” de ingresos petroleros.
“Necesitamos asegurar que Rio de Janeiro y Espirito Santo no tendrán pérdidas de recaudación y dirigir el resto para todos. Defender algo fuera de eso es radicalismo”, agregó Maia en declaraciones a periodistas.
La versión votada en octubre del año pasado por el Senado distribuye los ingresos petroleros en forma equitativa entre todos los estados y municipios, sean estos productores o no, mientras que la propuesta de Zarattini otorgaría 40% de los ingresos al gobierno federal y distribuye el resto de manera que privilegia a los productores.
La ministra de Relaciones Institucionales, Ideli Salvatti, discutió el tema el martes en un encuentro con dirigentes legislativos para medir el clima para la votación del proyecto y admitió que el debate podría extenderse hasta la próxima semana.
Dijo que la presidenta Dilma Rousseff teme que el proyecto aprobado no pueda ser impugnado en la justicia, lo que atrasaría aún más las licitaciones y que se garanticen recursos que el gobierno federal pretende destinar a áreas sociales.
“Queremos garantizar recursos para financiar la educación, garantizar de dónde vendrán esos recursos”, dijo Salvatti a periodistas después de conversar con los diputados.
La directora general de la estatal Agencia Nacional de Petróleo, entidad reguladora del sector, Magda Chambriard, se quejó de que por el atraso en la votación de la ley de regalías no se puede licitar la explotación de nuevos pozos de hidrocarburos del presal.
“Sin la definición en la ley de regalías no es posible esperar que un concesionario haga una oferta si no sabe cuánto el proyecto irá a rendir”, dijo Chambriard en una audiencia reciente en el Congreso.
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