El robo de petróleo en Nigeria, extrayéndolo desde oleoductos para luego venderlo al exterior o refinarlo, se ha convertido en un problema mayor para las finanzas del país, cuyos ingresos dependen mayormente del crudo.
El general Johnson Ochoga, que encabeza una campaña militar contra el delito que fue intensificada el año pasado por órdenes del presidente Goodluck Jonathan, dijo a Reuters que en el 2012 se arrestó a casi 2.000 sospechosos y se habían destruido 4.000 refinerías, 30.000 tambores de productos y centenares de naves usadas para el traslado del producto robado.
Sin embargo, la complicidad de algunos funcionarios de seguridad y políticos que hacen dinero con la actividad ilegal, y la falta de alternativas para los que la llevan a cabo, echan sombras sobre la posibilidad de que la campaña sea exitosa.
Goodluck, de cuarenta años, que comparte su nombre y tribu con el presidente, dice que preferiría obtener un empleo respetable, pero que, a pesar que miles de millones de petrodólares han ingresado en las últimas décadas, no hay otros empleos.
“Esta refinería es la única cosa que conozco que pueda garantizar mi supervivencia, al menos por ahora”, dijo Goodluck a Reuters, sentado en un refugio rudimentario con techo de hierro bajo un sol ardiente, con las manos cubiertas de petróleo.
“Haciendo esto uno puede ganar 60 dólares en un día”, dijo el trabajador clandestino, señalando con la cabeza hacia tambores de petróleo llenos de diésel casero, protegidos por palmeras ennegrecidas por el humo.
La mayor parte del crudo robado es enviado al exterior y un 10 por ciento restante se refina en el país. Hay bastante demanda para el diésel, el querosén y la gasolina que fabrica Goodluck usando un tambor de acero para procesar el petróleo sobre una fogata a leña.
Las refinerías legales de Nigeria quedaron inhabilitadas en su mayoría debido a décadas de desgobierno y corrupción. Como resultado, las estaciones de servicio del décimo segundo mayor productor mundial de petróleo se quedan sin suministros a menudo.
La industria ilegal se lleva un quinto de la producción de Nigeria de dos millones de barriles por día, según el Gobierno.
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