YPF gana mercado, pero resigna la parte más rentable del negocio de combustibles

La gestión estatal logró mayores ventas en nafta súper y gasoil a expensas del segmento de productos premium; Shell es la más beneficiada

Por Pablo Fernández Blanco
El 9 de agosto del año pasado, la presidenta Cristina Kirchner esbozó uno de sus mayores anhelos tras la expropiación del 51% de las acciones de Repsol en YPF: “Es vital asegurar leal competencia en el sector porque hay compañías que se llevaban la crema del negocio. Esto no lo podrán hacer”, anticipó en el marco de una ampliación de la refinería que la petrolera tiene en Ensenada. Hasta ahora, las estadísticas van en contra de ese deseo presidencial.
En el año de su estatización, la compañía que conduce Miguel Galuccio aumentó su participación de mercado en la venta de nafta súper y gasoil, los productos más requeridos en los surtidores, en un contexto de caída de la demanda. Pero cedió terreno en el despacho de productos premium, las variedades de mayor valor agregado y rentabilidad para las compañías. Esa tendencia, además, se profundizó en el epílogo de 2012. De acuerdo con las estadísticas de noviembre, las últimas disponibles, YPF resignó casi 5% de participación de mercado en la venta de naftas premium. Paradójicamente, la principal beneficiada fue Shell, la empresa que conduce Juan José Aranguren, con la que el Gobierno entabla una larga disputa desde 2005, cuando el ex presidente Néstor Kirchner ordenó un boicot contra la empresa tras un aumento de precios. La compañía trepó 5,4% en ese rubro, donde también cayeron Petrobras y Esso, recientemente adquirida por Bridas, de la familia Bulgheroni.
La baja de YPF en el segmento más apetecible es más profunda en el caso del gasoil. En noviembre, resignó una participación cercana al 10%, que favoreció a todas sus competidoras. Una vez más, sin embargo, Shell sacó el mayor provecho.
En el acumulado anual hasta noviembre, la petrolera nacionalizada perdió 2,3% de participación en nafta premium con respecto al mismo período del año anterior, mientras que Shell ganó 2,6 por ciento. En el caso del gasoil, YPF perdió 6,2% y su competidora ganó 3,3 por ciento.
Para algunos actores del mercado, la pérdida tiene que ver con los aumentos de precios. La conducción estatal de YPF remarcó tres veces las pizarras. Aunque sigue teniendo los valores más bajos, achicó la brecha y ocasionó una migración de consumidores en los productos caros. Por caso, su nafta premium casi araña los $ 7 el litro, mientras que Shell lo tiene unos $ 0,30 por encima. Es la explicación que da Aranguren: “Los precios de los productos premium se acercaron mucho en el último año y el público confía más en la calidad de nuestros productos. No es un problema de producción”.
Para otros, la pérdida de terreno está relacionada con el nuevo perfil de la empresa. Es que la contracara de la caída en el segmento más rentable se complementa con un incremento en los de menor valor agregado. En noviembre, YPF aumentó casi 3% su participación en la venta de nafta súper y mantuvo su participación en gasoil, los dos combustibles que registraron mayores faltantes durante 2011, algo que crispaba el ánimo del Gobierno, en especial de la Presidenta.
La suba en esos ítems le alcanzó a la empresa que conduce Galuccio para incrementar su participación total de mercado cuando se calcula la suma de todos los ítems.

Diferencias

Oscar Díaz, el presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos (Cecha), cree que YPF podría vender más producto premium si no fuera por las diferencias de precios. En Chaco, donde tiene su estación de servicio, sostiene que el precio de su nafta premium está incluso por debajo de la súper de otras marcas. “Generalmente, las estaciones YPF tienen cola. Creo que apuntan a vender más súper porque es lo que la gente pide”, explica.
A contramano de lo que puede pensar cualquier pequeño empresario cuentapropista, el ex secretario de Energía y presidente de YPF Daniel Montamat sostiene que para la empresa no resultaría un mal negocio sacrificar algo de mercado.
El motivo: YPF tiene una participación mucho menor en la oferta de crudo que en la de sus derivados, por lo que si le falta producto debe comprárselo a terceros (tiene un 35% de la oferta nacional de petróleo, pero un 57 por ciento de la venta en los surtidores).
“La forma de reducir participación aguas abajo es con precios más acordes con los de la competencia. YPF tiene hoy precios para esos productos en surtidor con menos diferencial que antes respecto de los de sus competidores”, resume.
La Nacion