Mauricio Macri, en un discurso que refleja su condición de clase, abrió las sesiones ordinarias de la Legislatura de la CABA.
Entre otras cosas, mostró que la política de lo que se conoce como gentrificación es central en su gestión, ya que reivindico como algo positivo la suba del m2 en varios barrios de la ciudad, con el consecuente incremento en el costo de vida para personas que no pueden alcanzarlo y son expulsadas.
Frente al tema de la basura, dijo que es un problema mundial, con lo cual se exculpa de no hacer nada para solucionarlo y criticó al Gobierno Nacional de no extender el predio de Campo de Mayo. Decir esto es querer seguir con el metodo de recolectar y enterrar residuos, que tantos impactos sociales y ambientales genera en el conurbano y a lo que los mismos vecinos se oponen. Defendió una concepción del espacio público típica de su gestión, espacios a conservar intactos, enrejados, cada día más cerca de su privatización (donde planea introducir bares y confiterías privadas).
Sobre la urbanización de algunas villas dijo que aumentó la presencia del estado en muchas de ellas, pero no aclaró más y se olvido de decir que en 6 años de gestión no ha avanzado en nada en este tema. Nada dijo en torno a los planes de construir el barrio Solares de Santa Maria (IRSA) al lado de la Villa Rodrigo Bueno.
En materia de transporte no hizo mucho más que defender el Metrobus como eje de la misma. Pero no muestra planes de un sistema integrado de transporte público y oculta que (más alla de las bicisendas), quiere darle más lugar al automóvil en la ciudad construyendo estacionamientos subterráneos en muchos espacios verdes de la ciudad (con lo cual estos perderían muchas de sus cualidades). A pesar de que dijo que queremos que “la gente viaje mejor” defendió el aumentó del precio del subte, con lo cual los que viajan mejor serán menos que antes, y muchos ante la suba del costo elegirán utilizar su automóvil.
Sobre las inundaciones se refirió a los grandes planes hidráulicos que viene llevando a cabo. Estos planes no van a ser una solución de la problemática en el marco de una ciudad que crece verticalmente en los barrios ya densificados, que busca seguir ganándole terreno al rio (levantando la cota del mismo y favoreciendo las sudestadas).
Sin embargo, Mauricio Macri ha utilizado su slogan de Ciudad Verde cada vez que pudo, para mostrarse como el impulsor de una política ambiental para la ciudad. Quienes defendemos la idea de una ecología popular y transformadora denunciamos que esta “ciudad verde” es una ciudad donde el derecho a un ambiente sano está mercantilizado y que, cada vez más, solo van a poder acceder a él quienes puedan pagar el precio del m2 que el mercado inmobiliario decida.
Espacio Chico Mendes
Por una ecología popular para el cambio social
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