Nuevo problema energético: el Gobierno no logra importar gas

Por falta de planificación, trabaja contra reloj para cubrir la demanda de enero y febrero.
El mismo gesto. Kicillof decidió entregarle a Galuccio la gestión de las importaciones que antes manejaba Enarsa.
Mientras sigue de cerca la crítica situación del sector eléctrico que, ante una ola de calor o una lluvia fuerte, puede dejar otra vez sin servicio a miles de usuarios, el Gobierno enfrenta en los próximos días una nueva e inesperada complicación energética .
Esta vez el problema se focaliza en el sector gasífero y en las importaciones de gas por barco que la administración kirchnerista está obligada a realizar para garantizar el abastecimiento interno.
Tras haber licitado sobre la hora la compra récord de 83 cargas de GNL (gas natural licuado) programada para 2013, ahora el Gobierno no tiene quién le provea la totalidad del combustible que necesita en enero y febrero para alimentar las terminales regasificadoras que están ubicadas en Bahía Blanca y Escobar.
En el caso de la planta bahiense, de los seis cargamentos que están planificados para el primer bimestre, los funcionarios sólo han podido contratar la entrega de uno .
En tanto, en Escobar el problema es que el proveedor que se había adjudicado el suministro del 30% del volumen mensual de GNL ya avisó que no podrá cumplir con el contrato hasta marzo porque no consigue alquilar los buques metaneros específicos que necesita para llegar a ese puerto bonaerense con la carga.
Además de poner en evidencia la falta de planificación de las autoridades energéticas, este tropiezo también deja mal parada a la restatizada YPF que comanda Miguel Galuccio.
Por una decisión del viceministro de Economía, Axel Kicillof, la petrolera YPF pasó a “gestionar y licitar” las compras de GNL que venía haciendo desde 2008 la empresa estatal Enarsa.
Según el curioso esquema que pusieron en marcha Kicillof y Galuccio, YPF actúa como “intermediaria” de Enarsa –que sigue siendo la responsable de los pagos y del abastecimiento interno– y, por esa tarea, cobra una comisión anual de casi $ 50 millones .
En la licitación que hizo a mediados de diciembre, YPF solamente consiguió cubrir 20 de la 47 cargas anuales que están previstas para Bahía Blanca. El hueco más grande que quedó sin ofertas correspondió a los meses de enero y febrero.
Ahora para salir del paso, la petrolera estatal que comanda Galuccio armó de urgencia una nueva y acotada licitación para ver si encuentra oferentes para las entregas que quedaron pendientes. Contra la opinión de los técnicos de Enarsa, los ejecutivos de YPF Pablo Parodi y Stella Babiloni lanzaron el jueves pasado un concurso para recibir las ofertas mañana.
En cambio, lo que por ahora no tendría solución es el “agujero” generado en la provisión de GNL a la planta de Escobar.
Tras haber ganado la licitación para suministrar una carga mensual de 70.000 metros cúbicos de GNL por mes, la trader local Vittol comunicó en la última semana que no cumplirá con las entregas pactadas para enero y febrero.
La compañía adujo que no pudo consiguir los buques especiales para el traslado del combustible, pese a que el pliego exigía tener asegurado el transporte de GNL para entregar en la terminal regasificadora.
iEco